Joan Verdú conduciendo un balón en el partido contra el F.C. BarcelonaAl Betis se le exigía ante el Barcelona que ofreciera una imagen digna y diera la cara.

Dos circunstancias que cumplió con creces a pesar de la derrota, tal vez algo abultada por los merecimientos de unos y otros. Otra cosa es el asunto futbolístico, ya que la distancia entre estos dos equipos es muy grande y así se vio reflejado en el terreno de juego. Y eso que los verdiblancos compitieron siempre.

La gran diferencia estuvo en las áreas. Mucho más eficaz la pegada del Barcelona a la del Betis, ya que casi en la primera ocasión azulgrana se adelantaron en el marcador.

Cuestión de delanteros y también de porteros. No es que Guillermo Sara tuviera culpa, todo lo contrario porque hizo un partido correcto, sino que Valdés salvó a su equipo con dos intervenciones claves con el 0-0. También determinante desde su posición con los paradones a Molina y Juan Carlos.

Durante la primera media hora el Betis tuvo sus opciones. Algo que debe servir a los verdiblancos como espejo donde mirarse en futuros partidos cuando tenga rivales más iguales. Luego es verdad que llegó el gol de Neymar y el partido se acabó, a pesar de que los heliopolitanos siempre pusieron actitud.

Gran parte de culpa de esa primera media hora la tuvo el planteamiento de Mel. Defensa adelantada que mantuvo alejado al Barcelona de la portería de Sara y que provocó que el partido se jugara más en campo azulgrana. Claro que ese mismo planteamiento clave para esa primera media hora, luego acabó condenando al Betis cuando los del Tata Martino atinaron para superar el fuera de juego.

Es evidente que la idea de Mel era arriesgada y plantea posibles debates si era lo ideal para medirse al Barcelona. En cualquier caso pocas fórmulas son eficaces para intentar derrotar a un equipo que marcha en la Liga con 37 puntos de 39 posibles. Un Barcelona, menos brillante que otras temporadas, pero que ha superado a rivales ofensivos y defensivos.

Llamativo que ante el equipo que más encumbró en los últimos tiempos la figura de los centrocampistas, los futbolista del Betis más destacados fueran precisamente los de la medular.

Nono
fue el mejor verdiblanco y estuvo bien secundado por el trabajo de Xavi Torres y los detalles de Verdú mientras le duró la gasolina. Curioso fue el caso de Steinhöfer, que firmó un encuentro aceptable -que no bueno- pese a los temores previos y a que le tocó bailar con Neymar.

No era el mejor partido para medir al Betis que, eso sí, cuenta ahora con el lastre psicológico de ser el colista. Sin embargo el equipo volvió a lanzar señales de estar más vivo que hace tres o cuatro jornadas, en las que entonces las sensaciones eran casi más preocupantes que la puntuación. Claro que si estas señales no se acompañan pronto con puntos servirán de poco.

Javier Carbonero