Respuesta: "El Betis de tu vida" - CONCURSO

MI VIEJA BANDERA.

Como diría aquel recordado poeta sevillano, añadiendo alguna que otra estrofa:
Del salón en un ángulo oscuro
por su dueño tal vez olvidada
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el asta (de mi bandera)

Fue mi primera bandera. Me la compró mi padre en aquel quiosquillo que había, de los muchos que hay, antes de llegar al Villamarín. Siempre había querido tener una bandera de mi betis, tenía la típica gorrita, el apreciado llaverito, la ya gastada bufanda, pero quería una bandera.

Tenía yo cinco añitos, y ya había ido varias veces con mi padre a aquel estadio, pero ese día era el que más ilusionado iba, llevaba mi primera bandera, ya me sentía un aficionado como los demás, portaba feliz mi bandera del betis, el emblema que iba a ser mi compañero durante muchos años.

Y así fue, fui creciendo y seguía teniendo mi primera bandera, la que seguía ondeando al viento igual que el primer día, la que me acompañaba en los buenos y malos momentos de mi equipo, aquella que ondeé al cielo cuando mi equipo ganó su primera Copa del Rey, o aquel día en que elimínabamos al Milán de la Recopa, o aquella que seguí ondeando incluso con más fuerza en los malos momentos cuando despues de ganar la Copa bajamos a segunda.

Es la bandera del betis, de mi equipo, de algo que llevo dentro de mi, en mi sangre, en mi alma, en mi vida, que está conmigo en cada momento, lo llevo impregnado en la piel, e incluso me identifica y me enorgullezco cada vez que alguien pregunta y yo respondo soy bético, soy del betis, sin avergonzarme, sin bajar la cabeza.

Y esa bandera, la que me compró mi padre, la guardo como oro en paño, en un rincón de mi casa, y en un rincón de mi alma. Nunca la olvidaré, esta ahí, siempre estará.

Los tiempos han cambiado, la bandera, la vieja bandera, casi roída, aún quiere ondear al aire, a un único grito de BETIS, BETIS, BETIS.

Han pasado por mi vida muchas vivencias, alegrías y sinsabores en verdiblanco, pero si algo no se me olvidará mientras viva e incluso me gustaría que me acompañase en mi tumba cuando el último aliento de vida deje de acompañarme, es aquella vieja bandera que aquel día, cuando yo tenía cinco años, mi padre me compró y yo ya me sentía un verdadero aficionado.

Serás la mortaja para mi lecho de muerte,
mi fiel compañera de duras batallas
por eso yo quiero que el día que me vaya
seas la compañera de mi cuerpo inerte.
Y con ese escudo de las trece barras
grabado en mi sangre con letras de oro,
se quede impregnada de betis mi alma
y huela a beticismo en el purgatorio.

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La familia.

Yo soy de Hortaleza en Madrid, provengo de una familia atletica, mi madre, huerfana de madre desde pequeña, se crio en casa de su tio, amigo y ayudante de Vicente Calderon(le vi muchas veces de pequemo en casa de mi tio y en los veraneos que me enviaban a casa de mi tio a Gandia,donde ambos pasaban el verano)
el antiguo presidente del Atletico de Madrid,
Mi padre de origen vasco, siempre ha sido un enamorado del Athetic Bilbao.
Desde peqeño sólo me decian que yo tenia que ser del atleti, yo les respondia que era de un equipo que su camisteta era verde y blanca, del Betis, no se porque, pero de verdad , los colores me gustaban, eso les hacia gracia, estaban convencidos de que yo acabaria siendo del atleti, como todos.
Hace unos cuantos años, fuimos un fin de semana a comer a casa de mis tios, durante la comida, mi tio le pregunto a mi padre si queriamos ir a ver un partido de futbol al estadio del atleti, mi padre me miro y me pregunto: ¿quieres que vayamos al campo para ver un partido, juegan el Athetic de Bilbao y el Betis?
(yo sabia que mi padre, el cual siempre digo que el no iba ni muerto al campo del atleti), yo le respondi que era en el campo del atleti, a lo cual mi padre dijo que no importaba, que no jugaba el atleti, entonces le dije que si, que me gustaria mucho.
El dia del partido mi tio nos recogio en casa, nos llevo al estadio donde nos dieron una bebidas, patatas fritas,etc; para mi era como una fiesta, habia mucha gente. Al entrar al campo nos sentamos cerca del palco, durante el partido mi padre y mi tio me comentaban cosas de la gente, del ambiente,
las canciones, etc... eran como un libro para mi, yo les prestaba siempre mucha atencion.
El partido fue largo y muy emocionante,acabo como todos sabeis, mi padre en ese momento me abrazo, me dio un beso y todavia tengo en la cabeza la frase que me dijo:"es la primera vez que me alegro de ver perder al bilbao, sólo por ver la cara de alegria que tienes"(lo que hace un padre, es increible..).
A partir de ese dia, mi tio nunca más me pregunto de que equipo era, y hasta don Vicente( Vicente Calderon) me regalo una camiseta del Betis, ese verano cuando le vi en Gandia.

