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Estrellas del fútbol que se queman a los 13 años

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  • Estrellas del fútbol que se queman a los 13 años

    Estrellas del fútbol que se queman a los 13 años

    Los expertos alertan contra una epidemia que afecta casi a uno de cada tres jóvenes deportistas de élite

    La historia es bien conocida. A los cinco años, un niño empieza a dar sus primeras patadas al balón y a destacar notablemente entre sus compañeros. Las alabanzas llegan pronto a oídos de los padres: “Oye, la pega muy bien. Debería probar en algún equipo”. A los ocho ya juega en el equipo de su barrio. Antes de que cumpla los 10, llega el gran momento: se le selecciona para jugar en la cantera de un club importante de Primera División. Más felicitaciones. Con 12 años es elegido para formar parte de la selección de su región e, incluso, llegan las primeras convocatorias nacionales. Se suceden las llamadas de las agencias de representación, que le ofrecen botas que cuestan 300 euros a cambio tan solo de que se deje guiar. Pero a partir de los 13 el fútbol deja de ser solo un juego. Antes de los 15, las dificultades para compatibilizar el deporte y los estudios son ya evidentes. El joven no duerme, no come y, sobre todo, ya no sonríe cuando juega. Poco a poco desaparece de las alineaciones. Cuando cumple la mayoría de edad, los técnicos le hablan ya de que su evolución no ha sido la esperada y a final de temporada recibe una carta del club: no cuentan con él. La recibe con alivio, porque ya no quiere saber nada del fútbol. Se ha quemado.

    La situación descrita responde al patrón típico de lo que los expertos denominan síndrome del burn out, que padecen, en al menos una de sus fases, el 30% de los jóvenes deportistas de élite y en todas ellas, uno de cada diez. Aparece cuando, fruto de las presiones ejercidas por todos los agentes involucrados, un joven deportista empieza a desarrollar síntomas de malestar psíquico. El síndrome comienza con un agotamiento emocional manifestado a través de pequeñas quejas (botas que incomodan, ropa que no gusta) en las primeras etapas, pasa por la despersonalización en fases intermedias (falta de sueño, de alimentación e incluso de higiene) y llega a episodios de ansiedad, depresión y neurosis en su fase final, cuando el cuadro se cronifica.

    En España lo estudia desde hace más de 20 años Enrique Garcés. “Me casé con el burn out”, bromea, antes de arrojar algo de esperanza: “La parte positiva es que es relativamente fácil que los pacientes mejoren. Si ponemos la mano en el fuego y nos quemamos, la solución es quitarla. De igual manera, cuando en el burn out nos alejamos del foco de la ansiedad, esta suele desaparecer”. Tras décadas trabajando con clubes, sus conclusiones sobre las labores de prevención que estos llevan a cabo no son positivas: “He llegado a trabajar con equipos de Primera que tenían 16 psicólogos. Pero era un teatro. En realidad, no se suelen interesar demasiado por estas cuestiones, ni trabajan con unos padres que tampoco se quieren informar. Predomina el perfil del técnico que no se fija en que, cuando da la charla táctica, hay tres o cuatro que no le quieren mirar. El perfil del entrenador que quema jugadores”.

    “Yo considero que sufrí el síndrome de burn out”. Ignacio Martín fue canterano del Real Madrid hace diez años. Llegado desde Canarias, su rutina en la residencia consistía asistir a clase, entrenar durante la tarde y, solo después de cenar, estudiar sin el apoyo ni la tutela de nadie y sin que ningún empleado se preocupara de su rendimiento académico. Se acostumbró a dormir menos de cinco horas. “Cuando los niños van a un equipo como el Real Madrid, los padres creen van a tratar a sus hijos como reyes. No tienen ni idea de dónde los meten”. Al acabar el año recibió la temida carta de baja. “Sentí liberación porque aguanté todo lo que pude. Después de aquello no quise volver a entrar en otra cantera. Recuerdo la falta de confianza, la falta de nutrición, las lesiones, los entrenadores old school y todas las deficiencias sistemáticas de las que me he dado cuenta después”. En el Real Madrid han rechazado en varias ocasiones hacer declaraciones para este reportaje.

