Ceballos y N´Diaye celebrando un golAhora sí, el Betis parece haber puesto la directa hacia Primera.

De hecho, tras doblegar a Osasuna y aprovechar los enésimos pinchazos de sus principales rivales por el ascenso, la escuadra de las trece barras es más líder que nunca, aventajando en tres puntos al Girona (habría que sumar también el ‘goal average’), cuatro al Sporting, seis a Las Palmas (incluyendo la diferencia de goles) y ocho al Valladolid (al que además gana en la comparativa directa).

Una situación idílica que ha costado demasiado disfrutar, pero que por fin se experimenta gracias a la innegable calidad de un chaval de 18 años.

Porque aunque Mel insista en que todavía tiene que aprender el oficio de futbolista y apenas sea un juvenil, a nadie se le escapa que el verdadero referente del conjunto heliopolitano responde al nombre de Dani Ceballos, el mismo que muchos grandes comienzan a tener anotados en sus agendas y que el pasado domingo, en tan sólo 45 minutos, cambió por completo un partido.

Lo hizo a base de buen juego, dinamismo e intensidad, echándose al equipo a las espaldas y demostrando donde hay que hacerlo, sobre el césped, que nadie merece más que él la camiseta de titular.

Y es que al espectacular futuro que le espera ya le acompaña un maravilloso presente, algo a lo que debe sacar petróleo un Betis que se mueve al ritmo que él marca, sobre todo ahora que otras piezas fundamentales como Rubén Castro han bajado notablemente el pistón.

Sea como fuere, para contrarrestarlo ahí está el canterano, igual que un Jorge Molina que vive su mejor momento como verdiblanco, derrochando la misma briega de siempre, pero con un acierto de cara a portería mayor que de costumbre.

Tanto es así que está en disposición de convertirse en el futbolista que marca en más partidos consecutivos en el Villamarín, al estar a sólo uno de los nueve que encadenó el mítico Domínguez en la temporada 50/51.

Un hito que el de Alcoy intentará repetir en dos semanas frente al Zaragoza.

Antes, contra el Barcelona B y con el apoyo incondicional de miles de béticos de la ‘Novena Provincia’, la escuadra de las trece barras buscará otros tres nuevos puntos que la acerquen un poquito más esa Primera división que ya se empieza a ver en el horizonte y con la que todo Heliópolis sueña desde que hace prácticamente un año las matemáticas dictaron sentencia, confirmando un descenso que se veía venir prácticamente desde noviembre.

Ahora, en cambio, se están sentando las bases de un retorno a la elite para el que muchos empiezan a hacer cuentas, pero que sólo llegará si se mantiene la línea actual de resultados.

Para conseguirlo, Ceballos ya ha demostrado estar dispuesto a tirar del carro, igual que Molina o Adán, esperando que el resto de sus compañeros se sumen a la fiesta, arrimando el hombro para no perder el ritmo, haciendo que esta travesía por el ‘desierto’ sea, incluso, más corta de la cuenta.

J. Julián Fernández