Una jornada más, o una jornada menos, según se mire. La tortura sigue para el Real Betis, al que parece que ya no le quedan ánimos para afrontar los partidos que restan. Este fin de semana le toca viajar a Balaídos para hacerle frente a un Celta que también está tocado, pero no hundido como es el caso de los verdiblancos. Supondrá un partido menos para que acabe esta campaña o un partido más para demostrar algo de orgullo, si es que aún queda. Lo que está claro es que no es tiempo para relajarse o alguno podría llevarse sustos innecesarios.
¿Y quién arregla esto?
Estos días siempre se repite lo mismo: hacen falta cambios. Arreglar esto no es cosa de una sola persona, hace falta una gran limpieza de arriba a abajo, hacen falta caras nuevas, profesionales, gente competente y jugadores con ganas que lleven al Real Betis a donde se merece. Actualmente solo podemos ver un equipo lastrado, que está arrastrando el escudo, y una afición que se siente representada por la cara de lamentación de Canales después de haber sido sustituido en el partido frente al Villarreal o la impotencia de Fekir al ser expulsado.
Una vez más, mucho dejaron que desear los de las trece barras frente al submarino amarillo. Las decisiones arbitrales volvieron a perjudicarles, pero mucho más graves son los fallos defensivos, el bajo nivel en la portería o las pocas ideas en ataque para acabar finalizando las jugadas. Este conjunto está roto, no levanta cabeza y hacen falta muchas soluciones que deben y tienen que llegar para ver el Betis que se quiere ver. Mientras tanto, toca seguir luchando por salvar la temporada y no caer al hoyo. Y esta vez probablemente sea sin Fekir, quien sigue pendiente de la resolución de su sanción.
Sí… Pero no
El Celta parecía que había llegado del parón con una cara renovada. Ofreció una versión más positiva en la parcela ofensiva, que se antojaba dispuesta a luchar y compensar esa debilidad defensiva que les caracteriza, pero sus puntos débiles, después de unos partidos buenos, han vuelto a quedar al descubierto. Logró vencer al Alavés con un abultado resultado (6-0) e incluso le plantó cara a la Real Sociedad (0-1) o al FC Barcelona (2-2), pero el castillo de naipes volvió a caerse la jornada pasada frente al Mallorca con un duro 5-1.
Sin embargo, este sábado, en casa, tendrá en frente a un rival directo que tampoco quiere complicarse más la vida. El Celta está al borde del abismo, tres puntos por debajo del Betis y cinco por encima del Mallorca. Conociendo la situación que atraviesan los de Alexis Trujillo y sabiendo las necesidades que tienen ambos equipos, los celestes van a intentar ahondar en la herida y buscar los tres puntos ansiosamente. Para ello, Óscar García no tendrá disponibles ni a Juncà, ni a Denis Suárez ni a Sergio Álvarez.
Un campo difícil
El Betis tiene mucha asignaturas pendientes y una de ellas es jugar a domicilio. No se le da nada bien al conjunto verdiblanco, pero sumándole la complejidad que tiene Balaídos, las esperanzas de conseguir un triunfo se disminuyen. Aun así, no llega con un mal precedente, pues la temporada pasada logró llevarse los tres puntos de Galicia a Andalucía. Fue por la mínima gracias a un gol de Jesé en el minuto 80. Actualmente, que sucediese algo así, sería oro para los de las trece barras si no quieren acercarse más al límite del infierno.
En tierras gallegas se juntarán dos equipos con muchas necesidades. Un Celta que está tocado, pero aún le quedan ánimos para conseguir mantenerse en la Primera División, contra un Betis que ni está ni se le espera para lo que queda de campaña. Ninguno de los dos lo tienen todo hecho y tendrán que sacar las fuerzas de donde sea para conseguir tres puntos que pueden suponer algo de alivio en esta pesadilla que parece no tener fin.
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