Opinión. El odio nos hace más fuertes

0

“Qué fácil es ser del Betis”, “Que afición que se sube ahora que van ganando”, “Los aficionados del Betis son los más rastreros de España” … bueno y esto es únicamente una pequeña parte de lo que he podido leer en las últimas semanas por parte de aficionados de diversos equipos de España.

Hace unos años, quizás los más jóvenes no se acuerden, éramos como aquel amigo que no va del todo bien en la vida, pero te cae simpático. Y es que el Real Betis era querido por todos, la de veces que escuchaba: “Ahh, ¿que eres del Betis?, Que bien, Soy de X pero me caen bien”. Fuéramos a donde fuéramos teníamos simpatizantes de todos los lados que nos alababan y les caímos en “gracia” porque ellos no vivían lo que nosotros hemos tenido que vivir años atrás, ellos no sufrían nuestras desgracias, y seguramente sea por ello por lo que caíamos tan bien, porque no éramos “dignos” seguramente para muchas mentes cerradas.

Lo que ellos no se imaginaban, es que todo daría un giro de 180 grados de golpe. Con la llegada de Pellegrini en los primeros años ya no nos consideraban tan inocentes, se podría decir que ya se vio otro Betis que hacía años que no salía a la luz, ese Betis que aspiraba a no salvarse por la mínima o vivir temporadas de ascensos y descensos. Se vio la esencia del verdadero equipo y eso comenzó por no hacer ya tanta “gracia” a algunos equipos. Se pasó de ser majos a ser rivales directos, se pasó de sentir lástima por nosotros, a ser temidos en muchos campos, y esos amigos y compañeros, JODE.  Y es que no hay una palabra que defina más fuerte el sentimiento de esos aficionados que han visto crecer de ese “amigo entrañable e inofensivo”, a un “perro de caza” con una ambición por las nubes.

Y es que cuando me repetían “que fácil es ser del Betis” me hubiera gustado recordarles aquellas tardes llorando, cuando el perder era más una costumbre que algo esporádico, o cuando me llevaba a clase la camiseta del Betis después de vivir un domingo de descenso, y bien orgullosa que iba, por cierto. O decirles cuando repiten una y otra vez “que nos subimos ahora al carro porque ganamos”, cuando llenábamos campos de visitante en segunda a pesar de ver un desfile de entrenadores incompetentes, cuando se hacían llenos en el Villamarin cada semana que jugábamos de local, o cuando teníamos que vivir a la sombra de un Sevilla superior a nosotros… dolía tantísimo vivir todo aquello, y creo que cualquier bético que este leyendo esto se podría identificar conmigo.

Pero todos esos años han pasado amigos, todos esos años por suerte han pasado a ser una mala pesadilla, más que una realidad. Hemos pasado a competir contra cualquiera sin importar nada, y esa “ambición” nos ha llevado a donde estamos a día de hoy. Y es que estamos ante el mejor Betis de la historia, me atrevería a decir. Jamás he visto a este equipo, como lo que estoy viendo en este 2025, un equipo donde los compañeros están a una, un Pellegrini que ha dado con la tecla, donde los jugadores con menos minutos se han sumado a la causa y están jugando de lujo, una afición que sigue unida a su equipo como siempre y lo demuestra semana si, semana también, un equipo que no parece tener techo futbolísticamente.

Ahora somos nosotros los que nos tienen que tener miedo, y como ya he repetido anteriormente, esto jode muchísimo. El rencor, la envidia de que jugador que venga, aunque sea cedido, se enamore del club, o únicamente el no poder estar a día de hoy con su club en esta unión que tenemos nosotros de equipo-afición, hace que se genere insultos, desprecios y rivalidades absurdas con equipos con los que jamás hemos tenido. ¿Pero qué queréis que os diga? Esto a mi me motiva, me hace ver que el odio nos hace cada día más fuertes, y realmente me da igual lo que piensen de nosotros.  Me importa el Betis, y ojalá siga muchos años este odio porque demostrará que seguimos en la cima, que seguimos haciéndonos un nombre aún más fuerte.

 

            Nueva web Real Betis