“Querido Rey Mago Antonio, permíteme que me aferre a tu Cordón y abuse de la confianza que nos une de cuando te pedía los regalitos en Villarreal CF, que seguro que en estas fechas tan especiales tus compis de reinado mágico Ángel y José Miguel andarán hasta las trancas de curro. Te escribo ésta mi carta de Reyes ahora, cuando corresponde, aunque sé que sólo podrá hacerse efectiva en diferido, como decía la Cospedal, en verano si dios quiere. Soy plenamente consciente de que en nuestra familia del Real Betis la cosa está apretadita en lo económico y no me echaréis todo lo que me pudiera haber merecido, pero tampoco quiero que se desvanezcan mis ilusiones ahora que estamos todos tan felices y el arbolito de Navidad ha lucido tan bonito.

Tengo el pelo casi blanco, aunque mi ilusión es la de un niño. Entre otras cosas, porque en el Real Betis me habéis ayudado a refrescarla. Esta familia verdiblanca me ha devuelto las ganas de hacer cosas grandes en el fútbol y de llevarla a donde se merecen todos los que la forman. Y en Sevilla estoy muy a gusto, cerquita de mi adorada Málaga y abrigado por este clima maravilloso, que en Inglaterra llueve mucho y no hay quien pueda darse un paseo de categoría al solecito.

Cuando llegué a esta bendita tierra, ya estaba la familia un poquito canina y aplazamos mis primeros Reyes Magos hasta el verano, y estuvieron bien, no os lo puedo negar. Es verdad que uno se averió pronto y otros venían con algún desperfecto en su funcionamiento, pero no me puedo quejar mucho. También es verdad que la pasada temporada me porté tela de bien, por mucho que al principio hubiera dudas sobre mi comportamiento.

Me avié de lujo con los juguetitos que tenía, que algunos eran super monos. Los averiados los fui arreglando con paciencia y perseverancia y a los clásicos les di una vueltecita hasta convertir un modesto cuarto de juguetes en el Toys “R” Us de LaLiga Santander. Fíjate si lo hice bien que de pronto todos los niños querían venirse al cuarto a verme jugar con mis juguetes, cuando el año anterior todo era envidia por los juguetes de los demás.

Este año me sigo portando muy bien, aunque tenga mis días en que me raye y deje el cuarto manga por hombro. Ya sabes que son los menos, por otra parte. No digo ni una palabrota, ni en público ni en privado; no me peleo con otros niños ni pataleo cuando van mal las cosas; y he sido educado y agradecido, sin una mala palabra para vosotros ni para nuestra gran familia del Real Betis.

Así que, querido Rey Mago Antonio, para este año, vengan cuando vengan, os hago mis peticiones, claras y concretas, para que no haya ninguna duda: un central, pero uno de verdad, de los de hierro gordo, que no se me deshaga en las manos ni se caiga todo el tiempo; un exterior con desborde, y no me valen antiguos ni futuros; y un mediocentro, que no se cimbre con el vientecito, que se la dé al amigo siempre y no pierda el sitio. Me vale Guido si pudierais clonarlo. Con lo demás voy tirando y os juro que nos seguiremos divirtiendo todos. Como no me echéis cuenta, a Papá Noel vais a ir, también te lo digo”.

Nacho Delgado-El Desmarque Betis