    A sus 53 años, José Luis Martín lleva más de 30 vinculado al Rayo Vallecano. Por sus manos han pasado miles de niños, incluido Míchel, actual técnico del primer equipo. Su solución para evitar depositar demasiada presión sobre los jóvenes es clara: “Procuramos que la maduración del jugador llegue a través del disfrute. Una de nuestras normas internas es que un entrenamiento que no se vive es un día perdido”. Existen, sin embargo, factores externos ajenos al club. En Vallecas lo intentaron todo para evitar el influjo de los representantes, incluso prohibirles la entrada a la ciudad deportiva. Dio igual: empezaron a hablar con los jóvenes a la salida de las instalaciones. A las agencias de representación que deambulan por Vallecas y captan talento en pesca de arrastre se unen los ojeadores de Real Madrid y Atlético que, en un proceso parecido, contactan con cada jugador que les parece algo interesante. “Entre todos levantan en los jugadores expectativas que muchas veces no se ajustan a la realidad. Nosotros solo invitamos a venir a los jugadores que vemos que realmente pueden llegar y estamos con ellos en todo”.

    Corroboran la visión del club los técnicos de categoría infantil (13 y 14 años) Rodrigo Meseguer y Carlos Santiso: “Lo primero es que se diviertan. Son chavales antes que jugadores”. Cuando acaba el entrenamiento, Gonzalo Gutiérrez, Daniel Mesonero, Alejandro Ciria y Santiago Silva se animan, desde su corta edad, a sentarse en el banquillo con sus técnicos para hablar sobre fútbol. Todos han ido ya con la selección madrileña, a la que el Rayo suele aportar entre cuatro y cinco jugadores, el máximo permitido. Aún no tienen problemas en compaginar deporte y estudios, aunque todos coinciden ya en subrayar la intensidad de los entrenamientos. Lo compensa la felicidad de saberse escogidos entre los mejores de la región madrileña. “Yo tenía una apuesta con mi padre. Le dije que me cogerían”, cuenta Alejandro con una sonrisa. Él y Daniel tienen ya representante. En el caso del primero, este trata las cuestiones directamente con los padres: “A mí me dicen que me dedique a jugar y que no me preocupe”. Daniel los ve como una figura necesaria: “Mis padres no saben mucho de fútbol, así que nos viene bien”.

    Oscurece ya a la salida de la ciudad deportiva del Rayo Vallecano cuando Dulce Miguel, madre de Daniel. y Marcel Silva, padre de Santiago, se disponen a recoger a sus hijos. Ambos echan de menos algo más de información sobre cómo gestionar las etapas por las que van a pasar sus hijos y valoran el esfuerzo que hacen los entrenadores por vigilar que la evolución sea la adecuada. Al unísono, con naturalidad, casi sin querer, dan la última clave, tal vez la más importante, para alejar el fantasma del derrumbe psicológico: “¿Que qué pasaría si nos dijeran mañana que lo quieren dejar? Absolutamente nada”.



    https://elpais.com/elpais/2019/03/11...87_270116.html


    Esto habrá que apuntarlo para las categorías inferiores. Supongo que la buena educación y trato de la cantera también debe influir para captar talentos.
    A NKO, aireverdiblanco, Pasval, Floty, Gattuso8, Constante y a Lu les gusta esto.

  • #2
    En el Betis la verdad es que a los chavales los tienen bien atendidos, tienen profesores de refuerzo y los que viven en la residencia tienen psicólogos y tutores. Además no se ficha nunca a un niño menor de catorce años, que ya es tela de chico pero en otros sitios hasta con once años los sacan de sus casas, una auténtica barbaridad.
    Lo de los representantes con los niños es algo a lo que la ley debiera ponerle freno, es un escándalo. La regulación del deportista menor es algo que todavía está pendiente.

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    • #3
      De acuerdo en que hay que tener mucho cuidado con estos temas, pero al fin y al cabo el fútbol es un deporte de competición, y gana el mejor, no el que es más bienqueda y más solidario. A la vista está si vemos los equipos del reportaje dónde están el Madrid y el Atlético y dónde está el Rayo.

      ​​​Me parece un reportaje sensiblero y bastante sesgado.

      Comentario


      • #4
        Originalmente publicado por DjTabi Ver Mensaje
        De acuerdo en que hay que tener mucho cuidado con estos temas, pero al fin y al cabo el fútbol es un deporte de competición, y gana el mejor, no el que es más bienqueda y más solidario. A la vista está si vemos los equipos del reportaje dónde están el Madrid y el Atlético y dónde está el Rayo.

        ​​​Me parece un reportaje sensiblero y bastante sesgado.
        Al tema de los niños que trabajan, porque es que trabajan muchos de ellos e incluso amntienen a sus familias con menos de catorce años, hay que meterle mano desde la ley.
        Entiendo lo que dices desde el punto de vista de que si es legal por qué no aprovecharlo, pero creo que es la ley la que ya va tarde poniendo límites a este tema.

