Pepe Mel [LEFT]no se va a volver loco tras la mala racha de resultados encadenada por el equipo, a la que se ha unido la mala imagen ofrecida en los dos últimos desplazamientos a Valencia y Madrid, en los que el Betis ha encajados seis goles frente a Levante y Rayo Vallecano. Es decir, que el técnico madrileño no tiene previsto liarse la manta a la cabeza y realizar una [/LEFT]revolución en el once inicial[LEFT], medida en la que, por otra parte, no cree y que, a cuentagotas, ha llevado a cabo desde que hace ya más de año y medio aterrizase en el club verdiblanco.
Y los motivos, fundamentalmente, amén del ya apuntado, son otros dos. El primero es que, pese a las derrotas, Mel está convencido de que vienen jugando los que mejor pueden hacerlo, salvo en algún caso muy concreto, y el segundo es el escarmiento que supuso para él y para el equipo los numerosos cambios habidos hace justo una vuelta cuando el equipo realizó un doble desplazamiento a Barcelona y Santander para medirse a los dos rivales que el jueves y el domingo deberá afrontar en Heliópolis.
Eran las calendas de octubre cuando, tras la cuarta derrota consecutiva de la temporada frente al Rayo Vallecano, Mel se decidió a una rotación de futbolistas, pero, principalmente, a modificar el sistema de juego, no tanto en su disposición táctica como en la idea. Así, en Cornellà, Ustaritz, Beñat, Juanma y Santa Cruz relevaron a Amaya, Jefferson Montero, Salva Sevilla y Jorge Molina. A los cuatro cambios, el técnico se decidió a presionar más atrás, en campo propio.
El Betis se mostró tremendamente conservador y, en el minuto 53, Mel hizo debutar a Tosic, quien entró por Santa Cruz. El equipo, más defensivo aún, encajó un gol en el minuto 75 y se halló sin respuesta. En el autocar de vuelta al hotel, el técnico y los propios futbolistas cayeron en la cuenta de que aquél no fue el Betis y, tres días después, ofreció una respuesta distinta pese a cosechar una nueva derrota.
Fue en Santander, donde Isidoro y Dorado, que ya había relevado en el descanso al lesionado Mario ante el Espanyol, entraron en defensa. Mel apostó por la velocidad en ataque y Pozuelo y Jonathan Pereira se la dieron. Al descanso, 0-0 y dos tiros al palo de un Betis más ofensivo, como solía, pero que sucumbió una vez más al primer gol del rival, justo lo que le ocurre ahora. Fue Stuani, a la hora de juego, quien marcó y sólo Jefferson Montero, tras un buen pase de Matilla en los estertores, dio respuesta con un disparo fallido solo ante el portero.
Quizá por ello, Mel ha decidido que no es bueno retocar en demasía el equipo y, aunque se hablaba de una posible suplencia de Dorado -se lo veía más cómodo con el dinámico Mario que con Paulao-, todo hace indicar que el madrileño sólo introducirá la novedad de Juanma por Salva Sevilla, al objeto de abrir más el terreno de juego frente al Espanyol. Y es que a Mel, en Heliópolis, le gusta más jugar con dos extremos que con uno solo, dejando para el virgitano la banda derecha.
Con todo, Juanma, quien se pega más a la cal que Salva Sevilla, también tiene la buena costumbre de trazar diagonales y conducir el balón por el centro del terreno, circunstancia además que facilitará las llegadas desde atrás de Nelson, muy apagado en el último partido en Vallecas.
Ésa será, nuevamente, la principal arma a utilizar, la velocidad del portugués y de Jefferson Montero por las bandas. Ante el Racing sí podría haber más cambios en la medular o en el ataque, con oportunidades de nuevo para Salva Sevilla, Cañas, Beñat, Pozuelo, Jonathan Pereira o Santa Cruz, aunque será el desarrollo del primer partido y la fatiga los que marquen la línea a seguir.
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Mel no se volverá loco
....... enfin.......
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