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Los cines que perdió Sevilla

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  • Los cines que perdió Sevilla

    Varios jóvenes consultan carteleras en una imagen de 1978 - ABC NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS HÁBITOS Los cines que perdió Sevilla

    La dura reconversión ha hecho que sólo resistan tres cines (Avenida, Alameda y Cervantes) de las decenas activos cuando llegó la democracia. Más del 90% se han quedado en el camino

    Sólo tres salas de cine de las alrededor de cincuenta que funcionaban en Sevilla con la llegada de la democracia, a finales de los años 70, siguen abiertas al público. Más del 90% de las mismas ha desaparecido por el camino de los cuarenta últimos años entre reconversiones, crisis económicas, el vídeo, la televisión, y cambios de hábitos de un público que ahora ve cine en casa mayoritariamente. El rito de masas que suponía acercarse a alguna de las decenas de salas que poblaban la ciudad cuando la oferta de ocio era mucho más escasa ha ido desapareciendo y con ello la estética que invadía muchos rincones de prácticamente todos los barrios. Las carteleras, los posters anunciadores pegados a las vallas, las furgonetas con «torretas» de publicidad de cada sala circulando entre los coches, las colas ante las taquillas o los patios de butacas repletos incluso en los cines de los barrios son ya imágenes de archivo, nostalgia y colección. El séptimo arte es hoy algo mucho más doméstico y mucho menos romántico. Cartelería móvil de finales de los 70- ABC
    La inmensa mayoría de los cinematógrafos sevillanos ha ido cerrando inexorablemente ante los cambios de modelo de ocio y la falta de negocio y actualmente sólo tres salas del casco histórico permanecen activas y con programación regular: el Alameda Multicines, con sus cuatro salas en una de las zonas de más ambiente de la ciudad actualmente; el Cervantes, en la calle Amor de Dios con su majestuosa sala única resultado de la reconversión del antiguo y famoso teatro; y el Avenida 5 Cines, en la calle Marqués de Paradas, centrado en una interesantísima oferta de films en versión original subtitulada que mantiene un público irreductible y con un perfil cinéfilo muy acentuado, similar al de los otros dos cines antiguos que han logrado sobrevivir. Estos tres conviven con las nuevas salas de la ciudad, integradas en grandes centros comerciales con tiendas de moda y restauración y, por norma, lejos del casco viejo sevillano. Que ha quedado para auténticos sibaritas del celuloide. Para un público de pocas palomitas y muchos títulos de crédito antes de levantarse. Nombres históricos

    Al otro lado de la descompensada balanza, otros 37 cines han caído desde finales de la década de los 70 y de muchos de ellos apenas quedan ni vestigios físicos pues han sido transformados en otro tipo de establecimiento; en la mayor parte de los casos, supermercados. El tamaño de los locales los hizo idóneos para ello. Así, cines como el Rialto, el Regina, o el Bécquer, en el mismo casco histórico, o el Corona Center, el Rochelambert, el Azul, el Alkázar, el Juncal, el Mayte o el Delicias algo más lejos del centro, incluso el trianero Chaplin, han cambiado las butacas por estanterías con paquetes de arroz, latas de conserva, frutas o botellas de refrescos. Otras salas se transformaron en tiendas de moda y algunas otras, sencillamente, no han tenido más destino que el cierre y el ominoso abandono. Entre los nombres más míticos, cabe recordar el Palacio Central, en la calle Velázquez, primero de la ciudad en disfrutar de climatización y que ahora sirve de sede de una conocida multinacional de moda. Su historia como teatro se remonta al siglo XVIII y ya en el siglo XX cambió su nombre por el de Salón Kursaal, un local de variedades hasta los años 40, cuando se estrenó como cine. Cerró a mediados de los 80 y se reformó en 2003 para tienda de moda. En ese conjunto de salas señeras hay que encuadrar al Pathé, en la calle Cuna y hoy Teatro Quintero, inaugurado en 1925 y activo sesenta años como punto de encuentro de quienes querían estar a la última. Este cine fue el segundo en proyectar películas sonoras, ya que antes lo había hecho el Lloréns, en la calle Sierpes y hoy salón de juegos tras su cierre en 1982. Éste es otro de los nombres legendarios entre las salas sevillanas no sólo por ser el pionero en dejar atrás el cine mudo sino porque por allí pasaron figuras tan insignes como Miguel de Unamuno o José Ortega y Gasset. Entrada del cine Imperial- ABC
    También en la calle Sierpes funcionó el Imperial, después teatro y librería, un destino similar al Álvarez Quintero, en la calle Laraña; a su lado, el Villasís, en Martín Villa, no logró reconvertirse, mientras que otros como el excelso Coliseo albergan hoy sedes administrativas de la Junta de Andalucía en un lugar privilegiado. Como lo era la trianera calle Pagés del Corro como ubicación de dos conocidísimas salas, el Emperador y el Fantasio, que después de cerrada se mantuvo en el candelero por sus famosas «apariciones» de fantasmas.