        Comentario


        • #5
          Originalmente publicado por Lu Ver Mensaje

          Al tema de los niños que trabajan, porque es que trabajan muchos de ellos e incluso amntienen a sus familias con menos de catorce años, hay que meterle mano desde la ley.
          Entiendo lo que dices desde el punto de vista de que si es legal por qué no aprovecharlo, pero creo que es la ley la que ya va tarde poniendo límites a este tema.
          Por eso digo que es un tema que hay que llevar con cuidado. Pero es que mientras la ley lo permita no podemos ser las hermanitas de la caridad.
          Además que precisamente nosotros no nos caracterizamos por un mal trato a los chavales.

          Pero es que a mí estas cosas sensibleras me dan mucho coraje. Es como si hacen un reportaje diciendo que un equipo de segunda división holandesa destina el 90% de sus ganancias a dársela a los pobres. ¿Se acabaría con bastante desgracia si en España se hace lo mismo? Es puro sensacionalismo.
          ​​​​​​

          Comentario


          • #6
            Originalmente publicado por DjTabi Ver Mensaje

            Por eso digo que es un tema que hay que llevar con cuidado. Pero es que mientras la ley lo permita no podemos ser las hermanitas de la caridad.
            Además que precisamente nosotros no nos caracterizamos por un mal trato a los chavales.

            Pero es que a mí estas cosas sensibleras me dan mucho coraje. Es como si hacen un reportaje diciendo que un equipo de segunda división holandesa destina el 90% de sus ganancias a dársela a los pobres. ¿Se acabaría con bastante desgracia si en España se hace lo mismo? Es puro sensacionalismo.
            ​​​​​​
            Sensiblero es el artículo, pero el fondo es lo que es muy chungo. Hay explotación infantil en el fútbol profesional y a eso hay que ponerle coto.

            Comentario


            • #7
              Originalmente publicado por Lu Ver Mensaje

              Sensiblero es el artículo, pero el fondo es lo que es muy chungo. Hay explotación infantil en el fútbol profesional y a eso hay que ponerle coto.
              Pero que venga de arriba.
              Nosotros no podemos hacer nada.
              Editado por última vez por DjTabi; https://www.betisweb.com/forohttps://www.betisweb.com/foro/member/42-djtabi en 17/03/19, 01:13:13.

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              • #8
                Originalmente publicado por DjTabi Ver Mensaje

                Pero que venga de arriba.
                Nosotros no podemos hacer nada.
                Lo que esté en nuestra mano sí podemos hacerlo. Y creo que en esto el club lo hace muy bien. No se trae a niños menores de catorce años (que ya tiene tela) y además se preocupa y se gasta dinero en su formación fuera del fútbol.

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                • #9
                  Originalmente publicado por Lu Ver Mensaje
                  En el Betis la verdad es que a los chavales los tienen bien atendidos, tienen profesores de refuerzo y los que viven en la residencia tienen psicólogos y tutores. Además no se ficha nunca a un niño menor de catorce años, que ya es tela de chico pero en otros sitios hasta con once años los sacan de sus casas, una auténtica barbaridad.
                  Lo de los representantes con los niños es algo a lo que la ley debiera ponerle freno, es un escándalo. La regulación del deportista menor es algo que todavía está pendiente.
                  Pero casi ningún niño de esos estudia, me lo contó una madre de un chaval de la residencia, se extrañaban los compañeros de él, como si fuera un bicho raro por estudiar y aprobar.

                  Ahora le va bien, está en segunda B, y es muy joven todavía.
                  Editado por última vez por Danitustra; https://www.betisweb.com/foro/member/16356-danitustra en 17/03/19, 07:51:04.

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                  • #10
                    Para que luego cuando llegues al B con toda la ilusion de llegar al primer equipo, de buenas a primeras te encuentres a 10 o 12 de estos chicos que han mamado eso desde tan chico,

                    les pongan todas sus pertenencias en una bolsa de ****** y a la calle,

                    algo mal se debe estar haciendo por ahi, ojo, en nuestro cub tambien.

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                    • #11
                      el problema viene de lo representantes (y de los padres que creen tener al nuevo cr7 en casa a la edad de 8 años), increible como en partidos de benjamines ya se los ven por los alrededores, una verguenza.

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                      • #12
                        Lo de los representantes comiendo cabezas a niños de hasta 11 o 12 años(y a sus padres obviamente que son los que deciden) a mi me pone malo.

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