"Gordillo es el big bang; es una supermarca" - José Antonio Bosch - AS.com

José Antonio Bosch Valero (Madrid, 1953) parte el bacalao administrativo en este Betis de Concursal, Betis post-Lopera. Un hombre al que no gustaba el fútbol que ahora se nos descubre apasionado por las trece barras. Habla con tanta entereza que tranquiliza a los más pesimistas.

J. Antonio Espina | 18/02/2011


¿Cómo decide embarcarse en esta aventura?
Su señoría del juzgado de instrucción número seis (Bosch evita nombrar a la ya famosa Mercedes Alaya) me dijo que si aceptaba la designación como administrador judicial y le respondí que necesitaba pensarlo. Lo consulté con y todos me animaron. Incluido mi socio el palangana y también mi mujer, que es muy bética. Si el Betis no gana, paso un fin de semana regular.

Y lleva cuatro meses. Deje que le diga, pero me da la impresión de que esto le está gustando. Hasta que se ha hecho medio bético.
Es muy difícil no vincularte. A lo mejor es un sacrilegio, pero no he visto tanta entrega voluntaria desde la militancia política de la Transición. Hay gente que me para por la calle y me dice "muchas gracias, siga usted así". Me encanta ese cariño. Después, desde el punto de vista profesional, a todos los abogados nos gusta el conflicto . La verdad es que el el fútbol tiene esta mezcla de negocio y juego que dan subidones de adrenalina como sólo los provoca la ruleta.

Y eso que usted, madrileño de nacimiento, reconoce que nunca le gustó el fútbol.
Mi padre era aragonés, mi abuelo catalán y me crié en Córdoba. Nunca he ejercido de madrileño, siempre de andaluz. Llegué a esta comunidad a los cinco años, luego volví a Madrid pero estoy ininterrrumpidamente en Sevilla desde el año 87. Cuando fuera de Andalucía preguntas por equipos de aquí, en primer lugar aparece el Betis. Tenía una simpatía que se perdió y la estamos recuperando... Por muchas razones, en especial una.

¿Cuál?
Por Gordillo. La marca Gordillo. Marca simpática, de alguien cordial, sincero... Una supermarca. Es el big bang, está por encima de cualquier resultado. Pero él tiene vida privada, profesional y se le puede pedir un sacrifico limitado. Probablemente hay que buscarle algún encaje en el Betis. No le dejamos trabajar y sus honorarios (12.000 euros al mes) los van a disfrutar sus nietos. Ahora mismo, Rafa está aquí por amor al arte.

Habla de supermarca. ¿Tanto significa el Betis?
Estamos entre los cuatro primeros equipos de España en potencial de marca. Los patrocinadores saben que su retorno es importante en el Betis. En campañas paralelas con el otro club de la ciudad se ve que el bético es muy fiel. Y no nos dejamos llevar por la pasión: la marca es potente y casi no está explotada.

Pero en Primera sería más fuerte. Sin ser pesimistas... ¿Qué pasa si no se sube?
Pues mi trabajo, el nuestro, es decir: "si no se sube, no pasa nada". Más de 300 personas viven del Betis y esto no puede depender de que entre la pelota, aunque sea importante. Hay que tener previstas alternativas. Nos han encargado que este club y la gente que respira de él viva lo mejor posible 100 años más, al menos. Se trata de que el Betis tenga una fortaleza como compañía y que aguante con estructuras en cualquier categoría.

Pues se habla que sin subir... Vamos, que no hay dinero ni para llegar a junio.
No es así. La subsistencia hasta junio está garantizada al mismo nivel que el 70 por ciento de las empresas de España. Si el ticketaje, los patrocinios y demás se cumplen llegaremos a fin de temporada.

¿Puede hablar de Lopera? ¿Qué le parece la anterior gestión del club?
Sí, puedo hablar de Lopera. Es evidente que la gestión anterior no era buena, por la deuda de 80 millones. Pero las acciones que defiendo son de su compañía y mi trabajo es hacerlas valiosas