    Y no sólo se recuerdan los de la zona céntrica. Al igual que otros comercios o servicios, los cines formaban parte de la estructura y la intrahistoria de muchos barrios. Pese a no tratarse de grandes salas, sus nombres siguen siendo muy recordados: el Astoria o el Rocío en Triana, el Goya o el Gran Plaza en Nervión, el Esperanza en San Luis, el Rochelambert, el Juncal, el Mayte, el Bi-Cine Español, el Felipe II, el Olimpia, el Lux... Enorme tradición histórica

    Sevilla mantuvo ya desde los albores del cinematógrafo una fuerte tradición de salas de cine, que se multiplicaron durante la postguerra. Repasar una cartelera de finales de los años 40 muestra una amplísima nómina de espacios que servían para aliviar la rutina de años muy duros. Algunos llegaron hasta la democracia, como el Pathé, el Lloréns, el Palacio Central, el Regina, el Delicias o el Coliseo. Pero también otros que no lograron llegar a tiempos «del color» y que forman parte de la memoria colectiva de los sevillanos. Entre ellos, el San Fernando, en Tetuán; el Arenal, en Antonia Díaz; el Hiniesta, en San Marcos; el Santo Domingo, en la calle Oriente; el Tívoli, en Amador de los Ríos; o el Gran Cinema San Jacinto, en Triana. Sólo la memoria y las hemerotecas quedan y la reconversión acabó con todos ellos. Al continuo descenso de público que obligó a decenas de cierres se sumó en los últimos años la propia competencia entre los centros comerciales que ahora albergan cines, lo que propició el cierre reciente de los cines de El Mirador y de Alcampo.

    http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-c...3_noticia.html
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  • #2
    este post me hace ver que ya somos viejos...

    gran post por cierto

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    • #3
      chupate este mensaje a ver jajajaj
      Los cines que tuvo Triana

