El defensa betico disputando un balónEn un ‘infierno’ que no fue tal y frente a un Rijeka que, pese a que se puso por delante, fue inferior, el Betis sumó su segundo punto en la fase de grupos de la Europa League.

Mereció más, puesto que sobre el césped se mostró más entonado que su rival, pero no encontró la manera de dar profundidad a su juego salvo con las internadas de Cedrick por la banda. El resto fue sólo una eterna sucesión de pases horizontales que no conducían a ningún sitio, sólo a que el tiempo pasara y decretase el 1-1 final.

Cierto es que el empate en Gerland entre Olympique de Lyon y Vitória de Guimaraes sirve para poner en valor esta igualada, dejando a los verdiblancos empatados a puntos con los galos en la segunda plaza y a sólo dos de los lusos, que son líderes. Por tanto, la situación no se ha complicado ni mucho menos, aunque no cabe duda que el hecho de no haber sido capaz de ganar en casa del adversario más débil del grupo sabe a muy poco.

Además este resultado deja claro que, exceptuando a Jorge Molina, no hay alternativas a Rubén Castro. Braian Rodríguez, que tampoco estuvo demasiado asistido por sus compañeros, sigue sin aprovechar oportunidades ni demostrar por qué se pagó un millón de euros por él, toda una fortuna en la situación económica del club.

Por otro lado, ni Salva Sevilla ni Verdú tuvieron la clarividencia que se les pide en el último pase, lo que hizo prácticamente imposible que los heliopolitanos se impusiesen por mucho fuesen superiores.

Mención aparte tiene el rendimiento de Steinhöfer, que genera dudas cada vez que entra en acción, cometiendo constantes desaplicaciones defensivas, como la que costó el gol local. Y esta debilidad por la derecha se vio acompañada por otra algo menor en la izquierda, donde Dídac acusó el cansancio de disputar dos encuentros oficiales completos tras más de un año sin jugar.

Con todo, lo mejor fue el eje central de la zaga, en el que Perquis y Figueras cumplieron con creces. También volvió a hacerlo en la medular Lolo Reyes, que ya no sólo lo hace bien en el trabajo de contención, sino que también comienza a animarse en ataque, sobre todo al verse las espaldas cubiertas por Xavi Torres. Y en las bandas, Juanfran puso voluntad, pero le faltó acertar en sus centros.

Sea como fuere, la escasez de ideas y el buen trabajo defensivo del rival llevaron a una igualada que, como consecuencia, exige que el Betis no falle en casa y arañe puntos en sus desplazamientos a Lyon y Guimaraes para continuar soñando con seguir adelante en una competición que no da de comer, pero sí activa el derecho a soñar de la grada.

Antes de eso, queda volver a la Liga, cerrando esta maratón de partidos en Getafe, antes de un parón que permitirá volver a descansar y seguir puliendo defectos como los que se vieron en tierras croatas, los de un equipo que se está acostumbrando a no perder y no pasa demasiados apuros, pero al que le cuesta un mundo crear juego para imponerse a su rival.


J. Julián Fernández