El hecho de que el presidente de una entidad como el Betis sea imputado por beneficiarse económicamente de la misma, es, o debiera ser, algo tristísimo para los aficionados del centenario club verdiblanco, pero es tanto el daño que le ha causado al Betis y a su afición el señor Lopera en los últimos años, que algo tan lamentable como una imputación judicial, resulta motivo de alegría para muchos aficionados que sienten en verde, blanco y otra vez verde. Imputado, sí, señores: IMPUTADO. Para que una persona sea imputada tienen que existir “Indicios racionales de criminalidad”, así, como suena. Es decir, que hay indicios claros de que Lopera se ha beneficiado económicamente del Real Betis Balompie, S.A.D. Bastante agua debe llevar el río (como por otra parte han demostrado ya los peritos independientes de hacienda) para que Manuel Ruiz de Lopera se vaya a sentar en un banquillo judicial por presunto delito societario. Lo que creo que debería ser inevitable, es que Lopera deje su cargo a la voz de Ya. Una persona acusada de dañar económicamente a una entidad deportiva, no puede seguir al mando de la misma mientras se proyecte sobre él la mínima sombra de sospecha. Como Lopera no va a tener la decencia de dimitir, ni sus consejeros tampoco, esperemos que la jueza haga justicia, ya que es su deber defender a la posible víctima del delito, es decir, el Betis, y debería evitar que Lopera y su consejo sigan al frente del club bético, al menos cautelarmente, hasta que se demuestre si es culpable o no. Por otro lado invito desde esta humilde tribuna a la afición del Betis a mostrar su descontento para con Lopera y sus secuaces cada domingo que nuestro querido club juegue un partido en casa.

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