“Un cambio total del consejo sería perjudicial para el Betis”
El presidente defiende la transición propuesta por Francisco Estepa

Por Ramón Román / Mateo González, 2 de junio de 2014 9:08 h.



No es un momento fácil en el Real Betis. Ni para el club ni para quienes lo regentan en esta provisionalidad que no impidió los éxitos y a la que se le culpa de los fracasos. Manuel Domínguez Platas (Huelva, 1956), ocupa un sillón poco apetecible en estas circunstancias, pero no va a dar un paso atrás. Las críticas arrecian no sólo por el ominoso descenso, sino por la desestructuración de un club que presumía de gestión modélica. Sereno, sin esconderse ante ninguna cuestión, el mandatario del Betis asume que su popularidad vive horas bajísimas y que tiene que responder a demasiadas preguntas que tiene una afición desilusionada.

-Últimamente se ven muchos cambios en la entidad (secretario técnico, director general, consejeros), ¿qué Betis están construyendo?

-Se está intentando regenerar el que teníamos y crear en lo deportivo un Betis comprometido porque desde mi punto de vista, no ya como responsable en la gestión sino como aficionado y como bético, lo que le ha faltado este año al equipo ha sido mucho de compromiso e intensidad. Queremos que se cree un Betis de gente comprometida, a la que le haga ilusión el proyecto en el que es irrenunciable subir a Primera. En lo institucional buscamos un Betis con un consejo más heterogéneo. El primero que formamos en 2010 venía todo de los administradores judiciales de entonces. Ahora Francisco Estepa, que tiene talante más abierto y es de estar menos encima de los temas que José Antonio Bosch, tiene la idea de abrir el número de consejeros para que entre gente de distintas tendencias del beticismo, subrayando que dentro de la gestión del club, el que designa los mismos es el representante de las acciones de Farusa y por ello no puede nombrar a acusadores ni afectados por la calificación culpable del concurso.

-¿Qué esperan de los nuevos consejeros Alabanda y Montoro?

-Sebastián Alabanda es una persona de un perfil que necesitábamos en el consejo del Betis porque cuando fuimos conscientes de que el fracaso de la temporada era fundamentalmente deportivo no había que ser muy listo para saber que precisábamos alguien así. Gordillo y otra gente del club nos dio a veces su asesoramiento pero queríamos a alguien más, una persona que tuviera algo que ver con el Betis, que conozca su idiosincrasia pero también algo más y Alabanda se ha llevado los últimos treinta años en la banca, en diferentes puestos de una entidad financiera. Es difícil encontrar en el fútbol a personas de este mundo que no tengan intereses y él, en esta etapa de su vida no tiene compromisos, no espera ganar nada ni tiene incompatibilidades. Puede aportar mucho. En el caso de José Montoro es un notario, lo que indica que es un señor de inteligencia y conocimientos. Bético de cuna, sufre, padece y siente el Betis. Nos puede aportar mucho en general como tal pero también en el área jurídica en particular, ya que los asuntos legales, desgraciadamente, tienen hoy por hoy mucha incidencia en el club.

-A pesar de las fuertes críticas tras la debacle del descenso, después de este cambio del consejo permanecen Fernando Casas, Antonio José Sánchez Pino y usted, ¿por qué?

-Los tres seguimos entre los que estábamos la pasada temporada y desde diciembre de 2010 sólo estamos en el Betis Sánchez Pino y yo. Todos los demás han sido sustituidos. Teniendo en cuenta esto no creo que se dé la impresión de apalancamiento. Ha habido una profunda renovación del consejo del Betis. De ocho quedamos dos. ¿Por qué seguimos Casas, Sánchez Pino y un servidor? Porque el administrador judicial, el señor Estepa, que a la postre es quien pone y quita los consejeros porque tiene el 51 por ciento de las acciones, nos pide por lealtad que sigamos con él en esta aventura. Sánchez Pino tiene un cometido que igual no se visualiza convenientemente en el exterior y es el tema de las relaciones con la Liga, CSD, AFE, Federación y demas instituciones. Tiene bagaje y contactos, alo que no es fácil dejarlo en manos de otros para empezar de cero. De hecho, estamos buscando personas que nos representen en las instituciones y se puedan mover por allí cuando llegue el momento de hacer el relevo porque independientemente de las ganas y la responsabilidad que se tengan, todo cambia. Francisco Estepa considera que no se puede prescindir de él todavía. Sobre Fernando Casas tengo que decir que es quien lleva las cuentas, tiene al Betis en su ordenador. Tenemos perfectamente controlado el plan de viabilidad y el convenio y lógicamente estamos aún en el ejercicio, pues finaliza el 30 de junio y tiene que terminar las cuentas de las que somos responsables, cerrarlas y aprobarlas. Si hay más modificaciones en la junta que se celebrará para ello, si entrarán nuevos consejeros y saldrán los que quedan de la etapa antigua pues dependerá de las circunstancias del momento puesto que hacer planes a largo plazo es jugar a equivocarse, aunque las renovaciones se harán entonces.