      Escrito por Ana Díaz


      Los cines que tuvo Triana





      Triana es un barrio de cine. Y es que no hay duda de que sus calles se han convertido en más de una ocasión en set de rodaje con todo un despliegue de cámaras y actores inmortalizando en la gran pantalla a este mítico arrabal. Pero más allá de la Triana a golpe de claqueta, y de los famosos personajes que han pasado a ser leyendas cinematográficas encumbrando aún más si cabe a este barrio, Triana albergó durante décadas numerosas salas de cine.
      Quien ha profundizado en la vertiente del séptimo arte en el arrabal ha sido el conocido historiador y trianero Ángel Vela. Hace más de un lustro publicó «Triana, un barrio de cine» tras recopilar toda clase de material e información acerca de la vinculación entre el barrio y el mundo del celuloide. Mitos y referencias cinematográficas que quedaron perpetuadas a lo largo de las 400 páginas que componen esta obra del prolífico escritor.
      Quien naciera a espaldas del cine Avenida en Pagés del Corro, recuerda «el sonido natural de las noches de verano en aquella Triana histriónica y novelera», y aquellas dos primeras salas de invierno: cine Rocío y Triana Cinema a finales de los años 20. «No habrían de faltar atractivos a las primera carteleras de los cines trianeros, además de la célebre y veraniega pantalla pionera de don Agapito, el cine Procurador y el instalado en un solar al lado del convento de las Mínimas, en la calle Pagés del Corro, también al aire libre», detalla.
      Los cines que tuvo Triana
      «El Procurador -oficialmente cine Triana-, uno de los primeros en los veranos del arrabal, fue instalado en los almacenes de Manuel Carriedo Pérez, que fue teniente de alcalde del Ayuntamiento. Cuando el edificio del cine Procurador se convierte en el Hotel Triana, se traslada el tinglado a un solar de enfrente también propiedad de Carriedo», explica Vela. Y es que gracias a los cinematógrafos que fueron proliferando por el barrio, los trianeros «no tenían necesidad de atravesar el río para presenciar en las salas del centro una función de cine».
      Míticas salas de invierno
      «Para los trianeros el gran acontecimiento del tiempo de la dictadura de Primo de Rivera fue la inauguración, en la escondida callejuela de Rocío, del teatro del mismo nombre instalado en una nave donde actuaban grupos de aficionados de una manera un tanto informal. Compartían el mismo patio talleres de carpintería y mecánica. El que sería primer local de cine cubierto para las temporadas invernales tenía su acceso en pasadizo», señala el escritor. «Éste era el típico cine de barrio que mantenía sus revolucionarias sesiones infantiles de los domingos, de 3 a 5 de la tarde, anunciadas en la franja inferior de los prospectos», apunta Vela rememorando aquellos maravillosos años. «Costaba el cine igual que un tebeo y exactamente lo que cinco sobres de estampas de futbolistas», recuerda.
      Por su parte, el Triana Cinema «abre sus pLos cines que tuvo Trianauertas en 1931, como cine-teatro con máquina sonora. Una lujosa sala de invierno, regalo para los aficionados del barrio. Una espaciosa sala, dotada de la distinción de la que carecía el Rocío, y el barrio cobra conciencia de «poder» cinematográfico. Tenía acceso por la calle Castilla 45 y otro por Alfarería, y el local alcanzó un costo de medio millón de pesetas», señala Vela. Añade además que «sirvió durante los años de la guerra civil a las manifestaciones de propaganda de los nacionales». Aunque gran noche fue la del estreno de Carmen la de Triana, «una gran fiesta en la calle Castilla de esa noche de gala sentimental y de bulliciosas colas ante las taquillas».
      Exhibiciones de películas no faltaban en otras señeras salas como el Ideal Cinema, «del tiempo de la República y popularmente nombrado como cine San Jacinto ubicado en el Altozano, y el cine La Playa, parcelas doradas para las proyecciones parlantes y la restringida comodidad de las sillas de aneas», destaca el escritor.
      En la calle Juan Cotarelo -actual Condes de Bustillo- «funcionó el verano de 1942 el cine Triunfo», mientras que al año siguiente se inauguró «en los confines del barrio el Salón Los Rosales, en la calle Castilla». El cine La Estrella fue un patio «cinematrográfico enclavado en el corazón del barrio, plena Cava de los Gitanos».
      Los años dorados
      La época dorada tuvo lugar en los 50, con «cine para todos los gustos y buena muestra de cómo fue la oferta de aquella época que ya anunciaba salas provistas de modernos sistemas». Precisamente el cine Alfarería, «fue una de las terrazas veraniegas mejor acondicionadas en el tiempo de la gran competencia, los años cincuenta y sesenta. Ocupaba un ancho solar tan cerca del Avenida que los ecos de ambos cines luchaban decibélicamente en los oídos de espectadores y vecinos de uno y otro solar». El celuloide inunda las pantallas trianeras que repletan el arrabal.
      En el año 1950 desaparece el Triana Cinema de verano, relevo del primitivo «Miramar» en la plaza de Chapina. El Avenida fue una amplia sala con 1.500 asientos. «El Avenida, Alfarería, San Jacinto y La Estrella eran los cuatro grandes de la oferta al aire libre», señala. La calle Pureza albergó uno solo: Cine Valencia. A diferencia de la calle Pagés del Corro, que constituía la principal vía con salas de cine en el barrio. Mientras que El Emperador fue un lujo, el de mayor aforo de Sevilla, ubicado en calle Pagés del Corro. Si los cines de verano tuvieron la época dorada en los años 50, las salas de invierno la tendrían en los 60. Por ejemplo, cuando se inauguró el cine Astoria. El último cine de verano, el Avenida, desapareció a finales de los 90.
      Atrás quedó el «feudo cinéfilo de primer orden» que denomina Vela en su libro. El barrio más cinematográfico que llegó a concentrar «el mayor número de máquinas de proyección pública por metro cuadrado». Y que tuvo que proyectar en su historia de luces y sombras un triste desenlace: The End.
      Los cines que tuvo Triana
      Cines en el barrio de Triana



      http://sevillaciudad.sevilla.abc.es/...e-tuvo-triana/
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      • #4
        Como dice el artículo, una gran parte de los antiguos cines de Sevilla son ahora supermercados.

