Sus traspasos reforzarían el presupuesto destinado a las incorporaciones para atender las demandas de Macià y de Mel


A principios de la semana Eduardo Macià se sentó con todos los protagonistas de la plantilla bética para evaluar con ellos el rendimiento individual que habían ofrecido durante la temporada y las decisiones tomadas al alimón con Pepe Mel, que no estuvo en las reuniones con los futbolistas. Se desveló que varios jugadores tienen en situación comprometida su futuro en verdiblanco, puesto que el club no cuenta con ellos y les invitó a buscarse una salida durante este verano, preferentemente antes del 6 de julio, fecha en la cual están citados los profesionales verdiblancos para volver al trabajo y preparar la campaña 2015-16. Este movimiento supone el primer paso para tratar de conseguir que el mercado atienda a los nombres de Vadillo y Lolo Reyes como posibilidades ciertas y así poder financiar, a través de sus traspasos, otras operaciones que el Betis quiere cerrar para fortalecer su plantilla.

El caso es que una vez comunicada la decisión a los futbolistas, llegó el turno de la reunión de Macià con los agentes de los futbolistas afectados. Y el discurso es similar en los casos de Vadillo y Lolo Reyes. El Betis quiere hacer caja con ellos. Se atiende a la juventud de ambos (el canterano cuenta con 20 años y el chileno, con 23) que señala cierta proyección futbolística. A pesar de que a todas luces resulta contraproducente el anuncio público del descarte para provocar el interés económico de los clubes que quieren contratarlos en el Betis están convencidos de que llegarán ofertas de relativo peso para poder desprenderse de Vadillo y Lolo Reyes, poner fin a sus trayectorias en Heliópolis, e ingresar unas cantidades que puedan facilitar la incorporación de otros futbolistas, ya que el presupuesto de contrataciones del Betis, a pesar de los esfuerzos del consejo de administración, no es tan alto como para ir con soltura al mercado y encontrar lo que demandan Macià y Mel.

La valoración en el mercado futbolístico de Vadillo y Lolo Reyes es dispar. El primero tuvo momentos de cotización realmente alta pero entre las lesiones y la falta de continuidad en el equipo, tanto en Primera como en Segunda, le han dejado muy por debajo de lo que prometía, aunque con 20 años aún tiene tiempo de sobra para rehacerse futbolísticamente. El jugador no se tomó nada bien la decisión del Betis de no contar con él pero ahora valorará su futuro lejos del club en el que ha estado desde muy joven. La cláusula de rescisión de Vadillo es de 20 millones de euros y su contrato finaliza en junio de 2016. Un escenario probable es que Vadillo salga por una cantidad no muy alta este verano con cláusulas que beneficiarían al Betis en caso de que se revalorizara en el equipo de destino de cara a posibles ventas futuras. Sin embargo, en el Betis prefieren apurar el mercado que tenga Vadillo en estos meses ya que consideran que el ingreso por su traspaso ha de ser fundamental para rehacer el resto del equipo para el desembarco en Primera.

Con Lolo Reyes ocurre algo parecido. El Betis quiere hacer valer el interés que en estos años han demostrado varios equipos, principalmente de la liga italiana, han mostrado por el mediocentro chileno, que fue de los más destacados en la temporada del descenso pero que en la recién finalizada no ha tenido la continuidad esperada con la competencia de Xavi Torres y Ndiaye en su posición. Lolo Reyes renovó con el Betis el pasado verano hasta la campaña 2016-17 con opción de ampliar una más en función del número de partidos que jugara. Entonces se trató de mitigar la importante rebaja de salario que iba a tener por bajar a Segunda y evitar las tentaciones para marcharse a otros clubes. El futbolista se ha visto ahora sorprendido por la decisión de ser uno de los descartados. En el Betis también esperan que llegue alguna propuesta relevante para traspasar a Lolo Reyes, que en el verano de 2013 costó 900.000 euros procedente del Huachipato.

La situación de Kadir sí tiene matices diferenciales. Entre otras cosas, por la edad, ya que el franco-argelino cumplirá la próxima temporada 32 años y lleva dos años de cesiones (Stade Rennais y Betis). El club verdiblanco tenía la obligación de abonar 650.000 euros al Olympique de Marsella por la cláusula que contemplaba su compra en caso de ascenso, como así ha sucedido. El club francés ha oficializado recientemente el traspaso, pero en el Betis trataban de renegociar esas cantidades. En todo caso, el contrato de propiedad de Kadir por el Betis se activa por las próximas dos campañas y ahora el club verdiblanco busca una salida también bajo la fórmula de la venta, aunque la situación es complicada, a pesar de que Kadir sí ha tenido más protagonismo en el ascenso e incluso regresó a las convocatorias con su selección.

Fuente:
El Betis busca vender a Vadillo y Lolo Reyes para financiar los fichajes - Al final de la Palmera