Originalmente publicado por 5Letrasdearte
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Cuando han jugado juntos (en el Betis Deportivo hace 2 años), Édgar era un central mediocre y Paul un pivote cojonudo. Luego pasan cosas sin sentido, como que el entrenador llame al mediocre para cambiarle la posición (y al final no lo haga mal), mientras que al que destaca en esa posición lo deja en el filial.
Y ya simplemente si miramos las cualidades de cada uno, Paul tiene bastante más fútbol que Édgar, y lo que es mejor, posibilidad de mejorar en las cosas que le faltan para ser futbolista de primera. Las cosas que le faltan a Édgar para serlo, no tienen arreglo, pues no va a cambiar su cuerpo de armario por uno que le permita moverse más rápido.
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