Habrá quien esté ya dictando sus mensajes para darle cera a Barragán y Sanabria.

Cuando menos se lo esperaba, el Betis consiguió la gesta. El cuadro verdiblanco consiguió vencer por 0-1 en el Bernabéu gracias a un tanto in-extremis de Tonny Sanabria y dejar a cero en su casa a todo un Real Madrid, una máquina ofensiva que llevaba 72 partidos consecutivos marcando gol, gracias, todo hay que decirlo, a un inconmensurable Antonio Adán. Victoria de postín que llena de alegría al beticismo y que invita a ser optimistas de cara a la temporada.

Como ya anunció el propio técnico cántabro, Setién rotó en el once titular para dar descanso a algunos jugadores muy exigidos en el duelo del pasado sábado ante el Deportivo. Guardado, Narváez, Joaquín y Sergio León dieron paso a Fabián, Camarasa, Francis y Sanabria, mientras que el resto de titulares también lo fueron en el partido anterior.

El Betis, a pesar de los cambios, salió muy metido en el encuentro y estuvo cerca de ponerse por delante cuando aún no se habían cumplido los tres minutos de juego. Una buena jugada en combinación terminó con el remate primero de Sanabria que sacó bajo palos Carvajal y que, en segunda instancia, terminó atajando Keylor Navas. El partido tenía alternativas para ambos bandos y el Real Madrid tuvo poco después otra clara oportunidad para adelantarse en el marcador, cuando la zaga verdiblanca sacó bajo palos un remate de tacón de Cristiano Ronaldo.

Camarasa y Modric fueron los siguientes en intentarlo cuando aún no se había cumplido la mitad de un primer tiempo en el que parecía increíble que no hubiera goles. El cuadro verdiblanco se mantenía con mucha personalidad sobre el campo, pero la pegada madridista amenazaba la meta de Adán. Fue precisamente el ex canterano blanco el que se encargó poco después de frustrar un buen remate de Ronaldo.

Fabián, uno de los mejores jugadores béticos hasta entonces a pesar de no haber contado apenas para Setién en lo que llevamos de temporada, tuvo una de las mejores del primer tiempo, con un gran remate que obligó a Keylor a realizar un paradón y mandar el esférico a córner. El resto del primer tiempo tuvo el dominio del balón verdiblanco, aunque Adán hizo aparición de nuevo antes del descanso para evitar el tanto de Isco.

Tras el descanso, el Real Madrid aumentó la intensidad ante el peligro real de no vencer en casa por tercera jornada seguida y dispuso de dos claras oportunidades por parte de Cristiano nada más salir de la caseta, pero el luso no anduvo nada fino. Francis, que estaba cuajando un gran partido en defensa frenando a Marcelo, dispuso de una gran oportunidad pasado el minuto 50 cuando se plantó solo ante Keylor, pero los nervios pudieron con el canterano y mandó el esférico arriba.

El ritmo del partido era frenético y no daba opción a pausa. El equipo de Zidane cada vez asumía más riesgos y los verdiblancos se mantenían replegados atrás esperando una contra. Carvajal y Kroos metieron mucho miedo, pero el palo y la mano izquierda de Adán, respectivamente, evitaron el tanto madridista.

Los nervios empezaron a apoderarse de los blancos a medida que avanzaba el crono, aunque las ocasiones cada vez eran más claras. Adán siguió salvando goles con grandes paradas a Bale y Mayoral a bocajarro. Estas dudas, sin embargo, permitieron al Betis encontrar huecos arriba y hacer correr el crono con la posesión. La poca precisión en los últimos metros evitaba que los béticos pudieran meter miedo en la portería blanca.

Sanabria consiguió incluso batir la meta de Keylor en el 89’ tras un centrochut de Guardado, pero Mateu acertó al anular el gol por fuera de juego al estar ligeramente adelantado. Mayoral tuvo la última para los blancos con un cabezazo, pero Adán consiguió evitar el tanto blanco con un paradón enorme. El Betis empezó a contemporizar con el balón y dejó lo mejor para el final. Cuando sólo faltaban segundos para que se cumpliera el 95’, Boudebouz dibujó un gran pase al segundo palo para que Sanabria hiciera de cabezazo cruzado el 0-1.

Victoria del Betis, que suma 9 de 15 puntos posibles y consigue vencer 19 años después en un campo que hasta ahora le había resultado maldito. Chute de moral para seguir creciendo.