La humillacion por la que se esta haciendo pasar a Antonio Tapia tan solo es superada por sus enormes tragaderas.

Ya sabemos como se las gasta Lopera, que tan solo piensa en como escurrir el "busto", pero el ¿señor? Antonio Tapia no debe saber lo que es dignidad, ni verguenza profesional o es que tiene una necesidad extrema por cobrar el finiquito en pagares a no demasiado largo plazo.

Despues de la semana con el caso "Juande", en el que desde el club no se desmintio nada hasta que el bluf informativo se desinflara por si solo, hoy el tipo ha tenido que ir a entrenar conociendo todo el mundo que en el Betis nadie lo quiere en plantilla, que nadie tiene la minima fe en su trabajo y que el unico debate que existe, no es si debe o no continuar al frente del Betis sino quien sera su sustituto.

Antonio Tapia ha salido de la ciudad deportiva escuchando a lo lejos como los jugadores opinaban a los medios sobre su supuesto sucesor, Victor Fernandez... todo se lo traga este tipo, normal que lleve en lo alto esa extraña pena. Digo extraña pena porque no es una pena que despierte ningun afecto a los que le soportamos sus intervenciones publicas, es una pena que nos incomodaba, hasta ahora no sabiamos por que, ahora si, se trata de verguenza ajena.

Antonio Tapia como ha demostrado es un pobre hombre, por mucho que el finiquito que se lleve multiplique la nomina de casi todos nosotros.

Con Dios Antonio Tapia, que algun dia sea usted capaz de ergirse...