El Betis volvió a caer en Bilbao ante el Athletic (1-0) en un partido donde al menos sí tuvo opciones de sacar algo positivo, pero volvió a hacer gala de sus defectos en ambas áreas.
Rubi volvió a realizar varios cambios en el once, esta vez cuatro, con respecto al empate ante el Granada. Uno por línea, donde la novedad más destacada fue la alineación de Lainez como titular.
Desde el comienzo, ambos planes estaban claros: el Betis intentando buscar salir desde atrás el Athletic buscándolo muy arriba en busca del fallo. Los locales fueron los que mejor rentabilizaron los primeros minutos, generando varias llegadas con peligro, consiguiendo además adelantarse en el marcador en una jugada ensayada a través de Íñigo Martínez, en la enésima desaplicación defensiva verdiblanca.
A partir de ahí, el Athletic empezó a ceder terreno y el Betis a ganarlo en campo contrario, aunque con la habitual nula profundidad verdiblanca. Precisamente la acción más peligrosa del equipo bético en el primer tiempo fue un balón largo de Guardado que se encargó Fekir de convertirlo en una acción de peligro, evitando el gol Unai Núñez en última instancia.
El resto del primer tiempo no hubo mucho más, donde el Athletic fue mejor con y sin balón y dio más de un susto a la contra a los verdiblancos para aumentar su renta.
El club bilbaíno siguió mejor plantado tras el descanso, como se vio en la ocasión de Williams nada más salir del vestuario que detuvo Joel. Raúl García tuvo otra clara con un remate al larguero pocos minutos después en un Betis que seguía sin defender de forma seria.
Poco a poco, el Betis fue llegando con más claridad al área rival, pero con el desacierto habitual. Borja Iglesias tuvo la más clara, pero sin concretar el tanto. Incluso en los últimos minutos dispuso el equipo verdiblanco de un penalti, pero Canales lanzó el penalti arriba.
Fekir tuvo la última del partido pero Unai se hizo grande en su portería para mantener la victoria para los suyos y que certificaba la derrota de los suyos.