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Preciosa iniciativa....Felicidades una vez más. Betisweb fomentando el beticismo del bueno.

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Me imagino que los miembros del jurado gozarán de un amplio vocabulario así como de una correcta gramática, ortografía.....en fin, de un nivel alto en cuanto a lingüística se refiere para poder juzgar a los demás ¿no? Ya que uno de los puntos donde se explican las "normas" o aquellos aspectos a tener en cuenta para "puntuar" es el siguiente: 3.

Se valorará la claridad de las ideas, el mensaje, la corrección en la ortografía y la riqueza de vocabulario.

Y lo que sigue de etse punto: También se tendrá muy en cuenta la inclusión de imágenes mostradas de la persona en su relación con el Betis, incluso de video si es preciso..........¿qué ocurre si las imágenes de tu histroia, relato, etc...no las tienes mas que en tus recuerdos?

Además no encuentro gran diferencia entre los premiados...........porque lo único que va a distinguir un primer o segundo o tercer premio será una placa o un diploma......

Me parece cuanto menos curioso que la iniciativa parta de quien tiene su historia ya escrita y bien cargada de imágenes.......

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enhorabuena por estos maravillosos relatos y vivencia..
buena iniciativa.

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La iniciativa es muy muy bonita, pero tras ver lo escrio por beticista nada mas comenzar.... da miedo presentar... ha puesto el nivel muy alto.

Por la iniciativa

P.D: Con lo que he dicho no me quiero referir a que no me guste lo escrito por beticista, que como todo lo que suele escribir está de 10!!!!

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Estimada Raquel_Ceuta:

Aclararte que quienes hemos organizado este concurso, aprobamos el punto 3 elaborado por mí. Modestamente, y con independencia del nivel ortográfico que puede poseer el resto del Staff, echando un vistazo a muchos de mis post o trabajos (en mi web hay más), verá que, para bien o para mal, las faltas ortográficas son escasas, por lo cual considero estar capacitado como para valorar un escrito; aunque la cuestión principal a tener en cuenta, es el contenido del mensaje, mientras que respecto al asunto ortográfico, sólo se trata de que el escrito esté medianamente decente y comprensible para todos.

Hace algunos años, cuando comencé a ojear y postear en BW, allá por el 2005, me llamó poderosamente la atención un post o mensaje que elaboró un hombre, muy bonito y repleto de imágenes. Me impactó mucho el contemplarlo desde casi recién nacido, vestido de betikito, y posteriormente, en la última foto de su trabajo, verlo sentado en la grada, ya con 30 años.

Respecto a los premios, si alguien tiene otra sugerencia, que se comunique con el Staff BW y trataremos el asunto. En efecto, no existen profundas diferencias entre los premiados, aunque creemos que una placa se distingue del diploma, básicamente por el material y el precio del coste.

La inclusión de imágenes se tendrá en cuenta, pues BW es uno de los primeros portales deportivos en nuestro país que más foreros y visitas poseen. Ese amplio espectro abre posibilidades para que muchos béticos puedan incluirlas. Actualmente y desde hace años, con la gran cantidad de cámaras digitales y móviles fotográficos disponibles, la imagen es algo que puede estar al alcance de muchísimas personas; mas en mi caso, a veces me "tiro de los pelos" por no haber conservado más fotos o por no habérmelas hecho en muchos momentos, aparte que hace 20 años había menos medios. Sin embargo, se puede dar la circunstancia que ganen trabajos sólamente escritos. De hecho, el fondo de mi propósito, no es la intención de ganar, sino de haber colocado un ejemplo para animar a los foreros para que participen.

Un saludo

Respuesta: "El Betis de tu vida" - CONCURSO

Estimado Estambul:

Me halaga tu opinión, pero tal y como comenté a Raquel_Ceuta en el mensaje de arriba, un trabajo escrito también puede conseguir la victoria en el concurso; de hecho, hasta la fecha hay algunos publicados.

