

Nueva web ➡ Ficha del partido ➡ Post del partido ➡ Galería de fotos
Jornada 5 del Campeonato Nacional de Liga en la que el Real Betis visitaba al FC Barcelona en el estadio Olímpico de Montjuïc. El equipo local buscaba su cuarta victoria consecutiva, mientras los verdiblancos querían confirmar la gran imagen del segundo tiempo contra el Rayo Vallecano. Nada más lejos visto lo que pasó: el Betis recibió una manita en un partido desastroso. Un 5-0 poco común pero indicativo de lo visto.
Partido jugado después del parón de selecciones, lo que condicionó como es habitual la alineación de Pellegrini: Pezzella y Guido se fueron al banquillo y debutaron como titulares Chadi Riad y Sergi Altimira. El ojo clínico de Ramón Planes se ponía a prueba. Mucha expectación, por lo tanto, en la afición verdiblanca por ver a estas dos caras nuevas desde el inicio. Además, Luiz Henrique volvía al once inicial tras superar el fin su lesión.
El Barcelona dominó claramente la primera parte a través de la posesión. Desde los primeros minutos los locales controlaron la pelota y el Betis planteó un partido para robar y contraatacar. El plan parecía que podía funcionar, el Barcelona no generaba peligro y, en cambio, los visitantes tuvieron dos ocasiones claras consecutivas por medio de Luiz Henrique y Ayoze, con disparos que salieron fuera por poco.
Pero el partido serio hasta el momento saltó por los aires mediada la primera parte. Después de los fallos en ataque llegaron los que cuestan puntos, los errores en defensa. Primero, en una salida de balón bética muy defectuosa, la pelota le acaba llegando a Joao Félix que, tras carambola, anota su primer gol con su nuevo equipo. Era el minuto 24. Ahí no terminó la pesadilla: en el minuto 31 Christensen avanza sin que nadie siquiera le estorbe y mete un pase al centro que deja a Lewandowski un mano a mano de los que no falla.
En apenas media hora el Betis se ponía 2-0 por debajo por fallar atrás y perdonar arriba. El Barcelona estaba muy cómodo y los de Pellegrini no parecían saber qué hacer. Un pequeño arreón final trajo una enorme ocasión de Willian José al filo de descanso que desbarató Ter Stegen a bocajarro, y otra de Joao Félix que solventó Rui Silva.
Así pues se llegó al descanso con el mencionado 2-0, un resultado quizás algo engañoso porque ambos equipos crearon un peligro similar en los primeros 45 minutos, pero el Barcelona no cometió errores y el Betis sí.
En el intermedio Pellegrini no tuvo más remedio que reemplazar a Rui Silva por Fran Vieites debido a una lesión del portugués. Además, Abde sustituyó a un errático Luiz Henrique. Más debuts en un partido complicado.
La segunda parte el Betis se borró. Incomprensible, inaceptable y sonrojante partido de todo el bloque, del primero al último. A unos primeros minutos ligeramente equilibrados le siguió el tercer gol de Barcelona, de Ferrán Torres de falta directa con una barrera mal colocada. Era el minuto 61 y el infierno se abría para los béticos.
Pellegrini movió piezas pensando en Glasgow pero la imagen no mejoró. Raphinha en el 65 y Cancelo en el 81 certificaron un resultado inaceptable por mucho Barcelona que hubiera enfrente.
El equipo local incluso se permitió el lujo de humillar al rival con jugadas que a nadie parecían dolerle. Tacones, caños, ruletas… No importaba, no había rival enfrente. No parece probable que los catalanes vayan a tener un partido tan plácido en mucho tiempo.
En fin, derrota de las que duelen, con la lesión del único portero titular que nos quedaba. Horrenda imagen y preocupante perspectiva de cara a lo que viene. El jueves, el Rangers nos espera y, aunque sea un equipo con poca calidad, sí que es enormemente intenso. El Betis debe mejorar mucho la versión de hoy si quiere aspirar a sacar algo de Escocia.