El conjunto verdiblanco, como la gran mayoría de los equipos de Primera, no puede permitirse el lujo de regalar 45 minutos. Eso queda para equipos como el Real Madrid o Barcelona que pueden sestear para luego resolver gracias a su talento y sus individualidades.
No es el caso del Betis. Los de Mel tuvieron varios errores durante el primer acto. El principal fue la falta de intensidad con la que se desenvolvió el equipo.
Es verdad que tras el descanso los verdiblancos mejoraron ostensiblemente tanto en juego como en actitud. Sin embargo el roto de la primera parte fue tan grande que la remontada era casi imposible en el Coliseum Alfonso Pérez. Demasiada ventaja.
Esa falta de tensión provocó que el Betis recibiera tres goles casi de la nada. Sin restarle mérito a las acciones del Getafe, la vulnerable defensa bética colaboró para que llegaran los tres tantos. Sin demasiado esfuerzo y en tres acciones puntuales de calidad de los locales el partido quedó finiquitado.
Es verdad que Pedro León tiene mérito en el 1-0 al pegarle desde 45 metros, pero es que Sara no estaba colocado. O en el segundo tanto en el que los laterales -Chica y Nacho- no cierran a su debido tiempo ni el centro ni el remate. Incluso en el tercero, con una buena definición de Colunga, Paulao se queda enganchado y rompe el fuera de juego, habilitando al punta local.
Tres ejemplos de esa falta de intensidad. No quiere decir que esa actitud fuera sólo de la defensa. Fueron los once futbolistas béticos los que perdieron todas sus batallas en el campo. Significativo que en la primera mitad el Betis sólo disparó entre los tres palos en una ocasión. En ataque el ritmo de juego hizo al equipo inoperante.
No sólo los jugadores fueron los culpables de lo sucedido en la primera mitad. La falta de reacción con el 3-0 no sólo estuvo en el rectángulo de juego sino también en el banquillo. Mel, principal artífice de los éxitos del Betis en los últimos tiempos, no estuvo en Getafe acertado en sus decisiones.
Probablemente no fue el mejor planteamiento inicial ni atinó con el once, como llamó la atención que el técnico no realizara ningún cambio hasta el descanso cuando el equipo perdía ya a los 27 minutos 3-0. Sí supo hacer reaccionar al equipo en la caseta durante el descanso. Además la entrada de Cedrick dio otro brío al Betis.
Claro que a pesar de todo, más allá de uno u otro futbolista o de jugar con un sistema determinado, si falta la intensidad durante 45 minutos es realmente complicado. Además no se puede excusar lo sucedido con el cansancio europeo, ya que sólo repitieron como titulares dos futbolistas -Juanfran y Xavi Torres- respecto al jueves.
Javier Carbonero