-¿Dice, pues, que hay opciones de que ustedes incluso sigan tras esa asamblea de final de año?

-Nosotros asumimos un compromiso con Francisco Estepa, quien nos pidió encarecidamente que siguiéramos en el Betis a pesar de las críticas ya que pensaba que no era conveniente una ruptura total porque las cosas no se pueden dejar en un momento, sino hacerlo con un plan y eso pasa por la aprobación de las cuentas de la temporada 2013-14. Cuando llegue ese momento veremos la situación, las personas que quieren dar el paso al frente, sus características y si pueden cubrir las áreas de los que saldrían. En función de ello se toman las decisiones, a veces incluso en contra de la voluntad de las personas. Nuestro compromiso es mantenernos hasta la aprobación de las cuentas. En mi caso, si antes de ese momento el consejo que se vaya creando por estos movimientos piensa en otra persona como presidente, en un minuto tienen uno nuevo. No tengo interés de continuar ni un segundo más de lo que me pidan. Mientras, asumo la enorme responsabilidad y el honor que suponen este cargo.

-¿Son ustedes conscientes de que en estima e ilusión comienzan su tarea casi en negativo?

-No diría tan categóricamente eso. Ustedes han conocido la etapa anterior. Quizás los miembros del consejo teníamos un líder que era José Antonio Bosch, que hacía de auténtico CEO de la compañía. Cuando hemos perdido esa inestimable ayuda de ese referente, que estaba en primera línea y nos traía los problemas ya bastante digeridos, y al no estar nosotros tan al día hemos tenido que tomar tareas que antes se nos venían dadas y simplemente decidíamos a nivel de consejo. No interveníamos tanto en el día a día. No creo que se trate de un problema de ilusión, que la tenemos toda, sino que te abruma la responsabilidad de la situación, que es complicada. Debemos seguir y con toda la ilusión del mundo. Hay compromisos pero no son irrevocables. Si alguien se siente sin ganas, fuerza o ilusión, hay soluciones hablando con el administrador judicial. Como él tiene la idea de ampliar el consejo está teniendo contactos con más gente y podemos decir que hay banquillo. No indico con esto que antes no lo hubiera, pero no se había estado buscando y ahora sí sabemos que hay personas que están dispuestas a dar el paso cuando se les llame.


-De esta manera, les acusan de apoltronarse, aunque tampoco está claro si están en una sila eléctrica.

-Bueno, no es una silla cómoda, pero tampoco eléctrica. Nadie está donde no quiere. Nadie se apoltrona porque la silla tampoco es cómoda. Llevo desde el 28 de marzo como presidente y buenos ratos, cortitos con leche. Muy pocos. Y la responsabilidad es mucha. Lo que pasa es que la gente desde fuera se queja y yo como aficionado del Betis también lo haría, pero que hay que tener una información más amplia de cómo se trabaja desde dentro y no se puede ir uno de un día para otro por perder la categoría. Si eso se insinúa en otros escenarios serios que no sean del mundo del fútbol te dirán «estáis locos, no se puede». Saliendo del fútbol, ahora mismo Rubalcaba asume la derrota tras las elecciones, que supone una pérdida de categoría pero no se va, se queda hasta dejar a alguien a través de un congreso. No te puedes ir de golpe. Hay que seguir y si tenemos que asumir la enorme responsabilidad de tomar las decisiones ahora, pero alguien tiene que hacerlo. No puede ser que tenga que llegar otro sin los conocimientos que ya tenemos. Isabel Simó y Fernando Criado se han marchado tras el compromiso que adquirieron y ceden su sitio voluntariamente, piden la baja para seguir con la regeneración prevista pero hay que hacerlo con un orden y un plan porque entendemos que un cambio total de todo el consejo sería perjudicial para la entidad.

-Una de las voces más críticas a la hora de solicitar esta regeneración es PNB, ¿por qué no se atendió a las propuestas que realizaron?