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        • #5
          Aquellas noches de cine con Bruce Lee

          Triana guarda en la memoria los años dorados de proyecciones veraniegas sobre albero recién regado, cartuchos de pipas y jazmines








          El 18 de septiembre de 1998 está grabado a fuego en la memoria de los cinéfilos más románticos de la otra orilla. Aquella noche se proyectaba la última sesión de la temporada del cine de verano Avenida, en Pagés de Corro a la altura de lo que hoy se conoce como calle Nuestro Padre Jesús Nazareno. La película era lo de menos. Lo importante era acudir a la proyección «como acto de homenaje y reivindicativo» para salvar una parte destacada de la cultura de Triana, como bien recogía la convocatoria pegada en los muros de un arrabal que luchaba (y aún lucha) por conservar lo que siempre ha sido frente al «avance arrollador de la especulación urbanística» que empezaba a asomar la patita.

          «Era muy agradable. Solíamos coger un jersey, sobre todo porque refrescaba en la segunda sesión. Al llegar a la puerta, siempre había gente vendiendo cartuchos de pipas, altramuces... Luego se entraba para la general, que estaba más pegada a la pantalla y era la zona más barata frente a la preferencia, donde había mesas para que la gente pudiera comer mientras veía la película». Diego Parra apenas tenía 20 años cuando Triana presumía de este y de otros tantos cines de verano. Eran finales de los años setenta y el género vivía su época dorada. «Además del cine de verano Avenida, también estaban el de Alfarería, el cine Emperador en Pagés del Corro, otro en la calle Evangelista, el de República Argentina y en San Gonzalo, a la altura de la avenida de Coria».

          Los más mayores recuerdan con nostalgia aquellas veladas bajo las estrellas «con el albero recién regado, las pipas, los jazmines, las conversaciones a media voz, la hiedra del ambigú, un niño que llora, la selecta nevería, la luna y hasta la anécdota del gato paseando por encima de la pantalla».

          La temática familiar dominaba las proyecciones que, como recuerdan, arrancaban con los trailers, «donde aplaudían o silbaban todo el mundo y se fumaba sin parar». El bueno, el feo y el malo, Le llamaban Trinidad o Cuando ruge la marabunda se visualizaron en los cines de verano trianeros. También casi toda la saga de Bruce Lee. «Creo que vimos todas las entregas de estas películas de kárate que daban botes y subían al séptimo piso», apuntan los vecinos.

          Pero aquellos días felices no volvieron pese a los esfuerzos vecinales por salvar «esta excelente y característica forma cultural de entender y vivir las noches de verano» en Triana y, por extensión, en toda Sevilla donde se llegaron a contabilizar hasta 55 cines estivales en los años sesenta.

          En este sentido, en aquel año 1998, se creó la plataforma cívica de defensa del Cine Avenida. Sobre su habitual emplazamiento –entre Alfarería y Pagés del Corro desde la localización provisional del mercado hasta el Corral del Cura, con una extensión aproximada de ocho mil metros cuadrados–, estaba prevista la intervención urbanística del Plan Especial de Protección de Triana con la apertura de una nueva calle –la rotulada a Nuestro Padre Jesús Nazareno– y la construcción de viviendas y un aparcamiento subterráneo –lo que hoy es la promoción de viviendas Galia–.

          La plataforma promovió la recogida de firmas para mantener «un modelo cultural» que marcó varias generaciones de aquella Triana pura de patios de vecinos y corrales familiares. De igual manera, se iniciaron pasos para blindar el Cine Avenida, «en su actual emplazamiento y configuración», como «Bien de Interés Etnológico» a través de sendas peticiones al Ayuntamiento de Sevilla y a la Consejería de Cultura.

          Pero irremediablemente la situación estaba sentenciada por «la pujante especulación urbanística» de aquellos años. Los entendíos dicen que «el ladrillo ganó al séptimo arte». Aún así, la lucha vecinal no ha cesado.

