Yo acuso. Un Betis como equipo. 1-0 Real Betis vs Atlético de Madrid.

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Viendo cómo se había comportado el Real Betis Balompié en los últimos años en los enfrentamientos con el At Madrid hacía presagiar un nuevo resultado adverso. Acudimos los béticos en masa, a pesar de estos presagios, porque una fuerza superior mantiene intacta la esperanza. Y es que esta vez fue, esta vez se plasmó sobre el Villamarín una obra majestuosa que de una vez por todas verificaba aquello del CurroBetis.

            El mismo equipo que sucumbió en Conference y en el Derbi ante un rival menor, ahora ganaba, y de qué manera, a un equipo de presupuesto muy superior y llamado a conquistar cosas.

            Desde el primer minuto se comprobó una actitud colectiva infinitamente distinta a los partidos anteriores, una presión bien marcada, una recuperación tras pérdida muy acentuada y una verticalidad que dejó el duelo en 24 ocasiones claras de gol, lo nunca visto. Sólo la finura en la definición nos privó de goleada.

            Tal vez debería haber empezado por la persona que comandó esta beligerante actitud contra lo previsto y no es otro que un Cardoso de un nivel absolutamente espectacular, en el robo de balón, en la construcción y auditoría de la defensa y en un magnífico trato de balón del que incluso salieron de sus botas ocasiones de gol por balones que hubiera firmado un diez.  A esta altura es imposible que ese jugador pueda durarnos mucho, lo que hizo anoche vale mucho dinero en el mercado.

Aunque todo esto no se pudo hacer si el resto de los jugadores no rezan la misma fe. Y es que desde el 4-4-2 donde los dos puntas Vitor Roque y Chimy hasta los laterales, todos se confabularon y  presionaron hasta la extenuación. El equipo de Simeone no pudo hilar una jugada meritoria en todo el partido, no llegó con claridad hasta el final del mismo, cuando las fuerzas ya desfallecían. Llevo muchos años viendo Betis y es difícil que se recuerde un partido tan completo, en cuanto a la presión y actitud del equipo que igualó y superó al rival teóricamente más fuerte. Precisamente en su faceta más destacada.

            La completa noche se dio cuando la afición que superaba los 52.000 entendió que el aliento compensaba la falta de fuerza y el Villamarín rugió como pocas veces en los estertores del partido. Éxtasis total en la grada, la gente al finalizar cantaba bajando las escaleras, permitiéndonos que el lunes fuera menos lunes.

            Vuelve el equipo a la media regular que Pellegrini nos tiene acostumbrado. Os confieso que quiero más y no me valen las medias de ingeniería, soy más de condimentarlo con un poco de riesgo y ambición, pero eso será oportuno contarlo al final de temporada. Ahora toca pedir en cada partido lo mismo, la misma actitud y esperar que lleguen los lesionados para completar una temporada a la altura del aficionado. Vivos en todo y esperanzados siempre, Betis manquepierda, sea..

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