-De la lista que dio Camilo Puerto en la junta general del 28 de marzo había dos o tres personas que nosotros pensábamos que podían sumar, que tocaban campos o facetas de las que podíamos tener falta en el consejo. Al día siguiente se contactó con ellos y para nuestra sorpresa no querían entrar. Y no como se ha dicho que no querían hacerlo con nosotros, sino con nadie. No sé si ha habido mala interpretación o mala conexión pero ellos no se sentían representados por quienes los propusieron y de hecho seguimos en contacto con estas peronas porque entendemos que pueden sumar y tienen cabida en el consejo del Betis, algunos quizás no para entrar como consejeros pero sí para contar con su ayuda. Si son válidos da igual que los proponga PNB, la Peña Bética de Gordillo o la de Las Pajanosas. Todo lo que sea sumar es bienvenido. Es evidente que no vamos a hacer un consejo de veinte pero podemos alcanzar los diez u once miembros, aunque hay que recordar que no pueden entrar ni acusadores ni acusados para administrar el paquete que está judicializado porque si no, las medidas cautelares caerían al instante siguiente. Por lo demás no hay limitación. Me consta que Francisco Estepa, que es quien designa, aunque nos pregunta, está teniendo conversaciones con mucha gente de procedencia diversa dentro de la gran familia bética para hacer este consejo más heterogéneo.

-¿Les preocupa ser impopulares?

-Habiendo perdido la categoría ser popular sería un milagro. Desgraciadamente no tenemos la aceptación de una parte importante de la afición del Betis, que no de toda porque luego uno va por la calle y hay gente que te agradece tu labor y te felicita. Serán uno, dos, tres o cuatro, pero no lo ven así. Sabemos que con nosotros ha descendido el equipo pero mantenemos el convencimiento de que irnos todos de golpe sería perjudicial para la entidad y por eso no lo hemos hecho. Estepa, que es quien designa los sustitutos, entiende que no cabe una estampida ni los cambios absolutos. Comulgamos de la misma idea y la idea es ir regenerando el consejo. Somos conscientes de que hemos bajado al equipo y tenemos que dar cabida a gente con nuevas ideas, ilusión y más apoyos entre el beticismo, pero en un proceso de renovación, no de revolución, como dice Estepa.

-Le acusan de beneficiarse del cargo. Defiéndase.

-Ni siquiera habiendo vivido el día a día de Miguel (Guillén) durante los últimos meses de su mandato había percibido lo que supone ser presidente del Betis en ocupación y entrega. No te deja tiempo para nada. Hay que estar en el cargo para imaginárselo. No puedo atender a todos los compromisos sociales a los que invitan al presidente del Betis, eso produce una ocupación importante. Para trabajar en mi despacho, lógicamente me tengo que levantar más temprano y acostarme más tarde y no tengo fiestas. La presidencia del Betis no me ha aportado nada económicamente ni lo va a hacer. No sé qué ventaja profesional puede tener además de verme reiteradamente criticado en la prensa, en Twitter o en las paredes de la ciudad deportiva con apelativos nada cariñosos.

-¿Rafael Gordillo va a continuar en su cargo?

-Mientras que yo pertenezca al consejo de administración del Betis Rafael Gordillo tendrá mi voto a favor para que siga. Es un estandarte, un baluarte de una institución como el Betis. Hace una labor inmensa. Aparte de lo que supone su figura en sí, algo que se lo acaba de reconocer la ciudad de Sevilla a pesar de estar vinculado a los que no hemos sido capaces de mantener la categoría, su tarea es impagable. Con las peñas, las instituciones. Todas las semanas tiene infinidad de cosas y eso es vender Betis. No era consciente de que acababa contrato pero sucederá como con todo aquel con el que entendemos que hace bien su función. Se tomará a consideración del consejo y supongo que se le renovará. Yo sólo soy un voto más.

-¿Cómo espera la temporada en segunda?

-Hay clubes en Segunda arrastrándose con presupuestos importantes. El Betis va a ser el equipo a batir. Les cuento una anécdota. En la junta de la liga de Segunda se discutía el inicio de la temporada, que podía ser el 17 ó 24 de agosto. No pude entrar porque aún nos consideran equipo de Primera, pero me contaron que un club andaluz defendía el 17. Le preguntaron que cómo iba a jugar en casa con ese calor y decía que «si empezamos en esa fecha nos toca un miércoles en casa y cae ese día el Betis, me fastidia el presupuesto». Los rivales ya piensan que el del Betis será el día del club, que van a tener un llenazo. Eso supone más presión y que nuestro equipo tendrá que multiplicar su ambición por diez. Seremos el enemigo a batir durante 42 jornadas.



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Sobre todo para ti, que estás muy a gusto.