          Cinco años de lucha

          La asociación vecinal Triana Norte lleva cinco años impidiendo que caiga en el olvido. En mayo de 2012 lograron el apoyo de PP y PSOE en el distrito a la propuesta de reabrir el cine de verano Avenida. Un año después insistieron y la respuesta fue de que tendrían «alguna noticia en las próximas semanas». En 2014 volvieron a preguntar a la junta municipal del distrito, y hace sólo unos meses mantuvieron nuevas conversaciones.

          La realidad, dicen, es que el verano está a punto de expirar y «otro año más Triana se ha quedado sin cine de verano». Sus quejas cuentan actualmente con el respaldo de Participa Sevilla. La formación ha logrado reunir en un fin de semana hasta mil firmas para que vuelva la gran pantalla. El talón de Aquiles parece ser la falta de solares para albergar esta actividad «de ambiente familiar y tradicional» que «cumple una función social indiscutible» en el barrio.







          http://elcorreoweb.es/sevilla/aquell...-lee-CA3310510
          Editado por última vez por Pelusa97; https://www.betisweb.com/foro/member/6-pelusa97 en 06/03/18, 16:52:25.

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          • #6
            EL CINE DE VERANO





            EL CINE ALFARERIA
            Apuntes

            Dicen que el cine Alfarería, sin lugar al menor genero de dudas, fue el cine entre los cines de verano de Triana, aunque no comenzaría a rodar hasta que el sol de la década de los cuarenta no se fue por el aljarafe; Y lo haría cuando su antecesor el gran cinema Triana abierto en 1932, dando el relevo con la celebración de una gran fiesta en la que actuó como artista principal el gran cantaor Antonio Pérez “El Sevillano” y de la que José Martín, fallecido en este 2013 aún tenia fresco el recuerdo grabado en una pequeña parte de su cerebro ya deteriorado.

            En la década de los 50 se llegaron a celebrar grandes festivales en los que actuarían Manuel Vallejo y Antonio Mairena. En esa misma década las funciones estarían amenizadas por la popular orquesta Tropical. A comienzos de la década de los sesenta actuarían Enrique Montoya y Antoñita Moreno entre otros.

            A partir de los años sesenta se consagraría como el genuino cine de verano con sus sillas de enea, su cantina-terraza, sus raciones de tomatitos fresquitos con sal, cerveza o tinto al gusto, etc. A la entrada disfrutaban algunos de los puestos de higos chumbos, dispuestos para celebrar una buena velada de cine, y a contar las lagartijas del telón antes de comenzar.
            Nostálgicos aquellos años en que los cines de verano llenaban de sangre alegre las venas de las noches trianera: el Gran Cinema Triana, más tarde Alfarería como ya hemos dejado apuntado, el Avenida, la Estrella, San Jacinto, San Gonzalo, Giralda, etc., etc.

            Pero como lo bueno no dura siempre, por desgracia, llegó aquel fatídico año de 1975 en que el Sr. García Díaz, a la sazón Alcalde accidental, y a través de lo acordado en pleno, el Ayuntamiento expropió el solar el cual y tras la consiguiente indemnización al propietario, quedó de propiedad municipal. No dejaría de funcionar como cine hasta tres años después en que con motivo del proyectado nuevo Mercado de Triana, en el solar del cine se instaló el mercado provisional.









            http://blogdesantiagomartinmoreno.bl...de-verano.html
            Editado por última vez por Pelusa97; https://www.betisweb.com/foro/member/6-pelusa97 en 06/03/18, 16:51:39.

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            • #7
              ¿Ataque de nostalgia?




              Resultado de imagen de Gordillo y la el betis y selección española
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              • #8
                joooo, esto de los cines como decís me hace viejo. ¿donde están los cines de verano? con su olor a jazmin.

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                • #9
                  La mayoría de los cines de Sevilla (y seguramente también de otras ciudades) cerraron en los 80, coincidiendo con la aparición y difusión del VHS, que les supuso una dura competencia. También influyó el surgimiento de otras formas de ocio, como las discotecas y los bares de copas, que ya venían pisando fuerte desde la década anterior.

                  En la segunda mitad de los 90 hubo una última oleada de cierres de cines, entre los que destacan el Florida, el Delicias, el Rialto o el Bécquer.

