El club verdiblanco tiene pendiente la construcción de la nueva grada de Preferencia y está dispuesto a aprovechar esta inyección económica para acometerla, lo que obligaría a jugar al menos una temporada en la Cartuja.

El consejo de administración del Real Betis que comandan Ángel Haro y José Miguel López Catalán se plantea utilizar buena parte de los fondos CVC que el club recibirá próximamente -unos 100 millones de euros, una vez se ratifique definitivamente por la asamblea de LaLiga el acuerdo el próximo 10 de diciembre- en financiar las obras de construcción de la nueva grada de Preferencia del estadio Benito Villamarín, para completar así la remodelación del estadio iniciada a comienzos de Siglo XXI.

La idea de acometer la obra de la nueva grada de Preferencia será expuesta a los accionistas en la Junta General del próximo martes, según publica Abc, y para la ejecución de la misma aún no hay fechas concretas, aunque se baraja iniciarla a lo largo del año 2023. La magnitud de la obra, que debe ir acompañada de un convenio especial con el Ayuntamiento para dar uso también a la explanada que hay frente al estadio, obligaría a trasladarse al menos durante un año a la Cartuja para que el primer equipo jugara sus partidos.

Gran parte de los fondos que recibirán los clubes tras la firma del acuerdo con CVC deben ser destinados a la mejora de las infraestructuras, y acabar el estadio es una tarea pendiente que tiene el Real Betis desde hace años, y ahora que el equipo anda estabilizado en la máxima categoría parece decidido a afrontar. El club verdiblanco también anda enfrascado en la construcción de una nueva Ciudad Deportiva en el término municipal de Dos Hermanas, en la zona de Entrenúcleos, junto al Gran Hipódromo de Andalucía, y para eso ya cuenta con financiación de fondos europeos, por lo que no necesitará el dinero de CVC para acometerla. Las obras de la ciudad deportiva están presupuestadas en unos 25 millones de euros.

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