Una pregunta a alguien que sepa contestarla. Los nueve millones que debe el Barcelona por el traspaso de Junior como computan?.

Es que dudo mucho que lo deban, quiero decir o bien está programado que paguen X Millones en tal fecha ( y por eso aún no han pagado ,aunque lo dudo porque ya han pasado varios años) o siempre que sale que deben tal fichaje es porque lo ha adelantado un banco a préstamo y se lo tienen que pagar al banco. Yo creo que esos millones los tenemos ya.

Una pregunta a alguien que sepa contestarla. Los nueve millones que debe el Barcelona por el traspaso de Junior como computan?.

Nada que no sea parecido al resto de equipos de la Liga.

P.D: Hay agún usuario que después de la pedazo temporada que hemos hecho está tragando lo más grande.


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No nos rasgemos las vestiduras, la mayoría de los equipos de la liga están en la misma situación que el Betis.

En lo único que le va afectar al Betis es tener algo de menos límite salarial, preferible esto a no malvender a jugadores.

El mercado de fichajes sigue muy parado y el Betis observa cómo los acercamientos a los jugadores que tiene en el escaparate (Guido Rodríguez, William Carvalho, Bartra, Álex Moreno...) son insuficientes. No hay propuestas firmes y mucho menos ajustadas a las cantidades que consideran justas en Heliópolis para desprenderse de estos futbolistas. Y el contexto no es fácil, puesto que en el consejo de administración verdiblanco se habían marcado, como en muchos otros clubes, la meta de equilibrar con algún traspaso las pérdidas en las cuentas anuales que se cierran el próximo 30 de junio. Pero al no llegar noticias positivas del mercado, el Betis se prepara para dar pérdidas por segundo ejercicio consecutivo e imputarlas al efecto Covid, gracias al cual LaLiga permite asimilarlas en cinco temporadas.

En la 2020-21 ya presentó el Betis un balance negativo con pérdidas por 36 millones de euros imputables a la pandemia. La falta de ingresos por traspasos de futbolistas afecta a estas cuentas debido a que el pasado curso sólo se vendió a Sanabria al Torino y en el anterior se registró únicamente la salida de Feddal. Y ambas por cantidades relativamente bajas. Tampoco apostó mucho el Betis en el mercado pero el desequilibrio era patente por las amortizaciones de las inversiones anteriores y el coste de la plantilla. Y también decayeron ingresos como los abonos y patrocinios. Con todo, el Betis prepara el escenario para un segundo ejercicio de pérdidas tras una etapa de balances positivos continuados desde la marcha de Manuel Ruiz de Lopera y Luis Oliver.

En todo caso, la entidad no ha dejado que la situación sea azarosa sino que se apoya en el criterio de LaLiga para poder compensar estas pérdidas motivadas por el Covid en cinco años, con lo que el impacto es mucho menor. Y así está a las puertas de arrancar un plan estratégico, del que hablaron abiertamente Ángel Haro y Ramón Alarcón en el acto Siempre Verdiblancos, con el que darle la vuelta a la situación económica del club en los próximos cuatro años con inversiones relevantes en la ciudad deportiva, estadio Benito Villamarín, modernización de la entidad y, sobre todo, plantilla deportiva. El marco que deja el acuerdo con CVC (Plan Impulso) y las perspectivas de recuperación con la buena línea del equipo (título de Copa, dos años seguidos en Europa y revalorización de jugadores) dibujan un panorama mucho más alentador.

Ante esta situación casi inevitable de pérdidas en el balance, el Betis trata de asumir el impacto también generando mayores ingresos en otras partidas importantes como los abonos y de ahí la subida media del quince por ciento con respecto a la temporada anterior, cuando se mantenían los precios congelados de 2019. Cabe resaltar que en esta subida se incluyen los tres partidos de la fase de grupos de Liga Europa y diferentes ventajas si la asistencia o puesta a disposición del carnet (préstamo, mejora o cesión) es superior al 80 por ciento, como un 10 por ciento de descuento en la tienda oficial o un pack de bienvenida con libro y bufanda, todo integrado en el carnet Soy Bético y pensado para la 2022-23. Al mismo tiempo, el departamento de Negocio, dirigido por Ramón Alarcón, busca mejoras en los patrocinios sin descartar cualquier medida, como el naming del estadio.

Un segundo año de balance negativo es asumible para el Betis en estas circunstancias pero el club sí tiene que ajustarse al límite de gasto impuesto por LaLiga y para ello debe acometer algún traspaso que genere ingresos de aquí a cierre del mercado a primeros de septiembre. Amplía así el plazo el club para esta situación y le da tiempo a manejarse mejor en el mercado y sin publicitar tantas urgencias. Esto es obligatorio de cara a poder inscribir a los fichajes ya realizados, por ejemplo. El esfuerzo de la entidad ha ido en los últimos meses encaminado a reestructurar los salarios del plantel (de ahí las renovaciones, que afectan en su mayoría a las amortizaciones) y poco a poco va rebajando el límite de gasto a pesar de las inversiones ya realizadas en Luiz Henrique y Willian José, así como la llegada de Luiz Felipe, éste sin coste de traspaso pero con prima de fichaje.

«¿Malvender? Al revés, tenemos un equipo que funciona, le diría a los aficionados que estén tranquilos porque el objetivo de este mercado es, como siempre, empezar la temporada con un equipo mejor que el que tenemos este año. Ahí es donde vamos, contando con el entrenador y la dirección deportiva que tenemos. Esto está funcionando y vamos a seguir por ese camino», señalaba José Miguel López Catalán, vicepresidente bético, en declaraciones a los medios del club en el acto Siempre Verdiblancos. Es la idea del club, mantener a los mejores si no hay ofertas de nivel y asumir unas pérdidas que pueden ser encajadas en un plan global de crecimiento a varios años vista.

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