Tres principios básicos que al extrapolarse al resto de equipos causan muchísimos más perjuicios que beneficios a los aficionados, que ven cómo se tienen que tragar cualquier pachanguita que jueguen los grandes mientras que de los partidos del club de sus amores sólo puede tener noticias en directo por twitter o la radio oficial (y ahora ya, ni eso).
Así, se viven casos tan peculiares como el del Betis, que inicia uno de sus proyectos más ilusionantes de los últimos tiempos, con la vuelta a Europa como carta de presentación y hasta doce caras nuevas, pero que, de momento, no ha podido verse en acción por ningún lado.
Cierto es que hubo un amistoso, frente al Braga, que Condavisión emitió días después, aunque tratándose de un 0-0 y teniendo en cuenta que el fútbol pierde toda su emoción en diferido, casi ni cuenta.
Y si los amistosos jugados en España han pasado desapercibidos, los que han tenido lugar en suelo inglés, mucho más.
Ni siquiera internet se ha apiadado de la hinchada verdiblanca con enlaces que permitieran ver en directo a los pupilos de Pepe Mel.
Sólo los que hayan vivido alguno desde la grada habrán podido sacar sus propias conclusiones de cómo van las cosas de cara a la próxima temporada. El resto tiene que conformarse con perfilar las suyas partiendo de lo que otros les han contado.
Una situación que, como la canción, evoca aquello de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, sin tener que remontarse demasiado atrás para ver aquellos veranos en los que todos los equipos tenían su sitio en la parrilla televisiva, permitiendo al aficionado conocer no sólo las evoluciones del suyo, sino también las de muchos de sus rivales.
Pretemporadas en las que trofeos como el Carranza, el Colombino, el Teresa Herrera y muchos otros servían como la mejor piedra de toque posible para lo que todavía estaba por venir.
Ahora, todo va en relación a giras por el extranjero con más nombre que utilidad y en las que o se paga para ver algo más (que tampoco es mucho, dicho sea de paso) o sólo se sabe de Real Madrid y Barcelona.
Con todo, muchos verán por primera vez al nuevo Betis el próximo día 18, cuando arranque la Liga en el Bernabéu. O, en su defecto, a la semana siguiente, con esa sesión ‘semigolfa’ que las teles han preparado para recibir al Celta.
Hasta entonces, habrá noticias y se sabrá cómo van las cosas, pero siempre desde la distancia y a través de intermediarios, nada de en vivo y en directo como manda esa relación que se establece entre cualquier equipo y sus aficionados.
Mientras tanto, se seguirá esperando a ver la luz, poniendo de una vez por todas fin a esta pretemporada que, por desgracia, se ha desarrollado prácticamente a oscuras.
J. Julián Fernández