Al Real Betis aún le persiguen los malos recuerdos de la Copa del Rey y el último duelo liguero. De hecho, se le está complicando el objetivo europeo, pues el camino que queda por recorrer va a ser de todo menos fácil para el conjunto de Rubi. Aun así, en la plantilla mantienen la esperanzan y aceptan el desafío, pero los tres puntos de este domingo contra el Eibar en Ipurua no pueden dejarlos escapar si quieren seguir sumergidos en ese sueño.
Sin excusas y mirando al frente
El desastre la pasada jornada ante el Getafe, en el que incidieron las decisiones arbitrales y el Betis estuvo falto de puntería, no puede seguir influyendo en lo que queda de temporada. El deber está en sumar los tres puntos y no quedarse estancado en una excusa que no sirve para acercarse al objetivo europeo. El fallo está en los puntos perdidos y que ahora se tienen que «recuperar». El equipo verdiblanco sigue confiando en estar ahí a final de campaña y sumar los tres puntos en un escenario como Ipurua es vital para los duelos -como el del Barça en el Villamarín- que está por venir.
Frente al cuadro azulón, los de las trece barras se mostraron mucho más sólidos atrás que en la mayoría de encuentros y merecieron mucho más. Sin embargo, toca centrarse en el Eibar, contra el que no estará Feddal, sancionado por protestas, pero sí podría volver a tener minutos una pieza fundamental como es William Carvalho, quien ya ha recibido el alta médica.
En reanimación
El Eibar es fiel a su estilo de juego. Aunque esta temporada no ha mostrado el mismo nivel que en las anteriores y no ha conseguido los mismo resultados, parece que el conjunto de Mendilibar vuelve a coger ritmo y sigue siendo un rival que sabe plantar cara, difícil de batir. La defensa le está pasando factura en muchas ocasiones debido a los espacios que deja, pero cuando tiene el día se convierte en un muro complicado de quebrantar -de ahí sus solo 29 goles en contra-.
Solo seis victorias y diez derrotas son las que marcan su casillero. Sin embargo, la victoria frente a todo un Atlético y el empate en Balaídos le han dado algo de aliento. Para seguir sumando puntos, ha querido reforzar algunas posiciones en este mercado invernal. Aterrizó en tierras vascas Cristoforo, que ya ha podido gozar de sus primeros minutos en el centro del campo del cuadro armero. Teniendo en cuenta la importancia que tienen las bandas, ha incorporado también a otro lateral izquierdo para apoyar a Cote. Ese es Rafa Soares, quien probablemente no tardará en estrenarse.
¿Renovar alegrías en Ipurua?
Para vivir la primera y última victoria del Real Betis en feudo armero hay que remontarse a la temporada 1989-90, en la primera que se enfrentaron. Desde ese año en el que los verdiblancos se impusieron con un 1-3, nunca han vuelto a llevarse los tres puntos de allí. De hecho, el Eibar ha logrado algunos resultados abultados como una manita de la hace dos temporadas, con Setién al mando. La temporada pasada, el triunfo local fue por la mínima (1-0).
Más de dos décadas después. el Real Betis quiere volver a conquistar Ipurua y no porque sea ese escenario, que también, sino porque los tres puntos son más que necesarios para recuperarse los dos últimos palos y esperar que lo de Europa no quede solo en simples palabras, aunque la meta esté cada vez más complica
POST DEL PARTIDO
Sin excusas y mirando al frente
El desastre la pasada jornada ante el Getafe, en el que incidieron las decisiones arbitrales y el Betis estuvo falto de puntería, no puede seguir influyendo en lo que queda de temporada. El deber está en sumar los tres puntos y no quedarse estancado en una excusa que no sirve para acercarse al objetivo europeo. El fallo está en los puntos perdidos y que ahora se tienen que «recuperar». El equipo verdiblanco sigue confiando en estar ahí a final de campaña y sumar los tres puntos en un escenario como Ipurua es vital para los duelos -como el del Barça en el Villamarín- que está por venir.
Frente al cuadro azulón, los de las trece barras se mostraron mucho más sólidos atrás que en la mayoría de encuentros y merecieron mucho más. Sin embargo, toca centrarse en el Eibar, contra el que no estará Feddal, sancionado por protestas, pero sí podría volver a tener minutos una pieza fundamental como es William Carvalho, quien ya ha recibido el alta médica.
En reanimación
El Eibar es fiel a su estilo de juego. Aunque esta temporada no ha mostrado el mismo nivel que en las anteriores y no ha conseguido los mismo resultados, parece que el conjunto de Mendilibar vuelve a coger ritmo y sigue siendo un rival que sabe plantar cara, difícil de batir. La defensa le está pasando factura en muchas ocasiones debido a los espacios que deja, pero cuando tiene el día se convierte en un muro complicado de quebrantar -de ahí sus solo 29 goles en contra-.
Solo seis victorias y diez derrotas son las que marcan su casillero. Sin embargo, la victoria frente a todo un Atlético y el empate en Balaídos le han dado algo de aliento. Para seguir sumando puntos, ha querido reforzar algunas posiciones en este mercado invernal. Aterrizó en tierras vascas Cristoforo, que ya ha podido gozar de sus primeros minutos en el centro del campo del cuadro armero. Teniendo en cuenta la importancia que tienen las bandas, ha incorporado también a otro lateral izquierdo para apoyar a Cote. Ese es Rafa Soares, quien probablemente no tardará en estrenarse.
¿Renovar alegrías en Ipurua?
Para vivir la primera y última victoria del Real Betis en feudo armero hay que remontarse a la temporada 1989-90, en la primera que se enfrentaron. Desde ese año en el que los verdiblancos se impusieron con un 1-3, nunca han vuelto a llevarse los tres puntos de allí. De hecho, el Eibar ha logrado algunos resultados abultados como una manita de la hace dos temporadas, con Setién al mando. La temporada pasada, el triunfo local fue por la mínima (1-0).
Más de dos décadas después. el Real Betis quiere volver a conquistar Ipurua y no porque sea ese escenario, que también, sino porque los tres puntos son más que necesarios para recuperarse los dos últimos palos y esperar que lo de Europa no quede solo en simples palabras, aunque la meta esté cada vez más complica
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