“Estaba muerto y no podía ir, pero con el aliento de la gente iba, iba, iba…”
Guardado reconoce ante sus compañeros la implicación a la que le empuja el aliento de la afición en los partidos en casa
El Villamarín gana puntos. El ambiente renovado del estadio heliopolitano, que ha congregado a más de 90.000 espectadores en los dos primeros encuentros de la temporada, lleva en volandas a los jugadores béticos, que han derrotado al Celta y al Deportivo superando momentos complicados en los partidos. Nada más y nada menos que 45.761 acudieron para ver el 2-1 verdiblanco ante el Celta y 46.174, para comprobar cómo los de Quique Setién derrotaban al bloque coruñés. Pero más allá del número ha cambiado lo que se transmite. Desde el campo a la grada y desde ésta al terreno de juego. Seis de seis, algo que no ocurría desde 2011, para un Betis que ve cómo la nueva grada de Gol Sur blinda su estadio de la amenaza rival. Y eso se contagia a sus jugadores. “Estaba muerto y no podía ir, pero con el aliento de la gente iba, iba, iba…”. La frase es de Andrés Guardado en el túnel de vestuarios, regresando al lugar de descanso tras ganar. Ese jugador que muchos daban como de vuelta y que en pocas jornadas ha demostrado que puede ser el mejor fichaje verdiblanco de esta temporada. El mexicano es un compendio de clase, calidad, oficio y sacrificio, que ha aprovechado el Villamarín para realizar dos partidos sobresalientes y dejar grabadas en las retinas de los béticos las jugadas de los pases a Sergio León y Feddal ante el Celta y el perfecto contragolpe con asistencia increíble a Joaquín para el 2-1 ante el Deportivo.
Disfruta el campo del Betis con los suyos. Y los jugadores lo valoran. Los comentarios en el vestuario eran parecidos a la confesión que hizo Guardado con sus compañeros. Ir a por todas a pesar de que no había aire para ello. Se comprueba en la entrega de un grupo que defiende una idea, que quiere hacer de su campo un emplazamiento seguro para sumar puntos. El salto de Guardado ante Sergio, portero del Celta, en los minutos finales de ese partido o el esfuerzo deSergio León en la banda frente al Deportivo. Gestos de compromiso que la grada valora y que sabe premiar, como con la ovación cerrada hacia Joaquín cuando fue sustituido por Boudebouz. El Villamarín se caía abajo con el portuense.
Guardado, autor de la frase, sintetizaba lo que ha vivido desde que ha llegado al Betis. El mexicano fue contratado como un futbolista de peso para el vestuario y ha sido nombrado como capitán a las primeras de cambio. El movimiento para su contratación sorprendió a todos ya que llevaba varias temporadas en la Eredivisie, que se considera una liga menor. Sin embargo, la capacidad de compromiso del zurdo ha evidenciado que su paso por el Betis no será circunstancial y que su competitividad se transmite. De hecho, ya se ha metido al Villamarín en el bolsillo. Con 30 años y después de dejar una sensacional impronta en el PSV (así lo atestigua su despedida en Eindhoven hace un par de semanas) ha tomado un papel trascendente en el Betis de hoy. Sus palabras, dichas apenas sin aliento en el túnel de vestuarios y tratando de darle una explicación a la increíble realidad que había concretado corriendo más allá de sus posibilidades a causa de la sugestión que provoca jugar con más de 45.000 gargantas a su favor, tuvieron eco también en la actuación de otros jugadores, ya sean nuevos o que conocieran la casa bética. Y es que el ambiente del Villamarín ha cambiado para mejor con una comunión sólida y sin vivir en el alambre como sucedía en las temporadas precedentes por tanto hartazgo.
Los jugadores también comentaron en el vestuario el momento en el que se cantó el himno por parte de todo el estadio durante la segunda mitad y que coincidió con una larga jugada verdiblanca. Unánime también fue la emoción en el minuto 26 con el recuerdo a Miki Roqué, que sonó más fuerte que nunca al estar presentes en el palco los padres del malogrado jugador catalán. Los futbolistas verdiblancos utilizaron sus perfiles en las redes sociales para agradecer el apoyo de la afición y mostrar su reconocimiento. «Siempre me resultó impresionante y ahora sentiros, viviros y escucharos desde el campo solo se define con una palabra: afición», decía Barragán en su perfil de Twitter. «¡¡¡Daaale Betiiiiiissss!!! Enhorabuena, quillo… ¡¡estas finísimo!! @joaquinarte Increíble una vez más cómo estaba el campo…Gracias», señalaba Tello como texto que acompañaba a una foto con Joaquín. «Gran trabajo de todo el equipo y tres puntos más que merecidos, seguimos mejorando, aprendiendo y con más confianza. Increíble toda la afición», escribía Narváez, quien será baja en el Bernabéu.
