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Ignacio Sánchez Mejías, el presidente torero

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  • Ignacio Sánchez Mejías, el presidente torero

    Artículo publicado en @cihefe:

    El pasado 13 de agosto se cumplieron 80 años del fallecimiento de Ignacio Sánchez Mejías. Murió en Madrid a la edad de 43 años, víctima de la cornada que le dio el toro Granaíno en la plaza de Manzanares dos días antes. Trasladado a una clínica de Madrid, falleció a consecuencia de las complicaciones que la cornada en la ingle le produjo. Fue trasladado a Sevilla y enterrado entre el pesar de la población en general y de la afición bética en particular. Entre mayo de 1928 y septiembre de 1929 Ignacio Sánchez Mejías fue el presidente del Real Betis Balompié. E incluso fue nombrado presidente de honor a continuación, ejerciendo una importante influencia en las directivas béticas al menos hasta septiembre de 1931. Sánchez Mejías había nacido en Sevilla en 1891, en una familia de clase media. Su padre, médico, intentó encauzar en la misma profesión a su hijo, pero éste fue reacio al estudio. Ya desde niño prefirió al ambiente taurino que, no olvidemos, era con diferencia el espectáculo con mayor atracción popular a comienzos del siglo XX. Su pasión por el mundo del toreo le llevó a fugarse de su casa con 18 años, embarcando de polizón con rumbo a América. Allí, tras numerosas vicisitudes, entró a formar parte de diversas cuadrillas que por entonces “hacían las Américas”; volvió a España en 1914 como un consumado banderillero y novillero en ejercicio. Al año siguiente se casó con Dolores Gómez, hermana de la gran figura del momento, Joselito el Gallo, y poco a poco se fue abriendo camino en la profesión, de forma y manera que en 1919 tomó ya la alternativa como matador de toros en Barcelona. Ignacio Sánchez Mejías fue un torero de raza y valentía, y en los años 20 lo podemos considerar ya un torero plenamente establecido y triunfante, dentro del escalafón taurino de la época. Pero lo que hace a Sánchez Mejías distinto y tan peculiar está en su personalidad y su interés por otras muchas facetas de la vida. Mantuvo frecuentes relaciones con la brillante intelectualidad de la época, siendo amigo de gran parte de los literatos y poetas que conformaron la llamada Generación del 27. Este elenco de figuras literarias tomó este nombre a raíz de las reuniones celebradas en Sevilla, organizadas por el Ateneo de esta ciudad, para conmemorar el tercer centenario del fallecimiento de Luis de Góngora, poeta cultista cordobés. Todas las actividades desarrolladas por el grupo (José Bergamín, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, etc) fueron financiadas económicamente por Sánchez Mejías, convertido en el mecenas que hizo posible la celebración. El mismo fue autor de diversas obras teatrales, como el drama Sinrazón, estrenado en Madrid en 1928, y la comedia Zayas, estrenada ese mismo año en Santander. Se interesó por muchos otros temas, desde la aviación y su desarrollo (fue piloto aéreo), la agricultura, en su cortijo de Pino Montano, o la presidencia de la Cruz Roja, el juego del polo y el mecenazgo de eventos deportivos, como por ejemplo la asistencia por primera vez al Cross de las Naciones de Atletismo en 1929 en París del equipo español, que ayudó a subvencionar con seis mil pesetas. Con el Betis entró en contacto en el año 1928, cuando dos directivos del equipo, Juan Alfonseca y Adolfo Cuéllar, le ofrecieron la presidencia del club. En una entrevista aparecida en el diario sevillano La Unión, a los pocos días de acceder a la presidencia en mayo de 1928, manifestaba su simpatía por el equipo verdiblanco a raíz “de haber coincidido en varias capitales de España, haciéndome pasar con sus actuaciones ratos muy agradables” . Cabe destacar que el Betis en este momento se encontraba en una franca etapa de expansión. En enero de 1928 consiguió por primera vez ganar el Campeonato de Andalucía, hasta entonces casi siempre en manos del Sevilla FC. Hay que señalar que desde la regulación del profesionalismo en 1926 el Betis pudo “defenderse” del eterno rival, que con frecuencia le arrebataba a sus mejores jugadores aprovechándose del llamado “amateurismo marrón”. A partir de esa fecha los jugadores béticos son profesionales, y, como tales, no pueden romper el contrato que les liga a su club. En la asamblea de socios celebrada el 27 de mayo de 1928 Ignacio Sánchez Mejías es proclamado presidente del Real Betis Balompié. Entre las primeras medidas estuvo la de promover el deporte mediante el apoyo a las secciones de pedestrismo, ciclismo, frontón, esgrima, boxeo y náutica. Y a los pocos días se anunciaba la presencia en Sevilla de uno de los equipos punteros de la época: el CD Europa barcelonés. Desde