Rubén Castro, grancanario nacido en junio de 1981, formado en la Unión Deportiva Las Palmas, fue adoptado por la familia bética tarde, ya con 29 años, después de vagar dando tumos por siete equipos en los que nunca terminó de cuajar como delantero centro.
A las órdenes de Pepe Mel, que ya le conocía de una fugaz coincidencia en el Rayo Vallecano, Castro adquirió en el Betis una dimensión de gran ariete sobre cuyos hombros el equipo ascendió con holgura y brilló en Primera durante dos años mágicos.
Rubén ha compartido delantera con Jorge Molina, formando una de las mejores parejas de toda la historia del Betis, alimentada por los pases de Salva Sevilla o Beñat. Y reverdece ahora sus mejores sensaciones junto a Rennella, un ariete más que prometedor.
La temporada pasada, a pesar de la pesadilla económica, deportiva e institucional que sufrió el equipo, y de su propia tormenta personal aún pendiente de resolución judicial, ya sin Mel en el banquillo, Castro fue capaz de mantenerse de nuevo como máximo anotador del Betis con una decente cifra de 13 goles.
Y esta campaña, aún sin concluir la primera vuelta, ya ha igualado esa cifra.
Tras los problemas del año anterior, Rubén se muestra tranquilo, concentrado, fino y muy en forma. Tanto en el puesto de delantero centro como caído a cualquiera de las dos bandas, preferentemente la izquierda, su rendimiento está siendo más que optimo y su aportación debe ser fundamental para que el Real Betis vuelva a Primera esta misma temporada.
Con su tanto ante el Almería en el desgraciado partido de Copa, Rubén superaba por fin la marca de 94 goles establecida por Domínguez en los años cuarenta y se situaba al frente de una lista en la que, además, figuran grandísimos héroes de nuestra historia como Hipólito Rincón, Rogelio Sosa o Alfonso Pérez.
A pesar de su edad, serán 34 los años que cumpla el próximo junio, Rubén aún parece más que capacitado para jugar al máximo nivel.
¿Dónde está su límite? ¿Cuál puede llegar a ser la cifra final de goles con la que cierre su brillante trayectoria en el Real Betis? ¿100? ¿120? Sólo él y el fútbol podrán decidirlo. Ojalá sea una cifra descomunal. Por él y por el equipo.
Mientras, en un escenario deportivo y social más que complicado para la institución, los béticos al menos tenemos el consuelo de poder seguir disfrutando de uno de los mejores jugadores que jamás han pasado por Heliópolis. Somos testigos de la historia.
Daniel Gil Pérez
@danielgilperez
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