No considero que mi nivel sea alto, simplemente que la historia está trabajada, por decir algo. Por ejemplo, en lo referente a las imágenes, cualquier persona de 20-25 años, puede poseer muchas fotos relacionadas con ella y el Betis, más que las que yo he realizado en 40.

La cuestión es animarse a concursar, decidirse. Lo principal es relatar la historia que creamos que más nos ha vinculado con el Betis, para que, dentro de las posibilidades existentes, las lea el mayor número de personas posible.

Respuesta: "El Betis de tu vida" - CONCURSO

Raquel lo mas importante no es el premio en si, sino comentar y describir algo sobre nuestro betis y dar moviento al foro en estos dias de veranos y asi hacerlo mas ameno ya que no hay futbol.
Hay escritos que pueden llegar al corazon mas que una foto, por lo que no es del todo determinante.

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Mi Consagración

Hace ya tres años, o cosa así, de lo que os voy a contar, y sigo recordando cada detalle como si hubiera sido apenas hace unas horas. Mi familia, está, (como en casi todos los casos) partida en dos; familia materna sevillista, y familia paterna bética, aún así ni mi padre ni mi madre han visto un partido de fútbol en su vida, no les gusta, lo detestan.

De bien pequeño, cuando iva a casa de mi abuelo materno y todos mis familiares por parte de madre se reunían allí, me preguntaban "niño, ¿tu de qué equipo eres?", yo por no enfadar ni defraudar a nadie, elegía la opción fácil "abuelo, yo soy del Sevilla", y cuando pasaba lo mismo en casa de mis abuelos paternos les respondía lo contrario; También decir, que tendría seis o siete añitos y precisamente, el fútbol no era mi pasión.

Ya, con nueve añitos, empecé a jugar a fútbol sala, y instalaron en mi casa 'Auna Cable' (o lo que es lo mismo ahora, Ono), y algunas veces veía partidos de fútbol por mi cuenta; sí, solo. Y así, poco a poco, tuve que elegir, Sevilla o Betis... madre, o padre...

Elegí la opción fácil por aquel entonces, el Betis, aunque, ahora me pese aquella decisión, y no por el que no quiera ser bético, que para mí es ya un orgullo, si no, por lo que sufrimos hoy en día los béticos, que sin nombrar, todos sabeis las razones y las causas.

Pues, pasaron los años de bético, y llegó la copa, no recuerdo muy bien aquel día, solo me acuerdo de estar repintado de verde y blanco en casa de mi abuelo (paterno) y saltando y gritando todo el mundo. Pero aquello no es lo que pienso contar, si no, más allá, pues por aquel entonces, yo era bético "de boquilla", como el que dice, pues no sabía ni quien presidía ni la plantilla, ni entrenador ni leches.

Pero con 11 añitos, me llegó la oportunidad de mi vida, un amigo de mi padre le ofreció dos carnes 'en calidad de cedidos' para ver el R.Betis-Athletic, de la temporada 06-07. Mi padre intentó no ir, pero mis continuos ofrecimientos, ruegos, y llantos terminaron haciéndole ceder.

Me acuerdo que sería Abril o Mayo, y hacía una calor horrorosa. Aún así sólo tenía el chandall del Betis, (otra cosa que me costó la vida lograr) y unos calcetines del R.Betis, que regaló un ex jugador del Glorioso, un tal Ortega, a mi padre, cuando éste era muy pequeño. Pues, aún así, mi chandall y mis calcetines de algodón gordos, puesto 'pal frío' y cogimos el coche dirección Benito Villamarín.

Yo, estaba tremendamente nervioso y me acuerdo de estar cantando el himno del Betis durante todo el trayecto Dos Hermanas-Heliópolis. Aunque fuera pesado mi padre me comprendió y miraba atrás del auto, y sonreía, dejando entrever que sabía lo muy feliz que estaba.

Llegamos, y de lo emocionado que estaba cuando cogimos la curva de gol norte, y en la raja se dejaba ver la multitud dentro del estadio, empecé a llorar de la emoción, la gente se paraba y me miraba mientras me limpiaba las lagrimas "de cocodrilo" con mi chandall del Betis. Mi padre al verme, se puso a llorar el también, la gente pasaba a los dos lados de la avenida y nos miraba, a mi la gente me daba igual, hoy era mi día, un día que recordaré toda mi vida, el primer día que visitaba el Benito Villamarín.

