Jaramillo: - Que tengo casi cien años, no me hagas correr.
Baez: - Alfonso, leñe, que está usted en el cuarto anillo, que aquí sube corriendo si quiere.
Jaramillo:- Ya decía yo que no me dolían las piernas. ¿Ya va a empezar? ¿Y tú quién eres, muchacho?
Baez: - Yo soy Baez, con toda la cara me he convertido en el que recibe a los béticos en el cuarto anillo, así no me pierdo detalle y me lo paso bomba.
Jaramillo:- Antonio, aquí, a mi lado...
Picchi: - Alfonso, no has visto a los del 35? y a Lobo Diarte? No veas lo bien que lo vamos a pasar en esta grada.
Baez: - Miki, sube ya hombre... Verá, Antonio, es que a Miki le gusta dar unas pataditas con una nube en el cesped y hoy, que hay partido, debe dejarlo ya.
Jaramillo: - Y díme Juan Carlos, están por aquí...
Baez: - Están todos, Alfonso, todos... Mire, allí está Villamarín...
Jaramillo: - Qué joven...
Baez: - Eso es porque cada uno está con el aspecto que quiere tener... Fíjese en Aedo, que está con la camisa remangá y se pone a jugar al fútbol con Quico en cuanto nos despistamos.
Jaramillo: - Y este señor que se sienta a tu lado es...
Baez: - Sí, es Porrúa, se acuerda, con lo que usted ha hablado a su lado... Se ha hecho más bético que la quinta barra. Ahora está haciendo números de gloria. Se lo pasa en grande.
Jaramillo: - Pues mira Juan Carlos que estoy muy a gusto aquí sentado... ¿Son casi las nueve allá abajo no?
Baez: - Sí Alfonso, la hora del partido... Mire lo que hacen hoy los de mi peña... Qué chulo. Yo, cuando no me veían, me iba para abajo y le daba un brochazo aquí y allí, en seguida se van a quedar sin que haga de las mías.
Picchi: - Alfonso, mira los míos, por ahí anda Pocholo y Curro y toda mi familia. Y los tuyos, tu nieto que mira al cielo antes de empezar.
Jaramillo: - Antonio, hemos tardado pero estamos en un buen sitio. Miki, deja ya de dar pataditas y sube, que me tienes que hablar del nuevo fichaje.
Miki: - Bona tarda, Alfonso, ya empieza el Betis, nuestro Betis... para la eternidad.
La Recontracronica
Me vinieron las lágrimas mientras leia pero corriendo asomo una sonrisa al imaginarlos alli soportando las ocurrencias de Baez.