Tras el movimiento efectuado por un número considerable de peñas, respondiendo a la sacudida inicial y a su posterior apoyo por otras muchas peñas, que se verá reflejado de forma clara en el trabajo de la comisión encargada por parte de las peñas reunidas, el engendro que se creó tras la entrada en coma de la Federación de peñas ni siquiera se ha movido a ningún nivel. Bueno, sí, en el de los teléfonos y las llamadas al orden.
¿Porqué escribo esto? Porque ni siquiera se han pronunciado, ni siquiera han apoyado la reconstitución de la Federación, un sueño del peñismo y una promesa del actual y en funciones Presidente del Real Betis Balompié.
Esa coordinadora, ha coordinado la nada para hacer eso mismo, nada. No dudo de las ganas, no dudo de su cubículo ni dudo de su beticismo, pero las pruebas de lo conseguido están ahí. Y son sangrantes. Son muy sangrantes. Conseguir algo raspando al accionista mayoritario es ridículo y triste sabiendo lo que se ha dejado por el camino. Saben de más que hay listas negras de peñas, que las convocatorias por parte de la coordinadora brillan por su ausencia, que de interlocutores con el club han pasado a ser meros comparsas junto a otros comparsas más dentro de la maraña.
Ahora, cuando muchas peñas, hastiadas por el vacío y preocupadas por el futuro dan el paso, echan el ancla con toques de atención. Pero para el trabajo duro dejan al señor de siempre, para morder y sacar trapos sucios en forma de investigaciones sobre el pasado, presente y futuro de las personas que causan risa y mofa sino fuese porque son insultos contra esas personas que el único delito que han cometido es que son béticos y quieren hacer algo por el Betis. Y ellos callan, cuando se meten con peñas del Betis, ellos callan.
En poco más de dos meses, las peñas, desgraciadamente por su cuenta, han hecho más que Don José y sus vacías promesas en todos estos años, cuando cualquier reunión era para que el mandamás de turno, o sea, el único, sacase papeles para empapelar a otros.
En poco más de dos meses, ya se ha pedido una reunión que desemboque en la convocatoria de elecciones de la Federación de Peñas, en poco más de dos meses. En poco más de dos meses las peñas se han visto, se han hablado, se han movido más que en muchos años, y eso es gracias a los peñistas, no a quien, además de llevar una SAD de las narices, debería hacer lo posible porque aquellos que son puntales de este tremendo edificio se sientan arropados, que no mimados, para eso, ya miman las peñas al Betis todo lo que pueden y le dejan.
Así, sigue adelante la comisión creada en la segunda reunión realizada en la Rafael Gordillo del Polígono, ahí es nada, una reunión que volvió a congregar a muchísimas peñas. De nuevo. Pero tal congregación no gusta, cuando se reúnen más de cuatro béticos en cualquier acto no controlado hasta el milímetro por el club se produce un nerviosismo que desemboca en la descalificación y eso no debería ocurrir, debería ser al revés, que al producirse cualquier movimiento por parte de cualquiera contase con el respaldo, no con las malas formas y malas artes a las que cada vez se acostumbran menos los béticos.
Por eso me revuelvo y vuelvo al principio, qué hacen, qué dicen, qué piensan, dónde están esos miembros de la Coordinadora de Peñas que nadie los ve coordinar nada y sin embargo están, igual que el escudo abollado de la escalera de la puerta de cristales. Estár está, pero lleno de bollos.
¿Porqué escribo esto? Porque ni siquiera se han pronunciado, ni siquiera han apoyado la reconstitución de la Federación, un sueño del peñismo y una promesa del actual y en funciones Presidente del Real Betis Balompié.
Esa coordinadora, ha coordinado la nada para hacer eso mismo, nada. No dudo de las ganas, no dudo de su cubículo ni dudo de su beticismo, pero las pruebas de lo conseguido están ahí. Y son sangrantes. Son muy sangrantes. Conseguir algo raspando al accionista mayoritario es ridículo y triste sabiendo lo que se ha dejado por el camino. Saben de más que hay listas negras de peñas, que las convocatorias por parte de la coordinadora brillan por su ausencia, que de interlocutores con el club han pasado a ser meros comparsas junto a otros comparsas más dentro de la maraña.
Ahora, cuando muchas peñas, hastiadas por el vacío y preocupadas por el futuro dan el paso, echan el ancla con toques de atención. Pero para el trabajo duro dejan al señor de siempre, para morder y sacar trapos sucios en forma de investigaciones sobre el pasado, presente y futuro de las personas que causan risa y mofa sino fuese porque son insultos contra esas personas que el único delito que han cometido es que son béticos y quieren hacer algo por el Betis. Y ellos callan, cuando se meten con peñas del Betis, ellos callan.
En poco más de dos meses, las peñas, desgraciadamente por su cuenta, han hecho más que Don José y sus vacías promesas en todos estos años, cuando cualquier reunión era para que el mandamás de turno, o sea, el único, sacase papeles para empapelar a otros.
En poco más de dos meses, ya se ha pedido una reunión que desemboque en la convocatoria de elecciones de la Federación de Peñas, en poco más de dos meses. En poco más de dos meses las peñas se han visto, se han hablado, se han movido más que en muchos años, y eso es gracias a los peñistas, no a quien, además de llevar una SAD de las narices, debería hacer lo posible porque aquellos que son puntales de este tremendo edificio se sientan arropados, que no mimados, para eso, ya miman las peñas al Betis todo lo que pueden y le dejan.
Así, sigue adelante la comisión creada en la segunda reunión realizada en la Rafael Gordillo del Polígono, ahí es nada, una reunión que volvió a congregar a muchísimas peñas. De nuevo. Pero tal congregación no gusta, cuando se reúnen más de cuatro béticos en cualquier acto no controlado hasta el milímetro por el club se produce un nerviosismo que desemboca en la descalificación y eso no debería ocurrir, debería ser al revés, que al producirse cualquier movimiento por parte de cualquiera contase con el respaldo, no con las malas formas y malas artes a las que cada vez se acostumbran menos los béticos.
Por eso me revuelvo y vuelvo al principio, qué hacen, qué dicen, qué piensan, dónde están esos miembros de la Coordinadora de Peñas que nadie los ve coordinar nada y sin embargo están, igual que el escudo abollado de la escalera de la puerta de cristales. Estár está, pero lleno de bollos.
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