Al Real Betis no se le da bien volver tras los parones de selecciones y este domingo tendrá que hacer frente a un rival que ha empezado la temporada como un tiro. El conjunto de Rubi viajará hasta tierras vascas para visitar el Reale Arena por primera vez y sacar los tres puntos de allí puede ser oro puro para los verdiblancos.

Una incógnita y una obligación

No es ningún secreto que el Betis no está atravesando una buena situación. El equipo recibió una goleada ante el Villarreal y empató contra el Eibar en casa antes de la fecha FIFA. El cuadro bético sigue sin dar buenas sensaciones, los problemas defensivos se prolongan en el tiempo y lo más positivo en el ataque sigue siendo la recuperación de nivel de Loren, quien le ha dado más de un punto ya a los de Heliópolis.

Los problemas, además, han aumentado. Carvalho ha sido operado y ha dejado aún más en evidencia la necesidad de fichar a un pivote. Rubi ha probado durante los entrenamientos de esta semana tanto a Bartra como a Javi García, el recambio más natural, en esa posición. Sin embargo, aunque este último apunta a la titularidad, es toda una incógnita cuál será la apuesta del entrenador. Lo que está claro es que si ya había un problema en la zaga, ahora es todavía más preocupante. De hecho, los laterales siguen dejando bastantes dudas en defensa, aunque el catalán le ha pedido a algunos de ellos, como a Álex Moreno, que sean más ofensivos.

Aparte de la baja del portugués, tampoco viajarán a San Sebastián los lesionados Juanmi y Kaptoum. De Francis sigue sin saberse nada y parece que así va a continuar siendo.

Un equipo comandado por una promesa

El Betis nada tiene que ver con la Real Sociedad. El cuadro de Imanol Alguacil se sitúa quinto en la tabla de clasificación y tiene una plantilla con mucho nivel, pues no es una locura pensar que podrán entrar en Europa. Es cierto que en las tres últimas jornadas parece que se ha desinflado un poco, pues no ha ganado ninguno de esos partidos. Cayó contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, en casa ante el Getafe y sacó un punto de uno de los escenarios más difícil de LaLiga, el Sadar, donde Osasuna se mantiene invicto.

La Real ha firmado un mercado estival de escándalo. La cesión de Odegaard ha sido un salto de calidad para el conjunto vasco, pues prácticamente todo lo que genera pasa por el noruego. Es una de las sensaciones de esta temporada liguera y tiene calidad para dar y regalar. Por lo tanto, los de Heliópolis tendrán que estar en alerta para este peligro constante. Asimismo, no hay que olvidarse de jugadores tan desequilibrantes como Oyarzabal y Portu, el máximo asistente, por las bandas. Otro punto positivo para Imanol ha sido el delantero Willian José, quien suma tres goles y se le ve en un estado más positivo que el de la campaña pasada.

Aun así, el cuadro txuri-urdin también tiene sus ausencias. Diego Llorente no podrá participar después de haber visto la tarjeta roja en el encuentro ante el Getafe. Tampoco estará el lesionado Illarramendi, que tuvo que volver a pasar por quirófano y se estima que no jugará hasta el 2020.

Un escenario más que complicado

La campaña pasada, ambos equipos coincidieron hasta cuatro veces. El Betis ganó en el Villamarín por la mínima con gol de Junior en el encuentro de la primera vuelta liguera. En la segunda, en Anoeta, venció la Real con gol de Juanmi y Oyarzabal (2-1). En la Copa del Rey se saldaron con empate los dos encuentros, pero el conjunto de Setién consiguió marcar dos tantos fuera de casa y eliminó al conjunto vasco en octavos de final.

Sin embargo, los pronósticos no son buenos. El Betis llevaba sin ganar en Anoeta desde la temporada 2003-04, en la que venció 0-4 con un doblete de Joaquín. Ahora, con el cambio de nombre del estadio, el cuadro de las trece barras probará mayor suerte en el Reale Arena con el objetivo de alcanzar un triunfo 16 años después
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