Llegamos a la puerta, y mi padre salió corriendo soltándome mi sudorosa manita, por un instante, estabamos al lado de una tiendecita, donde mi padre tuvo el detalle de comprarme una bufanda de mi equipo, mi padre le dijo al tendero que era la primera vez que venía y que le explicara como entrar, al rato, cuando se despidieron, el tendero me dijo unas palabras que resonaron con fuerza en mi interior <<"contigo allí animando, el Betis gana seguro">> y encaminamos el rumbo hacía la puerta de entrada.

Ya, después de estar merodeando por los aledaños del estadio (por que mi padre no sabía como entrar) terminamos pidiéndole a una viejecita que nos indicará como entrar, finalmente lo logramos. Me acuerdo que entramos por la esquina que pega con gol norte, no sé muy bien explicarlo, y la entrada como el que dice "estaba en la otra punta", y tuvimos que dar empujones a todo el mundo para llegar a nuestros asientos.

Me perdí los quince o veinte primeros minutos de juego, pero, me daba igual no ver el partido, quería estar entre los míos lo que sentían como yo, mis 'hermanos béticos'. Cuando nos sentamos, empecé a narrarle en particular el partido a mi padre, "papá, papá, ese es Nano!" "Mira, mira, joé, no vea, este es Joaquín" "mira, ves el negro del medio, ese es AssunÇao", mi padre no miraba el partido, me miraba a mí, y yo me sentía especial.

Cada vez que se acercaba un jugador a mi zona le gritaba y les daba ánimos, me acuerdo que estaba para sacar de banda AssunÇao, y empecé "vamos AssunÇao, que va a llegar el gol, venga *******" y me miró así muy extrañado, ese fue el instante mítico del partido... Y llegó el gol del Athletic, fue Yeste, no me acuerdo muy bien, en ese momento, la gente empezó a silvar y a dal golpes contra los asientos, y aquel campo se convirtió en una bomba, fue mágico, algo, surreal, estupendo, fantástico, asombroso, y otros adjetivos de la misma categoría.

Pero de pronto, el sonido cambió a "Uuuuooooo!!". Miraba a un lado, a otro, la gente parecía subirse por encima de otras persona, parecía un manicomio, se desató la locura por unos treinta segundos, la gente que ni se conocía se abrazaban solo por tener la misma camisa, y claramente, los mismos sentimientos. Y, no fue otro que el castigado Dani.

Ese día fue especial para mí, aunque ni se ganara, para mi fue todo un triunfo de beticismo. Fué, mi consagración como bético. Desde ese mismo día, me convertí en 'preso de las trece barras'.

Respuesta: &quot;El Betis de tu vida&quot; - CONCURSO

Beticismo en Redondo


Como se dice en el inicio del documental del Centenario de nuestro club, “el Betis es como todos los misterios algo difícil de explicar, muy difícil”. Y más aún es rescatar un único recuerdo, anécdota o historia de una vida en verdiblanco.

Por ello y, reflexionando sobre nuestra difícil situación actual, encontré una anécdota que desarrollada puede servir para ejemplificar nuestro pasado, presente y, porqué no, nuestro futuro.

Creo recordar que contaba con tres primaveras cuando pisé por primera vez el Estadio Benito Villamarín. Y cómo no, iba de la mano de mi abuelo. Fue la primera de muchas en que cruzábamos la calle periodista Ramón Resa para alcanzar ese antiguo Fondo construido para el mundial organizado por nuestro país en 1982.

Fueron muchas tardes de alegría, ilusión y sueños, pero también de muchos desengaños, tristezas y sinsabores. En éstos últimos, es donde uno tenía y tiene la oportunidad de vivir el verdadero beticismo. Eran tiempos de idas y venidas entre segunda y primera división, tiempos en que la economía no daba para más y en que, más pronto que tarde, el club tendría que convertirse en sociedad anónima deportiva.

En esos momentos de mi más tierna infancia y con la situación del club bajo mínimos es cuando mi abuelo me contaba historias de los duros años del manquepierda. Siempre con una sonrisa en el rostro, evocaba situaciones como haber tenido que realizar rifas de ganado para ayudar económicamente al club. Además, me habló del mítico desplazamiento a Utrera y de muchos otros de la década en que nuestro glorioso club anduvo por la tercera división del fútbol español. También de cuántas tortillas de patatas y cuántos kilómetros de pasión y fidelidad a unos colores o de las “zancadillas” que un club y un presidente de cuyo nombre no quiero acordarme pusieron en el doloroso camino de esos años.

