El jugador del Real Betis celebrando su golPor si todavía quedase alguna duda, se acabó definitivamente eso de hacer cuentas: el Betis seguirá siendo de Primera la próxima temporada. Algo que se intuía desde hace semanas, pero que quedaba aún pendiente del visto bueno de unas matemáticas que se rindieron a la evidencia el pasado martes, cuando un 1-0 ante Las Palmas terminaron de convencerlas del todo.

Esta vez no fue gracias a un tanto de Rubén Castro (aunque le anularon uno que pudo se perfectamente legal), como de costumbre, sino merced a un 'chicharro' de Van Wolfswinkel que sirvió para finiquitar de la mejor manera posible un mal partido para el aficionado en el que se exhibió Ceballos y donde Joaquín volvió a demostrar que todavía le queda mucho fútbol en sus botas.

De este modo, y con un hombre más durante todo el segundo acto, se escribió el último capítulo de la historia de una permanencia que ya es una realidad a todos los efectos, pero que llegó a verse lejos del alcance del conjunto verdiblanco hace meses.

Afortunadamente, el adiós de Mel, la aparición en escena de Merino y los fichajes invernales sirvieron para hacer resucitar a aquel cadáver deportivo que, quizás, podría haber estado luchando por metas mayores a poco que hubiese contado desde el principio con un técnico a la altura de las circunstancias.

Sea como fuere, y pese al suspense que hubo a mitad de curso, el objetivo se ha cumplido sin demasiados problemas. La salvación ya es un hecho y se ha consumado cuatro jornadas antes del final de Liga. Incluso con la antelación necesaria para afrontar el derbi del domingo sin nada más en juego que el orgullo y la posibilidad de darle a la afición una de las muchas alegrías que se le deben.

Después, se prevén novedades, como la confirmación del adiós a un Macià a quien le han pasado factura las altísimas expectativas que suscitó su fichaje y esa endémica tendencia heliopolitana de dar bandazos cada temporada. También es probable que haya noticias en relación a su sucesor o el futuro de Merino y el banquillo bético, comenzando a desvelarse así las claves del nuevo 'proyecto' (el tiempo dirá si se le pueden quitar o no las comillas) de la entidad.

Una situación que ya sólo está a expensas de que pase la visita al eterno rival, ya que las cuentas salen. Es más, ya no hacen falta ni las calculadoras, que a partir de ahora empezarán a acaparar protagonismo en los despachos durante la planificación de la próxima campaña, que volverá a tener como escenario la Primera división.

Así se lo ha ganado la escuadra de las trece barras por derecho propio, sabiendo surcar el mar de la Liga pese a las continuas marejadas, sobreponiéndose a tempestades y vientos, logrando arribar, con tiempo de sobra, a buen puerto.

J. Julián Fernández