No es un tópico, por más que se repita: Sevilla es una ciudad de dualidades. Los sevillanos tienen una característica especial que no se da en otras grandes ciudades españolas, como es la capacidad identitaria con sus instituciones. A través de ellas está imbricada completamente la sociedad civil. Raro es el sevillano que no pertenece a un colectivo con el que se sienta identificado y por el que también se le reconoce. ABC ha hecho un estudio sobre las entidades sevillanas con un mayor número de miembros, tanto a nivel social, deportivo, religioso, cultural o profesional. De ahí se refleja un dato revelador: las instituciones más importantes por su censo son, por este orden, el Real Betis Balompié, el Sevilla Fútbol Club, la Macarena, la Esperanza de Triana. En el primero de los casos existe una evidente rivalidad que imposibilita que un sevillano pueda sentirse identificado por ambos clubes. En cuanto a las hermandades, la rivalidad es mucho más forzada y aparente, aunque también forma parte de esa dualidad clásica de la ciudad.
Como ya informó ABC de Sevilla días antes del último derbi, el Betis y el Sevilla son mucho más que dos entidades deportivas, ya que el calado que tienen en la sociedad llega a todos los niveles, incluso el antropológico.
El Betis es la institución más grande en cuanto al número de socios. En esta temporada 2018-2019, han sacado el abono con asiento 50.373 personas, el tope marcado por el club. Con el carnet «Soy bético» —en lista de espera —, hay 5.397. Tras el proceso de venta del paquete mayoritario se ha atomizado tanto el capital, que actualmente el club tiene 13.319 accionistas. El Sevilla, por su parte, también ha alcanzado su límite y récord en el número de socios con asiento: 39.418, una cifra que llega a los 42.836, si se cuentan otros tipos de carnet que tiene el club. Hermandades
Tras el fútbol, las entidades con un mayor número de miembros son las cofradías. En cuanto a las hermandades de penitencia, que son las más numerosas, la media está en unos 3.000 hermanos. Sin embargo, una decena de ellas supera los 5.000 y, concretamente tres, los 10.000. La más numerosa es la Macarena, que ha superado la histórica cifra de 14.400 hermanos, convirtiéndose en la tercera institución con más miembros de la ciudad. Le sigue la Esperanza de Triana, con 13.500 y, justo detrás, el Gran Poder, con 11.982, siendo la cuarta y quinta entidad más numerosa de Sevilla, respectivamente.
A continuación, entran en este ránking los clubes sociales de la ciudad y los colegios profesionales. El Real Círculo de Labradores es el más grande de su categoría, con 11.747 miembros. Ahí se incluyen los hijos y los cónyuges de los socios, que son 4.132. En séptimo lugar, aparece el Colegio de Médicos, con 10.413 miembros y, seguidamente, el Real Club Pineda, con 9.982 socios. Justo después, el Círculo Mercantil e Industrial, con un censo de 8.800 personas, de las cuales 3.100 son titulares. El décimo puesto de la lista de entidades privadas de Sevilla con mayor número de miembros es el Club Náutico, con 8.500 socios.
Fuera del «top 10» está el Colegio de Abogados, que cuenta con un total de 8.073 afiliados. A partir de aquí, comienza una enorme lista de cofradías como los Gitanos, con 6.500 hermanos, la Estrella (5.991) y, muy cerca, San Gonzalo. Con más de 5.000 hay otro numeroso grupo de hermandades: el Cachorro, la Paz, el Cerro, los Estudiantes, San Benito o San Bernardo. Llama la atención cómo la mayoría de ellas están radicadas en barrios de la ciudad, fuera del Centro. Son entidades que, históricamente, no sólo han servido como red en la que se encardina el barrio, sino que han puesto de manifiesto la capacidad identitaria de sus miembros.
A nivel cultural, sin embargo, las instituciones en Sevilla están muy por debajo de las citadas hasta ahora. Así, el Teatro de la Maestranza cuenta con unos 4.000 abonados a los diferentes ciclos, de los que 2.000 son para la ópera. La Plaza de Toros, muy celosa con la cesión de estos datos, cuenta con una cifra de abonados muy parecida, pese a que antaño fue muy superior. Muy alejada ya de otras instituciones está el Ateneo, pese a la importancia social que tiene la entidad: 1.195 socios. «El prestigio social se consigue por las instituciones»
El catedrático de Economía Aplicada, José María O’Kean, comenta que «todos buscamos tres cosas: calidad de vida, prestigio social y medios económicos. Y, en Sevilla, el prestigio social no se alcanza a través del nivel económico, como sucede en otros lugares, sino a través de las instituciones». Ese sentimiento de pertenencia a un grupo hace que las entidades sean «útiles y participativas».
O’Kean cree que, al contrario que otras sociedades, en Sevilla «las élites económicas están cada vez peor vistas y, si formas parte de ellas, o te metes en ese mundo institucional o te terminas aburriendo. Existe ese punto populista ahora que la nobleza no forma parte de la escala social de esta ciudad». Esta es una de las razones, según el catedrático, por la que tenemos un paro tan alto, ya que «quienes generan puestos de trabajo no consiguen el liderazgo social si no es a través de estas instituciones y se acaban aburriendo».