Recordando esto desde la añoranza y el cariño y haciendo una breve reflexión, considero que la situación actual tiene bastante de parecido a la mencionada en esas historias que mi abuelo me transmitió. Es época de crujir de dientes, de olvido institucional (tanto en el ámbito deportivo, político y social), sufrimiento, destrozo e intento de apropiación de unas señas de identidad y unos valores que nos han hecho únicos.
La mayor diferencia entre ambos tiempos en verdiblanco radica en que nuestros antepasados luchaban contra elementos externos y nosotros tenemos y tendremos que luchar, sobre todo, contra elementos internos a nuestra institución.
Por otra parte, y en contraste, la mayor similitud se refleja en esas familias que cada quince días buscan la historia de su vida al final de la palmera y siempre mantendrán vivo el fuego del verdadero beticismo.

Para terminar, no rememoraré ninguna anécdota más reciente, sino que os pediré que nos preparemos para sentir, luchar y ganar...porque siempre pudimos y podremos hacerlo. Bendita la oportunidad que nos brinda el destino, ésa de rememorar y perpetuar lo que otros ya hicieron. Porque como un día escribió García Márquez, “La vida transcurre en redondo”. Y, en nuestro caso y en el de los que se fueron, también en blanco y verde…

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grande escritos los ya expuestos

Respuesta: EL NAZARENO DE VERDE Y BLANCO (Basado en Hechos Reales)

OOOOOOOOOOOLEEEEE!!!!! Vaya historia, que manera de emparejar dos sentimientos que son tan diferentes pero que son tan importante en nuestras vida.
Yo tambien me siento tu nazareno, el que te va a estar esperando hasta que te vea asomar por esa esquinita, esa esquinita que nos llene de satisfación, de ilusión...
Yo, tu nazareno, tu aficionado, te voy a estar esperando a ti, a ti Betis, para que de una vez por todas seas de que quien te queremos, de los beticos, que no estes en las manos del diablo.....Ahora mas que nunca me siento de nazareno, ahora mas que nunca no te vamos a dejar solo, ahora mas que nunca....VIVA EL REAL BETIS BALOMPIE!!!.

Respuesta: &quot;El Betis de tu vida&quot; - CONCURSO

No pretendo competir con mis compañeros foreros con este escrito, ya que la competición es lo de menos, me parece preciosa esta iniciativa y una forma muy bonita de que béticos de corazón, como estoy seguro que somos los que nos reunimos cada día frente a la pantalla de un ordenador, compartamos entre nosotros, la parroquia verdiblanca, las historias y las vivencias en nuestras propias carnes relacionadas con nuestro Glorioso.

Mi historia se remonta al año más grande de los que he vivido, el 2005, aunque hay que ir más atrás en el tiempo para que mi corazón comenzara a albergar ese sentimiento al que pocos han podido poner nombre, amor, cariño, admiración… un sinfín de adjetivos que no podrían calificar lo que siento por todo lo que simboliza el escudo de las trece barras. Desde pequeño, amamanté el fervor a estos colores, de familia bética, al menos con la familia con la que tenía contacto más habitual. Cuando ya empezaba a tomar constancia de lo que era el deporte rey, y de porque me gustaba el equipo que me gustaba, no fui uno de esos niños que preguntan a sus padres, ¿porqué somos del Betis?, siempre supe que el verdiblanco sería mi color.

Mi contacto inicial con el fútbol no fue el concepto de penalti, ni el fuera de juego ni mucho menos, creo que como todos los críos empezamos con el tema de los cromos de fútbol, iluminándoseme la cara cuando pasaba las páginas del álbum y reparaba en la página del fondo verde, con jugadores como Alfonso, Finidi, Jarni… emblemas en el Betis de mi infancia, jugadores que no olvidaré y que siempre estarán presentes en mi particular historia bética. Cuantísimas veces me dormí con el firme deseo y la ilusión de que algún día sería compañero de vestuario de Alfonsito, que me pondría las botas blancas igual que él, y que sería yo quién brindara los pases de gol para que el colocase los tantos en el luminoso, que transformados en puntos nos hiciera campeón. Si, soñaba con jugar en nuestras filas (ay, inocente ignorancia de juventud, aún no había asumido que no era bueno jugando al fútbol).