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                  • #10
                    Hablando de los cines de verano de Triana el que más me gustaba era el Avenida (en Pages del Corro), era enorme, con mesas junto al ambigú y muchas damas de noche que perfumaban el ambiente. El Emperador de verano era el que mejores películas echaba porque ponía las que pocos meses antes habían proyectado en el Emperador "de invierno" pero estaba metido en un patio y no corría nada de viento con lo que había veces que el calor era insoportable. También recuerdo el Alfareria cuya programación era mayoritariamente spaghetti westerns, pelis de miedo, de karate y de Bud Spencer y Terence Hill... Aparte de los que se cita en el artículo que puso el Pelu, también estaba el cine Evangelista sito en la calle del mismo nombre. Y esa frase de las madres: "niño, llévate la rebequita que luego refresca". Cuánta razón... alguna vez no me la llevaba y pasaba frío al final de la película.
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                    • #11
                      Originalmente publicado por Lars von Betis Ver Mensaje
                      Hablando de los cines de verano de Triana el que más me gustaba era el Avenida (en Pages del Corro), era enorme, con mesas junto al ambigú y muchas damas de noche que perfumaban el ambiente. El Emperador de verano era el que mejores películas echaba porque ponía las que pocos meses antes habían proyectado en el Emperador "de invierno" pero estaba metido en un patio y no corría nada de viento con lo que había veces que el calor era insoportable. También recuerdo el Alfareria cuya programación era mayoritariamente spaghetti westerns, pelis de miedo, de karate y de Bud Spencer y Terence Hill... Aparte de los que se cita en el artículo que puso el Pelu, también estaba el cine Evangelista sito en la calle del mismo nombre. Y esa frase de las madres: "niño, llévate la rebequita que luego refresca". Cuánta razón... alguna vez no me la llevaba y pasaba frío al final de la película.
                      La historia de los cines de verano de Sevilla daría para hablar largo y tendido. Los hubo en casi todas las partes de la ciudad. En la zona norte hubo algunos que duraron décadas, como el San Juan Bosco (Carretera de Carmona) o el Pío XII (final de la Avenida de Miraflores).
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                      • #12
                        Bonito post,yo iba en los 80 al Casablanca del Cerro.

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                        • #13
                          Originalmente publicado por Lars von Betis Ver Mensaje
                          Hablando de los cines de verano de Triana el que más me gustaba era el Avenida (en Pages del Corro), era enorme, con mesas junto al ambigú y muchas damas de noche que perfumaban el ambiente. El Emperador de verano era el que mejores películas echaba porque ponía las que pocos meses antes habían proyectado en el Emperador "de invierno" pero estaba metido en un patio y no corría nada de viento con lo que había veces que el calor era insoportable. También recuerdo el Alfareria cuya programación era mayoritariamente spaghetti westerns, pelis de miedo, de karate y de Bud Spencer y Terence Hill... Aparte de los que se cita en el artículo que puso el Pelu, también estaba el cine Evangelista sito en la calle del mismo nombre. Y esa frase de las madres: "niño, llévate la rebequita que luego refresca". Cuánta razón... alguna vez no me la llevaba y pasaba frío al final de la película.
                          ***** menudo repaso has hecho en los cines de Triana pero es que ademas que lo has clavado.... cuanta nostalgia

                          pd: Por cierto te mande un mensaje de visita
                          Editado por última vez por Pelusa97; https://www.betisweb.com/foro/member/6-pelusa97 en 12/04/18, 11:57:14.
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                          • #14
                            Originalmente publicado por Balompédico Ver Mensaje
                            Bonito post,yo iba en los 80 al Casablanca del Cerro.
                            ¿Ese cine fue de verano? El Cerro tuvo también el Olimpia, que fue de los primeros de Sevilla que cerraron (hacia 1980).
                            Editado por última vez por Danny; https://www.betisweb.com/foro/member/11691-danny en 12/04/18, 16:00:55.

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                            • #15
                              Originalmente publicado por Danny Ver Mensaje

                              ¿Ese cine fue de verano? El Cerro tuvo también el Olimpia, que fue de los primeros de Sevilla que cerraron (hacia 1980).
                              Si el de verano,tengo vagos recuerdos de haber ido un par de veces cuando chico.

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