Durante la presentación de Vargas, Eduardo Macià hizo referencia a la importancia de la experiencia en el equipo durante muchos momentos durante la temporada. Hoy fue el partido que refleja que esto dará muchos puntos al Betis este año. Es muy complicado afrontar mentalmente que durante 45 minutos el equipo rival te va a dominar y a avasallar tu portería, pero el equipo lo hizo a la perfección. Supo sufrir y aguantar el chaparrón sobre la portería de Adán, reforzado por el apoyo inestimable de la grada.
Westermann y Vargas aportaron la veteranía, y Bruno y Adán, el carácter. A partir de eso, el equipo remó en una dirección en pos de una única misión, sacar todo balón que entrara en el área de Gol Sur. El planteamiento del segundo tiempo se simplificó al máximo: el equipo muy junto atrás y repeliendo balones. Dos factores complicaron la empresa.
El primero, la apertura de campo de la Real. Los de Moyes no se lanzaron a saco por la portería rival sino que movieron el balón para encontrar huecos, aunque la defensa achicó bien y estas internadas en el área se contabilizaron con los dedos de una mano. La segunda fue cuando el Betis intentó adelantar líneas, ya que hizo que el equipo visitante ganara con facilidad la espalda de la zaga, gracias a la calidad en el pase de jugadores como Canales o Vela. Cuando el Betis pulió esos dos aspectos, sufrió menos de lo esperado.
Este segundo tiempo tuvo su razón de ser en los primeros 45 minutos, en un partido que tuvo una cara completamente diferente. El conjunto de Pepe Mel realizó unos primeros 20 minutos excelsos, gracias a una premisa: la presión. Los jugadores de Mel no escatimaron en esfuerzos para evitar que la Real Sociedad sacara cómoda el balón. Cuando la gasolina se fue terminando, el equipo visitante ganó en protagonismo, aunque el equipo seguía bien posicionado.
Un capítulo aparte merece la trascendencia de Joaquín sobre el equipo. Más allá de las ganas y la entrega ya consabidas, el portuense creó una asociación con Portillo determinante en ataque, aportando último pase, algo que con Rubén Castro y Jorge Molina delante adquiere una repercusión supina.
Además, se ha comprobado que, a pesar de que ya no sea ese ‘finta y sprint’ (aunque dejó varios desbordes de calidad) ha adaptado su juego a sus características. La inteligencia táctica y la mejora en sus ya de por sí buenos centros, darán un salto de calidad al conjunto del equipo, potenciando todas las parcelas del ataque.
El uno a uno:
Westermann y Vargas aportaron la veteranía, y Bruno y Adán, el carácter. A partir de eso, el equipo remó en una dirección en pos de una única misión, sacar todo balón que entrara en el área de Gol Sur. El planteamiento del segundo tiempo se simplificó al máximo: el equipo muy junto atrás y repeliendo balones. Dos factores complicaron la empresa.
El primero, la apertura de campo de la Real. Los de Moyes no se lanzaron a saco por la portería rival sino que movieron el balón para encontrar huecos, aunque la defensa achicó bien y estas internadas en el área se contabilizaron con los dedos de una mano. La segunda fue cuando el Betis intentó adelantar líneas, ya que hizo que el equipo visitante ganara con facilidad la espalda de la zaga, gracias a la calidad en el pase de jugadores como Canales o Vela. Cuando el Betis pulió esos dos aspectos, sufrió menos de lo esperado.
Este segundo tiempo tuvo su razón de ser en los primeros 45 minutos, en un partido que tuvo una cara completamente diferente. El conjunto de Pepe Mel realizó unos primeros 20 minutos excelsos, gracias a una premisa: la presión. Los jugadores de Mel no escatimaron en esfuerzos para evitar que la Real Sociedad sacara cómoda el balón. Cuando la gasolina se fue terminando, el equipo visitante ganó en protagonismo, aunque el equipo seguía bien posicionado.