Todo esto hizo que mi Betis y yo estuviéramos cada día más unidos, me sentía orgulloso del conocido “Manque Pierda”, de ser bético, de no esconderlo y de ondear mi bufanda cuando iba a la peña del pueblo los domingos a ver los partidos con los amigos. Pero fue un 14 de marzo de 2003 cuando se cumplió uno de mis sueños, pisar por primera vez el Benito Villamarín, ver un partido en vivo. Empezó siendo una mañana triste, anodina, de esos días raros que se dan en la provincia, extrañamente lluviosa y brumosa. No recuerdo que estaba haciendo cuando sonó el teléfono de casa, era mi tío, el único que solía ir a ver el equipo al campo, ya que por mucho que yo pidiera ir, mi padre no me dejaba ir con nadie y el se negaba a llevarme, porque no es aficionado al juego de la pelota. Tras colgar el teléfono, se aproxima mi madre a mi y me dice: “Dice tu tío que si quieres ir con él y con tu primo a Sevilla a ver el Betis”. Me quedé sin palabras. Tenía ya 12 años, pero la emoción me embargó, solo pude asentir y tragar saliva. Todo estaba decidido, a las 5 salíamos. La tarde era triste, y el partido no era un partidazo, Betis–Osasuna, pero más que suficiente para hacerme feliz.

Llegamos a los pies del estadio, y me pareció más grande de lo que había percibido en ocasiones anteriores que había pasado por allí. Nos aproximamos a la puerta por la que nos pertenecía entrar, esperando detrás de una cola de aficionados compañeros que se agolpaban para entrar porque estaba comenzando a caer una fina manta de gotas de lluvia. Entramos y ocupamos nuestras localidades, locos de contento, tanto mi primo como yo, novatos en eso de estar allí viendo el fútbol en directo. Fue un día gris, frío, que me costó un resfriado y unos días con dolor de garganta, pero fue el momento más grande de mi vida hasta ese momento. Ese día, el conjunto verdiblanco ganó a Osasuna, como prefacio de lo que ocurría 2 años después.

Salto 2 años en mi historia y nos colocamos en el día grande de la Historia reciente de nuestro club, el 11 de Junio de 2005. La temporada había sido excepcional, clasificados para Champions, la afición estaba contenta, pero aún podíamos coronarnos, subir al Olimpo del fútbol español, ganando la Copa del Rey. Estamos de acuerdo, no era la liga, pero hacía 28 años que no celebrábamos el título del monarca. Ese día, contra mis deseos, un pude estar en el estadio, y tampoco en Sevilla, donde podría haber disfrutado arropado por cientos de compañeros béticos, que llenaban la capital andaluza. Estaba de cena familiar, tradición milenaria casi en mi familia ese día. Cuando empezó el partido nos sentamos todos frente a la pantalla del televisor a ver el partido. Transcurrieron entre tensión los minutos del partido, máxime cuando a escasos minutos del fin, Osasuna marcaba y forzaba la prórroga. Se alargaba un encuentro que se prometía agónico. No voy a pasar a relatar los 30 minutos que duró la prorroga, pero cuando el árbitro, tras la última parada de Tony Doblas, pita el fin del partido y se produce el estallido de júbilo entre los que estaban presentes, y yo allí, quieto, mirando la pantalla, con dos lágrimas corriéndome por las mejillas, emoción contenida. Que sentimiento más grande, que hongo orgullo, cuando veo a ese capitán Cañas, en ese palco, recibiendo de manos de Don Juan Carlos la copa que nos acreditaba campeones, más lágrimas de emoción.

4 años son los que han pasado desde aquel día. 4 años, aunque parecen haber sido muchos más, el equipo ha cambiado, los buques insignia del equipo de aquel momento ya no están, o quedan pocos y maltrechos, se ha producido incluso una escisión en la afición, loperistas y antiloperistas. Desde estas líneas que he escrito arriba pido la unidad de los béticos, volvamos a ser grandes como fuimos antaño, entonemos el Manque Pierda, llevemos al equipo en volandas a la máxima categoría del fútbol español.

Esta no es toda mi historia bética, pero si la que recuerdo con más cariño, en lo que pienso después de un partido perdido, de una decepción en el campo, recordando porqué soy bético y porque lo seré cuando deje de vivir, y seguir siéndolo engrosando la ya gran lista de béticos del anillo.

Respuesta: &quot;El Betis de tu vida&quot; - CONCURSO

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