 
1 - 1Tiempo completo |
| Isco 37' | 1-0 | |
1-1 | 55' Kike Salas | |
| Colegiado: Sánchez Martínez | ||
| VAR: Ortiz Arias |
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Día marcado en verde en el calendario desde que se conoce antes de empezar la temporada. Derbi en el Benito Villamarín, en partido correspondiente a la jornada 33 del campeonato nacional de Liga. Da igual la diferencia en la tabla y la marcha de ambos equipos en la competición. Es un derbi, el temido y deseado derbi. Un puerto fuera de categoría. Gloria o pájara.
El 20 de abril de 1980, domingo de feria, mi padre junto a su grupo ciclista Genjo (Gente Joven) pasan por Carmona. A pesar de jugar el Betis de local cede al Sevilla por antigüedad el lugar habitual de concentración en el Parador Nacional. Mi padre coincide con el autobús del Sevilla y le hace un gesto a sus ocupantes de que esa tarde “les íbamos a meter cuatro”. Los jugadores entre sonrisas le respondieron que no. Esa tarde fue una de las más bonitas que he vivido en nuestro templo, ya no sólo por el resultado sino por el juego de nuestro equipo dirigido entonces por Luis Cid Carriega. Un 4-0 para la historia y una grada entregada entonando el “qué bonito”.
Días previos donde se hizo notar por ambos clubs el respeto y las buenas formas que deben ser referente en cuanto a ejemplo de ciudad ante tantas personas en el mundo que están pendientes de estos partidos. En el ciclismo son famosas las luchas encarnizadas en la carretera entre grandes contendientes, pero fuera de ella casi siempre han primado las buenas formas y el reconocimiento del adversario. El otro día, sin ir más lejos, nuestro Juanpe López recogió de un auxiliar un bote para su principal competidor en el Tour de los Alpes. Máxima rivalidad en el campo o en la carrera, pero todos tenemos familias y amigos en ambos lados. Nada me gusta más en el deporte que ver ganar al Betis frente al Sevilla, pero vuelvo a la figura de mi padre. Siempre con el respeto por delante que se me ha hecho máxima en lo que me decía: “enemigos no, rivales sí”. He podido vivir muchos derbis en nuestro campo (la liberación que sentí con el gol de Sabas en el año 95) y en el de ellos (liga, ciudad de Sevilla…), con mi padre, bético, y su hermano Miguel, mi tío, sevillista. He ido al Sánchez Pizjuán de local… Cuando las obras del mundial 82 y el Sevilla nos cedió su estadio. Nada parecido como ganarle al Sevilla y quedar por encima de él, pero siempre de sevillanas maneras. Es deporte, fútbol, y así tenemos que disfrutarlo y sufrirlo.
En una semana ciclista donde hemos vuelto a saborear las mieles del triunfo con la victoria final del granadino Carlos Rodríguez en el Tour de Romandía nos llegaba el derbi. Tifo espectacular en el Villamarín y ambiente extraordinario. Sobreexcitación en la ciudad, en las gradas y que inevitablemente se traslada al campo. Enorme tensión porque hay mucho más en juego que tres puntos. Lo que sí es cierto es que echo mucho de menos una mayor presencia canterana, ojalá pronto volvamos a ver un primer equipo con una base de jugadores formada en nuestros escalafones inferiores. Los que viven las trece barras desde críos.
Como todo el mundo ya habrá visto y leído en distintas crónicas el Betis se fue al descanso con un 1-0 tan justo como corto por ocasiones, y estos partidos se deciden por detalles. Gol de Isco de penalti que nos ponía por delante pero con todo por resolver en la segunda parte.
Y al comienzo del segundo período se pudo decidir el partido casi definitivamente. Bakambú se marcha sólo hacia la portería sevillista dispuesto a afrontar un mano a mano con el portero, y cuando se dispone a culminar la jugada se rompe en el sprint y golpea mal el balón. Acto seguido Ayoze, de los mejores junto a Isco ayer, recorta en el área y el portero sevillista se luce desviando a córner. Seguro que el jugador canario aún le estará dando vueltas al disparo, pues podría haber tirado al otro palo y no al del portero. Detalles que no se pueden dejar pasar.
Y lo que es el fútbol, corner ingenuo concedido por el Betis y el Sevilla, hace valer su superioridad en el juego aéreo. Salas marca de un cabezazo con cierta facilidad estableciendo las tablas en el marcador.
A partir de ahí muchas brusquedades e interrupciones del equipo visitante que no quería salir de vacío de nuestro estadio. Supo el Sevilla defender con el balón y lejos de su portería. Aun así disfrutamos de alguna que otra ocasión, como la conexión Fekir – Isco pero que el jugador malagueño disparó blando. Un testarazo ya en el tramo final de Ez Abde al larguero puso fin al partido.
Punto que sabe a poco porque nos queda la misma sensación que en el partido de la primera vuelta. Se nos fueron vivos pero es que hay que tratar de controlar todas las facetas del juego, y el juego por alto ayer nos privó de una más que merecida victoria. Detalle a tener en cuenta.
La semana próxima visitaremos Pamplona, donde nos espera el Osasuna. A por los tres puntos que nos permitan seguir de lleno en la lucha por Europa. A San Fermín pedimos. Entramos en el tramo final de la competición, que se presenta apasionante en la lucha por un puesto europeo. Y el Giro a la vuelta de la esquina… Disfrutemos del Betis y el ciclismo.
Vamos Betis, siempre contigo. Siempre.