Un capítulo aparte merece la trascendencia de Joaquín sobre el equipo. Más allá de las ganas y la entrega ya consabidas, el portuense creó una asociación con Portillo determinante en ataque, aportando último pase, algo que con Rubén Castro y Jorge Molina delante adquiere una repercusión supina.
Además, se ha comprobado que, a pesar de que ya no sea ese ‘finta y sprint’ (aunque dejó varios desbordes de calidad) ha adaptado su juego a sus características. La inteligencia táctica y la mejora en sus ya de por sí buenos centros, darán un salto de calidad al conjunto del equipo, potenciando todas las parcelas del ataque.
El uno a uno:
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Adán: El guardameta volvió a transmitir seguridad, que es de lo que vive un portero, y sostuvo al Betis durante los minutos que peor lo pasó. Su mano a Bruma, determinante. Ficha de Adán |
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Piccini: Muy bien proyectándose en ataque en el primer tiempo, dando más opciones a la atomizada banda derecha verdiblanca, pero sufrió ante Bruma en defensa en el segundo tiempo hasta que se tuvo que ir lesionado. Ficha de Piccini |
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Bruno: : Cuando uno se arriesga, tiene muchas opciones de fallar. Bruno lo hizo y falló y acertó, pero sumó mucho con su carácter para mantener la ventaja Ficha de Bruno |
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Westermann: Expuso poco sus defectos y exhibió sus virtudes. Borró durante muchos tramos a Jonathas y aportó con su veteranía a la zaga para achicar balones. Ficha de Westermann |
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Vargas: Apareció menos que en otros días, pero volvió a ser importante. Centró sus esfuerzos en defensa y secó la banda izquierda. Otro que tiró de experiencia Ficha de Vargas |
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Petros: Sigue sin encontrar su sitio, no comprende que el juego en Europa requiere mayor orden. Esto le costó dos tarjetas y una expulsión evitables que pusieron el partido cuesta arriba para los suyos. Ficha de Petros |
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N'Diaye: Volvió a vaciarse sobre el campo, haciendo un importantísimo esfuerzo físico que hizo que la Real no se moviera bien por el centro, aunque debe aportar más con el balón. Ficha de N'Diaye |
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Joaquín: El adjetivo decisivo se le queda corto. Generó casi la totalidad de oportunidades del Betis y dio mucha frescura al juego bético. La asistencia del gol, un lujazo al alcance de muy pocos. Solo le faltó el gol para firmar el regreso soñado. Ficha de Joaquín |
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Portillo: Formó una dupla genial con Joaquín y sacó de nuevo esa magia que hizo relucir durante muchos partidos en Segunda. Tras el descanso, su actuación fue mucho más discreta, ya que sus características no encajaban en lo que requería el equipo. Ficha de Portillo |
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Jorge Molina: Falló dos oportunidades que no suele errar, pero su presencia se hizo notar entre la defensa txurriurdín. Aún así, con cosas que mejorar. Ficha de Jorge Molina |
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Rubén Castro: Estuvo cuando tuvo que estar. Volvió a marcar el tanto de la victoria y su presencia en ataque sigue generando terror en la defensa rival. Hizo lo que pudo en el segundo tiempo. Ficha de Rubén Castro |
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Dani Ceballos: Salió en un contexto muy complicado, en un equipo que no le estaba echando en falta, pero se puso el mono de trabajo y curró como el que más. Se desfondó en defensa e incluso se permitió el lujo de sacarse un genial pase a Castro de 30 metros. Ficha de Dani Ceballos |
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Cejudo: No aportó nada en ataque, pero sumó en la banda derecha atrás, la más explotada por la Real en el segundo tiempo. Sigue siendo importante para Mel. Ficha de Cejudo |
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Molinero: Salió por la lesión de Piccini con el objetivo de detener a Bruma, el más activo de la Real. No lo secó del todo, pero sí hizo que empezara a jugar por dentro para no medirse contra él. Ficha de Molinero |