Con más de 30 grados, mi hijo decidió tras el 1-0 que era momento de irse al cespecito a jugar al fútbol. Ya no había más Real Betis por hoy para él. Mira que intenté varias veces hacerle ver que el partido es largo y que todo podía cambiar, que su Betis podía ganar (bueno, lo dije de mentirijilla para que no se fuera) y que hay que estar en las buenas y en las malas. Como cuando el otro día le dije que no celebrara el triunfo ante el Granada tras el gol de Tello porque había partido y el Granada podía empatar. No fallé.
A lo que voy. Este Betis está más que sentenciado. Desde el primero al último, pero sobre todos los de arriba. De Rubi y los jugadores es mejor no hablar, que también tienen sus capítulos interesantes. Mi hijo todavía no entiende lo que tiene que entender y por eso no se lleva las manos a la cabeza. Y los que entendemos algo, no mucho, pero sí algo, tampoco nos llevamos ya las manos a la cabeza. Esto es lo que hay, amigos béticos, lo que muchos habéis querido tener y tenéis. Respeto por supuesto la decisión de cada uno, pero ahí están los resultados. No lo digo yo, es la pelota la que pone a cada en un sitio. Para esto, como todo en la vida, o vales o no vales. Y los que están en el Betis no valen.
He dicho tras la derrota del Betis en San Mamés (ooootra más y cantada desde que se anunció el calendario) que este Betis es aún peor que el Betis de Gustavo Poyet. Pero hay dos diferencias. La primera es clara: aquel Betis tenía a dos peloteros a los que yo quería ver porque eran oro para el Betis (Rubén Castro y Ceballos). Ahora no tienes ganas de ver a nadie en el fútbol, porque Fekir, que es buenísimo, tiene que ganar él solo un partido ante un rival tan pobre técnicamente con el Athletic. Para eso gana siete millones de euros.
Y la segunda diferencia: aquel Betis, gestionado por los mismos de ahora (no hay diferencia en la gestión) tenía mucho menos dinero. Este año se han (MAL)gastados muchos millones de euros por querer ser lo que uno no es. Por querer jugar a lo que uno no sabe. Por dar una bofetada al que ha llevado al Betis a sus mejores años de las últimas tres décadas (léase Lorenzo Serra Ferrer). Al final la bofetada (en sentido figurado, por favor) se la va a llevar José Miguel López Catalán. Y en la otra mejilla, Ángel Haro por confiar y dar a su amigo lo que nunca debió dejar en sus manos.
Haro es un hombre listo y yo creo que cuando acabe la temporada se irá de la presidencia del Betis. No se irá del Betis porque tiene muchas acciones y conviene seguir ahí, pero sí dejará la presidencia. Es su dinero y puede hacer lo que le plazca, faltaría más. Pero ya dijo hace unos años que si la cosa no iba bien, se iría. Es el momento de cumplir la palabra. No lo hizo el verano pasado para no dejar solo a su amigo, pero ahora es el momento. Como el Betis va de bochorno en bochorno y espero que no sea peor, porque el Betis aún puede descender, Haro debería cumplir su palabra y marcharse del Betis. Ojo, con una condición: que las llaves del cortijo no sean para Catalán, que también puede hacer con su dinero lo que quiera. Y también puede descender al Betis. Ni para Ramón Alarcón. Yo no dudo de que se estén muriendo por el Betis, pero no están capacitados para gestionar un club de FÚTBOL. A los hechos me remito.
Y ahora quiero ver yo si hay lo que hay que tener para coger el banquillo del Betis. Si destituir a Rubi y decirle a Alexis que tiene que sentarse en el banquillo. Y ojo que el Betis se puede meter en un lío. Con Rubi, con Alexis o con Merino. Porque otra opción no creo que se atrevan los que mandan en el Betis.
Gabriel Galán.
A lo que voy. Este Betis está más que sentenciado. Desde el primero al último, pero sobre todos los de arriba. De Rubi y los jugadores es mejor no hablar, que también tienen sus capítulos interesantes. Mi hijo todavía no entiende lo que tiene que entender y por eso no se lleva las manos a la cabeza. Y los que entendemos algo, no mucho, pero sí algo, tampoco nos llevamos ya las manos a la cabeza. Esto es lo que hay, amigos béticos, lo que muchos habéis querido tener y tenéis. Respeto por supuesto la decisión de cada uno, pero ahí están los resultados. No lo digo yo, es la pelota la que pone a cada en un sitio. Para esto, como todo en la vida, o vales o no vales. Y los que están en el Betis no valen.
He dicho tras la derrota del Betis en San Mamés (ooootra más y cantada desde que se anunció el calendario) que este Betis es aún peor que el Betis de Gustavo Poyet. Pero hay dos diferencias. La primera es clara: aquel Betis tenía a dos peloteros a los que yo quería ver porque eran oro para el Betis (Rubén Castro y Ceballos). Ahora no tienes ganas de ver a nadie en el fútbol, porque Fekir, que es buenísimo, tiene que ganar él solo un partido ante un rival tan pobre técnicamente con el Athletic. Para eso gana siete millones de euros.
Y la segunda diferencia: aquel Betis, gestionado por los mismos de ahora (no hay diferencia en la gestión) tenía mucho menos dinero. Este año se han (MAL)gastados muchos millones de euros por querer ser lo que uno no es. Por querer jugar a lo que uno no sabe. Por dar una bofetada al que ha llevado al Betis a sus mejores años de las últimas tres décadas (léase Lorenzo Serra Ferrer). Al final la bofetada (en sentido figurado, por favor) se la va a llevar José Miguel López Catalán. Y en la otra mejilla, Ángel Haro por confiar y dar a su amigo lo que nunca debió dejar en sus manos.
Haro es un hombre listo y yo creo que cuando acabe la temporada se irá de la presidencia del Betis. No se irá del Betis porque tiene muchas acciones y conviene seguir ahí, pero sí dejará la presidencia. Es su dinero y puede hacer lo que le plazca, faltaría más. Pero ya dijo hace unos años que si la cosa no iba bien, se iría. Es el momento de cumplir la palabra. No lo hizo el verano pasado para no dejar solo a su amigo, pero ahora es el momento. Como el Betis va de bochorno en bochorno y espero que no sea peor, porque el Betis aún puede descender, Haro debería cumplir su palabra y marcharse del Betis. Ojo, con una condición: que las llaves del cortijo no sean para Catalán, que también puede hacer con su dinero lo que quiera. Y también puede descender al Betis. Ni para Ramón Alarcón. Yo no dudo de que se estén muriendo por el Betis, pero no están capacitados para gestionar un club de FÚTBOL. A los hechos me remito.
Y ahora quiero ver yo si hay lo que hay que tener para coger el banquillo del Betis. Si destituir a Rubi y decirle a Alexis que tiene que sentarse en el banquillo. Y ojo que el Betis se puede meter en un lío. Con Rubi, con Alexis o con Merino. Porque otra opción no creo que se atrevan los que mandan en el Betis.
Gabriel Galán.
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