En el mundo del fútbol, dar por hecho un fichaje con tanta antelación, de un futbolista o de un entrenador, resulta arriesgado. Porque, normalmente, lo que existe a estas alturas es un compromiso verbal, a lo sumo un precontrato, que se convierten en papel mojado ante la irrupción a última hora de un mejor postor. Pero no siempre, por fortuna. La palabra todavía tiene valor, incluso en el deporte. De hecho, al Betis le ha ido bien adelantándose a la competencia a la hora de convencer a quienes acababan contrato o estaban a punto de renovar con sus clubes (Pau López, Canales, Joel, Inui, ahora Guido Rodríguez...), una fórmula que piensa utilizar para seleccionar al sustituto de Rubi. Y es que es 'vox populi' que el del Maresme ha agotado su crédito en menos de una temporada, por lo que, con el derbi como horizonte inmediato en este segundo ultimátum, acabará el primero de sus tres años firmado en el mejor de los casos.

Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, la comisión deportiva maneja desde hace días los informes de la terna de candidatos que ha superado el casting improvisado en la planta noble del Benito Villamarín, a la que se uniría un Quique Setién que ya es un viejo conocido en La Palmera y, por ende, no necesita presentación. Con sus muchos adeptos y otros tantos detractores, el cántabro iba a ser la solución de urgencia en octubre pasado, cuando el proyecto de Rubi no arrancaba ni a tiros, pero el de Vilasar de Mar enlazó una racha buena en el momento más oportuno y aquel pacto de caballeros que se alcanzó en una reunión discreta en el norte del País quedó en nada.

Al final, al ex de Las Palmas y Lugo le vino bien, como rechazar una jugosa propuesta del extranjero, pues continuó en el candelero y ha acabado en el Barcelona, donde las cosas no acaban de irle del todo bien. Encima, las elecciones podrían adelantarse y, de ganar el opositor a Bartomeu, el contrato de dos campañas y media suscrito se interrumpirá, quedando libre. Setién es muy del agrado de Haro y Catalán, que agradecen su caballerosidad y el gesto de renunciar a un año de contrato para evitar conflictos con la grada, aunque su regreso sería con unas condiciones concretas y, de consumarse, bastante peliagudo dse vender.

Marcelino García Toral, el ofrecido Manuel Pellegrini y Javi Gracia son, a día de hoy, los tres mejor colocados para hacerse con las riendas del Betis a partir del próximo verano, pues los dirigentes heliopolitanos han constadado que ninguno de ellos -lo de Setién es obvio- puede ni quiere desembarcar ahora en marzo. Cualquiera de ellos sería, a ojos del consejo de administración y seguramente de gran parte de la afición, un sustituto de plenas garantías, si bien el que se ha colocado en la 'pole position' es el pamplonés.

Tanto que, con todos los matices y reservas, se puede afirmar que Javi Gracia es el elegido para encabezar el próximo proyecto 20/21. Incluso, se habrían acercado posturas con su entorno más directo, tanto en el plano económico -dejó de adiestrar hace seis meses al Watford, con el que había renovado previamente hasta 2023, con otros tres años opcionales, a razón de cinco millones de euros brutos por cada uno- como deportivo, para conocer sus pretensiones.

El ex de Málaga, Cádiz o Almería hará un esfuerzo para adecuarse a las posibilidades económicas del Betis, si bien cobrará más de los 1,4 kilos netos que percibe Rubi. El compromiso, en principio, sería por tres campañas. Su primera valoración de la actual plantilla y de las carencias detectadas, aunque de forma embrionaria, ya ha llegado a Haro y Catalán. Gracia tiene otros pretendientes, pero Heliópolis es un destino que le atrae sobremanera, olvidando, si los llegó a haber, desaires del paso. Queda plasmarlo todo por escrito, pero el acuerdo pinta bien.

Óscar Murillo.