Nos viene muy, pero que muy bien. Llevábamos años (ya parecía normal aquí y todo) jugando sin extremos, o al menos, sin extremos que desbordaran y claro.. esto nos hacía un equipo super plano y previsible. O lográbamos desordenar al rival mediante basculaciones rápidas o no había nada que hacer. Ahora tenemos un abanico más amplio, tenemos la opción de bascular y desordenar al rival a través del juego posicional y con balón (SI, NO SE PIERDE ESTO POR JUGAR CON EXTREMOS) y también podemos desordenarlos a través de los regates de alguno de los extremos y/o mediapuntas que ahora están más liberados. Vamos, lo básico del futbol, organización y trabajo con balón + talento individual. No hay mejor combinación.
Lo primero no puede nunca eliminar lo segundo ni viceversa.
Lo primero no puede nunca eliminar lo segundo ni viceversa.
Comentario