Concretamente, entre todas, «el peso que tienen las hermandades no la tienen otras entidades, ni siquiera el fútbol, ya que articulan unas relaciones sociales que no se dan en otros ámbitos». Y esto se complementa, según el catedrático, con la mayor facilidad de ascenso social, superior también a los clubes sociales de la capital. Pone el ejemplo de su padre, quien fuera presidente del Club Náutico y hermano mayor del Valle. «Mi padre recibió la Copa Stadium de manos del Rey, pero de lo que se acordaba con cariño durante toda su vida fue el hecho de ser el hermano mayor cuando la coronación de la Virgen»
https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-...8_noticia.html
Como ya informó ABC de Sevilla días antes del último derbi, el Betis y el Sevilla son mucho más que dos entidades deportivas, ya que el calado que tienen en la sociedad llega a todos los niveles, incluso el antropológico.
El Betis es la institución más grande en cuanto al número de socios. En esta temporada 2018-2019, han sacado el abono con asiento 50.373 personas, el tope marcado por el club. Con el carnet «Soy bético» —en lista de espera —, hay 5.397. Tras el proceso de venta del paquete mayoritario se ha atomizado tanto el capital, que actualmente el club tiene 13.319 accionistas. El Sevilla, por su parte, también ha alcanzado su límite y récord en el número de socios con asiento: 39.418, una cifra que llega a los 42.836, si se cuentan otros tipos de carnet que tiene el club. Hermandades
Tras el fútbol, las entidades con un mayor número de miembros son las cofradías. En cuanto a las hermandades de penitencia, que son las más numerosas, la media está en unos 3.000 hermanos. Sin embargo, una decena de ellas supera los 5.000 y, concretamente tres, los 10.000. La más numerosa es la Macarena, que ha superado la histórica cifra de 14.400 hermanos, convirtiéndose en la tercera institución con más miembros de la ciudad. Le sigue la Esperanza de Triana, con 13.500 y, justo detrás, el Gran Poder, con 11.982, siendo la cuarta y quinta entidad más numerosa de Sevilla, respectivamente.
A continuación, entran en este ránking los clubes sociales de la ciudad y los colegios profesionales. El Real Círculo de Labradores es el más grande de su categoría, con 11.747 miembros. Ahí se incluyen los hijos y los cónyuges de los socios, que son 4.132. En séptimo lugar, aparece el Colegio de Médicos, con 10.413 miembros y, seguidamente, el Real Club Pineda, con 9.982 socios. Justo después, el Círculo Mercantil e Industrial, con un censo de 8.800 personas, de las cuales 3.100 son titulares. El décimo puesto de la lista de entidades privadas de Sevilla con mayor número de miembros es el Club Náutico, con 8.500 socios.
Fuera del «top 10» está el Colegio de Abogados, que cuenta con un total de 8.073 afiliados. A partir de aquí, comienza una enorme lista de cofradías como los Gitanos, con 6.500 hermanos, la Estrella (5.991) y, muy cerca, San Gonzalo. Con más de 5.000 hay otro numeroso grupo de hermandades: el Cachorro, la Paz, el Cerro, los Estudiantes, San Benito o San Bernardo. Llama la atención cómo la mayoría de ellas están radicadas en barrios de la ciudad, fuera del Centro. Son entidades que, históricamente, no sólo han servido como red en la que se encardina el barrio, sino que han puesto de manifiesto la capacidad identitaria de sus miembros.
A nivel cultural, sin embargo, las instituciones en Sevilla están muy por debajo de las citadas hasta ahora. Así, el Teatro de la Maestranza cuenta con unos 4.000 abonados a los diferentes ciclos, de los que 2.000 son para la ópera. La Plaza de Toros, muy celosa con la cesión de estos datos, cuenta con una cifra de abonados muy parecida, pese a que antaño fue muy superior. Muy alejada ya de otras instituciones está el Ateneo, pese a la importancia social que tiene la entidad: 1.195 socios. «El prestigio social se consigue por las instituciones»
El catedrático de Economía Aplicada, José María O’Kean, comenta que «todos buscamos tres cosas: calidad de vida, prestigio social y medios económicos. Y, en Sevilla, el prestigio social no se alcanza a través del nivel económico, como sucede en otros lugares, sino a través de las instituciones». Ese sentimiento de pertenencia a un grupo hace que las entidades sean «útiles y participativas».
O’Kean cree que, al contrario que otras sociedades, en Sevilla «las élites económicas están cada vez peor vistas y, si formas parte de ellas, o te metes en ese mundo institucional o te terminas aburriendo. Existe ese punto populista ahora que la nobleza no forma parte de la escala social de esta ciudad». Esta es una de las razones, según el catedrático, por la que tenemos un paro tan alto, ya que «quienes generan puestos de trabajo no consiguen el liderazgo social si no es a través de estas instituciones y se acaban aburriendo».
Concretamente, entre todas, «el peso que tienen las hermandades no la tienen otras entidades, ni siquiera el fútbol, ya que articulan unas relaciones sociales que no se dan en otros ámbitos». Y esto se complementa, según el catedrático, con la mayor facilidad de ascenso social, superior también a los clubes sociales de la capital. Pone el ejemplo de su padre, quien fuera presidente del Club Náutico y hermano mayor del Valle. «Mi padre recibió la Copa Stadium de manos del Rey, pero de lo que se acordaba con cariño durante toda su vida fue el hecho de ser el hermano mayor cuando la coronación de la Virgen»
https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-...8_noticia.html
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