http://sevilla.abc.es/deportes/alfin...505674057.html
Guardado reconoce ante sus compañeros la implicación a la que le empuja el aliento de la afición en los partidos en casa
El Villamarín gana puntos. El ambiente renovado del estadio heliopolitano, que ha congregado a más de 90.000 espectadores en los dos primeros encuentros de la temporada, lleva en volandas a los jugadores béticos, que han derrotado al Celta y al Deportivo superando momentos complicados en los partidos. Nada más y nada menos que 45.761 acudieron para ver el 2-1 verdiblanco ante el Celta y 46.174, para comprobar cómo los de Quique Setién derrotaban al bloque coruñés. Pero más allá del número ha cambiado lo que se transmite. Desde el campo a la grada y desde ésta al terreno de juego. Seis de seis, algo que no ocurría desde 2011, para un Betis que ve cómo la nueva grada de Gol Sur blinda su estadio de la amenaza rival. Y eso se contagia a sus jugadores. “Estaba muerto y no podía ir, pero con el aliento de la gente iba, iba, iba…”. La frase es de Andrés Guardado en el túnel de vestuarios, regresando al lugar de descanso tras ganar. Ese jugador que muchos daban como de vuelta y que en pocas jornadas ha demostrado que puede ser el mejor fichaje verdiblanco de esta temporada. El mexicano es un compendio de clase, calidad, oficio y sacrificio, que ha aprovechado el Villamarín para realizar dos partidos sobresalientes y dejar grabadas en las retinas de los béticos las jugadas de los pases a Sergio León y Feddal ante el Celta y el perfecto contragolpe con asistencia increíble a Joaquín para el 2-1 ante el Deportivo.
Disfruta el campo del Betis con los suyos. Y los jugadores lo valoran. Los comentarios en el vestuario eran parecidos a la confesión que hizo Guardado con sus compañeros. Ir a por todas a pesar de que no había aire para ello. Se comprueba en la entrega de un grupo que defiende una idea, que quiere hacer de su campo un emplazamiento seguro para sumar puntos. El salto de Guardado ante Sergio, portero del Celta, en los minutos finales de ese partido o el esfuerzo deSergio León en la banda frente al Deportivo. Gestos de compromiso que la grada valora y que sabe premiar, como con la ovación cerrada hacia Joaquín cuando fue sustituido por Boudebouz. El Villamarín se caía abajo con el portuense.
Guardado, autor de la frase, sintetizaba lo que ha vivido desde que ha llegado al Betis. El mexicano fue contratado como un futbolista de peso para el vestuario y ha sido nombrado como capitán a las primeras de cambio. El movimiento para su contratación sorprendió a todos ya que llevaba varias temporadas en la Eredivisie, que se considera una liga menor. Sin embargo, la capacidad de compromiso del zurdo ha evidenciado que su paso por el Betis no será circunstancial y que su competitividad se transmite. De hecho, ya se ha metido al Villamarín en el bolsillo. Con 30 años y después de dejar una sensacional impronta en el PSV (así lo atestigua su despedida en Eindhoven hace un par de semanas) ha tomado un papel trascendente en el Betis de hoy. Sus palabras, dichas apenas sin aliento en el túnel de vestuarios y tratando de darle una explicación a la increíble realidad que había concretado corriendo más allá de sus posibilidades a causa de la sugestión que provoca jugar con más de 45.000 gargantas a su favor, tuvieron eco también en la actuación de otros jugadores, ya sean nuevos o que conocieran la casa bética. Y es que el ambiente del Villamarín ha cambiado para mejor con una comunión sólida y sin vivir en el alambre como sucedía en las temporadas precedentes por tanto hartazgo.
Los jugadores también comentaron en el vestuario el momento en el que se cantó el himno por parte de todo el estadio durante la segunda mitad y que coincidió con una larga jugada verdiblanca. Unánime también fue la emoción en el minuto 26 con el recuerdo a Miki Roqué, que sonó más fuerte que nunca al estar presentes en el palco los padres del malogrado jugador catalán. Los futbolistas verdiblancos utilizaron sus perfiles en las redes sociales para agradecer el apoyo de la afición y mostrar su reconocimiento. «Siempre me resultó impresionante y ahora sentiros, viviros y escucharos desde el campo solo se define con una palabra: afición», decía Barragán en su perfil de Twitter. «¡¡¡Daaale Betiiiiiissss!!! Enhorabuena, quillo… ¡¡estas finísimo!! @joaquinarte Increíble una vez más cómo estaba el campo…Gracias», señalaba Tello como texto que acompañaba a una foto con Joaquín. «Gran trabajo de todo el equipo y tres puntos más que merecidos, seguimos mejorando, aprendiendo y con más confianza. Increíble toda la afición», escribía Narváez, quien será baja en el Bernabéu.
http://sevilla.abc.es/deportes/alfin...505674057.html
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