Hola compañeros.

Antes de nada este post no va dirigido a nosotros los béticos, sino a los propios jugadores. No es fe lo que nos falte precisamente y basta con ver el ambiente que se ha vivido en este mismo foro durante la semana después de una victoria. Se veía un bético medio animado, con ganas de que su equipo volviese a jugar y aumentar su alegría. Al final, la única alegría de ayer estaba en la espalda de Alex, nada más. Nos la volvimos a pegar. Los nuestros volvieron a tener una oportunidad de engancharnos y la cagaron. Otra vez.

A pesar de esto y con la serie de debates que se pueden abrir acerca del partido de ayer (que si Rubén en banda, que si los cambios, que si la dupla Felipe-Ceballos, que si los laterales...), a mí hay algo que me chirría mucho: los jugadores no creen en lo que tienen que hacer. Si este equipo está confeccionado para jugar, no cree en que pueda hacerlo. No es normal que reciba el portero, nuestros centrales se abran para recibir (y salir jugado) y este patee en largo cuando todo el equipo está abierto. Tampoco es normal rifar un balón como lo hacemos con las líneas tan separadas (como para que el rival no encuentre espacios... no ganamos ni una segunda jugada). No es normal, que a la más remota oposición, el central prefiera rifar el balón por desconfianza en su propio pase o en el control del compañero. No es normal que el lateral tenga miedo en recorrer su banda.

Miedo, sí. Se percibe un miedo terrible en los jugadores. Miedo a pedir el balón, a ofrecerse, a filtrar un pase, a ocupar un espacio para jugar si eso conlleva salir de su zona (no recuerdo a Germán ni a Bruno adelantando su posición cuando el pivote baja a recibir... no avanzan, reculan). El balón siempre va hacia atrás. Nadie lo intenta y el mensaje que se dan unos a otros en ese sentido nos conlleva a no jugar un pimiento.

Se supone que el equipo ha entrenado para jugar, de hecho es lo que hemos visto en buenos momentos de la pretemporada: un equipo que ocupaba espacios y presionaba tras pérdida, que intentaba salir jugado, laterales que doblaban... Pero nada, parece que fue un maldito lapsus porque en lo que llevamos de temporada, hemos tenido más minutos malos que buenos.

Si el equipo trabaja para jugar (parece que todos estamos de acuerdo en que se ven entrenamientoss con otra intensidad y en que la preparación física es otra) y no lo hace, tenemos un problema en el mensaje. Bueno, lo tiene el entrenador (que es el que se irá a la calle) y nosotros lo sufrimos. Poyet habla muy bien pero sus ideas aún no las ha comprado ni un solo jugador de la plantilla. El otro día escuchaba una entrevista a un jugador de Las Palmas (no sé si era Tana) y decía que morían por su entrenador. Eso se ve en el campo.

Paciencia sí, pero cada vez menos. Nos podemos acoger a que faltan 4 titulares: Mandi, Durmisi, Jonas y Sanabría pero nos estaríamos agarrando a un clavo ardiendo.

Saludos y a ver qué pensáis.

PD: Otra cosa mala de jugar los Viernes es que ya estás hasta los cojjones de fútbol todo el fin de semana, al menos si jugamos los Domingos ya el Lunes tengo la cabeza en otra cosa y no en el dichoso partido del día anterior.