el primer momento Ignacio Sánchez Mejías va a combatir el favoritismo federativo. Así en la asamblea de la Federación Nacional celebrada en julio de 1928 el club se manifiesta en contra del sistema que le otorga 2 votos, siendo el campeón vigente, mientras que al Sevilla le da 4, siendo subcampeón. En una carta pública del 13 de julio de 1928 se expresa con contundencia contra la Federación Regional Sur: “Nuestra Delegación Regional no está capacitada para lo que pudiéramos llamar la verdadera labor, por representar sólo y exclusivamente a uno de los clubs, olvidando en toda ocasión que los intereses deportivos regionales no pueden circunscribirse a militar apasionadamente en un solo bando, y sin tener en cuenta que su cargo depende de la voluntad de los clubs regionales”. Y concluía con rotundidad: “Por hoy estas declaraciones, que creemos terminarán aquí, ya que los resultados de la asamblea nacional habrán abierto los ojos a los que incautamente creían que las cuestiones de fútbol en Sevilla iban a ser eternamente una merienda de negros”. Por esta nota pública la Federación Regional Sur impuso al club una multa de 500 pesetas y le obligaba a retractarse públicamente. No gustaba lo que se decía en ella y mucho menos que se airease a la opinión pública. En ese mismo de julio una Junta Extraordinaria de socios del club bético acordó no pagar la multa, y denunciar la doble vara de medir de la Federación Regional, que sí permitió por esas mismas fechas otra nota pública del equipo sevillista. El dinero sería depositado en la Federación Nacional, ante la que se establecería el correspondiente recurso, y se negaba cualquier posibilidad de retractación pública. En esa misma Junta Extraordinaria Sánchez Mejías lanzó varias ideas: una reforma del Campo del Patronato, con la construcción de un campo anexo de entrenamiento, velódromo, campo de tenis y piscina de natación. Todo ello con un coste estimado de 400 mil pesetas. Se dieron a conocer las gestiones para la realización de un festival taurino en la Maestranza en el mes de agosto, exclusivamente para los socios del club verdiblanco, y se lanzó la idea de la creación de un casino también para los socios béticos. En septiembre en una nueva Junta Extraordinaria se presentan unos estatutos reformados para la dirección de la sociedad. Así mismo se informa de las obras de reforma ya iniciadas en el Campo del Patronato, y que consisten en la construcción de una tribuna cubierta, así como de la piscina y el frontón. Se comunica el acuerdo al que se ha llegado con la directiva del Sevilla FC para que sea el Betis el equipo elegido para la inauguración del nuevo recinto sevillista de Nervión. En este encuentro, jugado el 7 de octubre de 1928, se impuso el Betis 1-2. El 28 de octubre en un partido del Campeonato de Andalucía contra el Málaga (4-0 para los locales) quedaba inaugurado el nuevo recinto del Campo del Patronato. En el terreno deportivo Sánchez Mejías intentó los fichajes de los madridistas Jaime Lazcano y de los donostiarras Martín Marculeta y Francisco Bienzobas. En ambos casos con la oposición de sus clubs, y el choque frontal con la Federación Española de Fútbol. Esto fue definitivo en su decisión de abandonar la presidencia del club bético, por lo que en la asamblea anual de socios del 1 de septiembre de 1929 hizo efectiva su renuncia, siendo elegido para el cargo su amigo Daniel Mezquita. En la misma asamblea fue elegido presidente de honor, aunque su influencia y ascendiente sobre las directivas del club son evidentes hasta 1931 al menos. Como curiosidad en la asamblea de socios del Sevilla, celebrada en julio de ese mismo año, se acordó la expulsión de Ignacio Sánchez Mejías “por actos realizados en contra del Sevilla FC, acordándose por unanimidad”. Hay que señalar que en esta época ser socio de ambos clubs no era una circunstancia tan anómala como lo podría ser hoy. Sánchez Mejías llevaba retirado del toreo activo desde 1926 y en 1934 decidió volver a los ruedos. Lo hizo en Cádiz el 15 de julio, toreando posteriormente en San Sebastián el 22 de julio, en Santander el 5 de agosto, en La Coruña el 6 y en Huesca el 10. No tenía que actuar en Manzanares el día 11, pero lo hizo para sustituir a Domingo Ortega, que estaba lesionado. A partir de ahí la tragedia anteriormente narrada. Un año más tarde su amigo Federico García Lorca le dedicó una sentida elegía, el conocido Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. “Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
    Un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
    Yo canto su elegancia con palabras que gimen
    Y recuerdo una brisa triste por los olivos”


    Ignacio Sánchez Mejías, el presidente torero | Cuadernos de Fútbol

    Salu2, Manuel

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