El Betis comenzó el año con una de sus actuaciones más pobres de lo que va de temporada, y casi, sin ninguna duda, su peor actuación en el Benito Villamarín. Ante un rival con multitud de bajas en defensa no le pudo, ni siquiera, generar una ocasión de gol clara y vivió un constante choque ante una muralla de dos líneas de cuatro que apenas sufrió defendiendo las pobres e imprecisas acciones de los verdiblancos. Y si a eso le sumas errores impropios de primera división regalando dos opciones de gol al rival, el resultado da la primera derrota del año con total merecimiento.

La primera en la cara del Betis. El día era propicio y la tarde estaba para un gran rato de fútbol. No lo hubo. El Betis fue una sombra del equipo que maravilló en 2021. Impreciso. Totalmente desincronizado. Con varias actuaciones individuales muy pobres y sin capacidad de reacción. Nunca pareció poder marcar un gol y eso para el segundo equipo más realizador de la liga es un mensaje muy duro. El Celta, con muy poco, se pudo ir con un resultado más amplio en el marcador.

El Betis entró mal al partido siendo superado en el centro del campo y sobre todo estuvo bastante impreciso en muchas de las entregas desde el comienzo de la creación. El Celta las aprovechó y tuvo la primera ocasión tras un error en la salida de Victor Ruiz pero Rui Silva dejó la primera de la noche. El Betis sufrió ya que ni William ni Guardado son medios posicionales y de corrección como Guido y, si a esto le sumas, la baja de Fekir quien nunca suele perder el balón (Lainez lo perdió constantemente) y suele contribuir a la posesión del equipo provocó que el equipo de Pellegrini no estuviera cómodo ni bien.

El Betis no tardó en mejorar y dominar el encuentro, a través de los robos arriba defendiendo siempre hacia delante con un gran Bartra, pero solo encontró acciones ofensivas a través de lanzamientos de falta o de corners. Le faltó algo más en ataque y es que Canales no estuvo bien y Lainez lo hizo todo, o casi todo, mal.

El Betis subió mucho la intensidad en su defensa y la subió tanto que Guardado le dio motivos al árbitro para señalar un penalti bastante discutible por una carga en una zona del campo que no tenía ninguna razón para hacerla. Y el Betis por debajo en un partido que estaba controlado pero que necesitaba mucho más si quería marcar.

El Celta replegaba muy rápido y al Betis le faltó alguien que rompiera ese cerrojo ya sea por una individualidad, un regate o un pase. Nadie arriesgaba y en otra pérdida de Lainez y un error imperdonable de Victor Ruiz el Betis se enterró a sí mismo antes del descanso. Un partido que se llevaría quien menos errores cometiera y el Betis perpetró dos más que evidentes. Así es difícil ganar, o puntuar en primera división.

La segunda parte continuó con el mismo guión, el Betis no encontraba espacios en la defensa celeste (Canales seguía sin estar bien), no terminaba de acabar ninguna jugada y permitía al Celta salir con muchísima ventaja ya que el centro del campo del Betis, defensivamente, hacia aguas.

Durante muchos minutos, y hasta con Fekir y Borja en el campo, fue un quiero y no puedo del equipo verdiblanco. Salvo un disparo del francés desde muy lejos, el Betis no tiró a portería y no tuvo opciones tangibles de disparar en posiciones ventajosas. Nadie decidía bien en los metros finales y todo se terminaba por precipitar de la peor manera. Pasaban los minutos y la impotencia iba en aumento.

Los jugadores verdiblancos terminaban por llegar tarde a todos los balones y acciones defensivas y eran incapaces de robar el balón en posesiones lentas del Celta que durmió totalmente el partido. El Betis terminó siendo una caricatura de sí mismo con multitud de jugadores ofensivos pero estando muy lejos mental y tangiblemente de marcar un gol.

El uno a uno: