años y todo tiene que ser recordado»
Óscar Arredondo, coordinador de la comisión del Centenario del Real Betis. ABCGERARDO TORRES/SEVILLA
La organización del Centenario del Betis está en marcha. El lema y el logotipo se presentaron el pasado día 12, cuando el club cumplía 99 años, y el himno, aún sin rematar, ya se tararea en el estadio y suena en los teléfonos móviles. Óscar Arredondo coordina el trabajo de la comisión que ha de darle forma a ese Centenario, y con las ideas que maneja se puede adelantar que le queda un año muy duro por delante.
—¿Está satisfecho por cómo ha empezado todo?
—Estamos todos muy satisfechos. El logo está teniendo una gran acogida y tiene una gran proyección a efectos comerciales; el lema engloba cien años de vida e igualmente se refiere al futuro, y el himno me parece que está siendo un bombazo, y eso que sólo tenemos la maqueta. Entiendo que es una canción pegadiza, muy cargada de sentimiento y creo que la crítica ha sido buena.
—¿Con qué filosofía han afrontado esta tarea?
—Podíamos despersonalizar el Centenario contratando a la mejor empresa organizadora de eventos o dejar la organización a esa empresa pero coordinado todo desde una comisión propia, pero el modelo de gestión que hemos escogido era y es el más arriesgado, porque consiste en que lo organicemos nosotros mismos, aunque estemos todos asesorados perfectamente por profesionales. La filosofía es contar con personas jóvenes que rezuman beticismo y que quieren trabajar con mucha ilusión aunque en principio con pocos medios. Poco a poco somos autosuficientes y estamos estableciendo nuestra propia capacidad de acción. A partir de ahí, y con el pilar básico de la afición, hemos ido arrancando. Hay que poner de manifiesto que, por ejemplo, estuvimos muchos años en Tercera y la afición siempre estuvo ahí. Y tenemos que sentirnos orgullosos de la última Copa del Rey, o de haber sido el primer equipo de Sevilla y de Andalucía en jugar la Champions League, pero también de cuando el club tenía, por ejemplo, que rifar una vaca en tiempos de penurias. Todo ha emanado del amor a unos colores y por eso el símbolo del Centenario es la afición, con la que queremos tener una interactividad constante.
—La comisión es autosuficiente. ¿Cómo están funcionando?
—La primera complicación era generar unos mínimos recursos en agosto, y ahí hemos trabajado mucho para conseguir una oficina digna, unos medios dignos y, en fin, que pudiéramos desenvolvernos a expensas de cerrar los patrocinios más fuertes, que están a punto de rematarse. Hablando vulgarmente, había que hacer caja rápidamente para poder empezar a trabajar y ha sido duro.
—¿La predisposición de aquellos que han de aportar esos recursos es buena?
—Sí. Todas las empresas parten del principio de que van a hacer con nosotros lo mismo que hicieron con el otro equipo de la ciudad. Lo que ocurre es que no vamos a organizar las mismas actividades. Nosotros creo que tenemos un contenido de actividades culturales más amplio, con la edición de varios libros, el montaje de una galería pictórica, etcétera, y muchas de ellas pueden tener un patrocinio indirecto, y en ello estamos. Vamos a requerir por otro lado un patrocinio económico puro y duro, para lo cual hemos establecido tres rangos de patrocinadores, oro, plata y bronce; luego están los colaboradores, como los medios de comunicación, que nos ayudarán a cambio de una licencia que les proporcione el Centenario; y los suministradores, que entregarán servicios o bienes a precio de costo a cambio de una publicidad. A partir de todo esto se ha constituido una sociedad filial del Real Betis Balompié y hasta el día de la fecha están respondiendo muy bien los empresarios sevillanos.
—¿Cómo harán para evitar la comparación constante con el Centenario del Sevilla?
—Las comparaciones serán inevitables, pero lo primero que hicimos fue un estudio de lo que organizaron otros clubes, como Real Madrid, Barcelona, Español, Sporting, Sevilla, etcétera, y vimos los actos que podían tener una cierta relevancia y los que no. Nosotros tenemos claro lo que queremos y entre otras cosas vamos a sacar el Centenario de la ciudad, pues es nuestra intención llevar unas jornadas a Madrid y a Barcelona, y esto creo que es una innovación. Pero las comparaciones siempre van a estar ahí.
—Con el himno ya surgió alguna pequeña controversia...
—Me remito a lo dicho por nuestro compositor elegido, Rafa González Serna: en nuestra tierra existe un compás especial, el tres por cuatro, y él no sabe cantar el himno como una jota.
—¿La diferencia con el Centenario del Sevilla puede ser hacerlo menos denso?
—No tenemos que pensar en organizar más o menos actividades, sino en que todo lo que se haga sea de mucha calidad, de un hondo calado y bien organizado. Ya hemos cerrado los actos de enero de 2007 y la primera semana, que aún es Navidad, estará más cargada, pero en las tres siguientes tendremos actos puntuales y dispersos. No queremos saturar el calendario ni acaparar los medios de comunicación con actos que sean vacíos de contenido. Preferimos menos cosas pero de mucha multitud, y no foros, gradas o estadios vacíos.
—Hay gente que piensa que el Centenario del Betis ha empezado ya...
—No. Arrancará el 1 de enero y durará hasta el 31 de diciembre de 2007, año natural que coge dos temporadas deportivas. Lo que pasa es que el Centenario exige un soporte económico, y en este aspecto el <CF44>merchandising</CF> es muy importante. Hay que vender las camisetas del Centenario, las camisas, la línea de ropa del Centenario, los productos de papelería, etcétera, etcétera, y todo eso requiere una preparación de imagen comercial que había que perfilar urgentemente.
—El dinero que se genere, ¿adónde irá?
—Primero a cubrir el presupuesto del Centenario. Y una vez que la sociedad del Centenario se extinga, los beneficios que pudieran contabilizarse revertirían en el Real Betis, pues esa sociedad es filial del Betis. Hombre, hay acciones que directamente revierten en el club, porque si por ejemplo mejoramos algunas instalaciones del estadio o si personalizamos el autobús para el equipo, eso queda para la entidad.
—El Betis ha aportado un partido con el Milan, pero no recursos económicos. ¿Por qué?
—El Betis aporta algo fundamental: el propio Betis. Aquí no hablamos de dos entidades paralelas, sino que la comisión del Centenario emana del consejo de administración del Real Betis Balompié, que ha puesto a nuestra disposición sus activos patrimoniales y materiales y la colaboración es total, sin injerencias ni nada reprochable.
—¿El «modus operandi» de la comisión avanza una modernización del Betis y un cambio de la imagen que ha deproyectarse del club?
—Me encantaría que así fuera, pero lo que pretendemos es que todo lo que se haga esté perfectamente organizado y que tenga la máxima calidad.
—Según algunos discursos parece que el Betis echó a andar en 1992. Ustedes, sin embargo, evocan toda la historia...
—Es que la realidad del Betis son cien años. Hay un punto de inflexión importante que es 1992, un rubicón que si no se pasa el club no existiría hoy, o no sería como es. Ahí apareció la figura de Manuel Ruiz de Lopera y ese momento tendrá su sitio en el Centenario, por supuesto. Hay algo incuestionable, que es que en 1992 el Betis pasa a ser una sociedad con una estabilidad económica y deportiva, a pesar del tropiezo del año 2000. No obstante, todo va a ser recordado, pues nada se nos ha impuesto. Sólo se nos ha exigido profesionalidad, y quien no está es porque no ha querido y quien no esté en el futuro será porque no quiera.
—Es una buena oportunidad para recuperar la idiosincrasia del Betis, ¿no?
—Sí. Hay mucha gente que no entiende el manque pierda, que no es el grito del perdedor, sino del que se levanta tras caerse. Y es importante que el bético más joven conozca quiénes fuimos para saber quiénes queremos ser y reafirmarnos en nuestro futuro. De ahí el lema.
—Ya han adelantado ustedes algunos actos, y aunque no se pueda anunciar mucho más, hay puntos concretos de los que hablar. Por ejemplo, habrá un partido de fútbol con el Milan...
—Habrá dos partidos. Primero el de la afición y luego el del Centenario. El de la afición queremos que sea con el Celtic de Glasgow en el contexto de unas jornadas de hermanamiento con equipos verdiblancos. Los aficionados del Celtic ya invadieron esta ciudad cuando jugaron la final de la UEFA, son muy fieles, muy parecidos a los béticos, y celebran encuentros anuales en los que se reúnen unas 30.000 personas. Además, queremos traernos a las instituciones de Glasgow y a los equipos que comparten color. Ese sería el homenaje a la afición, presumiblemente en el mes de junio. El partido del Centenario lo encajaríamos en agosto, siempre y cuando Betis y Milan no estén jugando eliminatoria previa de Liga de Campeones, lo cual nos haría modificar el calendario.
—La Feria. ¿Por qué han rechazado la portada?
—Porque es un símbolo de la ciudad y no debemos apropiarnos de esas cosas, que son de todos los sevillanos. Entendemos que basta con coronar esa portada con la bandera del Centenario o con la primera bandera del Real Betis Balompié, que aún no está decidido, y vestir toda la Feria de verde y blanco con los farolillos. También hemos solicitado que las lonas de las casetas del Ayuntamiento y de los distritos sean verdiblancas, y vamos a tener nuestra propia caseta del Centenario, no sólo en la Feria de Sevilla, sino en todas las de la provincia, en las que también pretendemos que los farolillos y las casetas consistoriales sean verdiblancas, lo cual es un trabajo tremendo que se está coordinando desde la Federación de Peñas. Todo esto lo tenemos avanzado y se está canalizando a través de la Diputación.
—Dicen que han buscado algo más difícil de «boicotear»...
—(Risas). Hombre, no pensamos en eso, sino en la manera de estar representados diariamente en toda la Feria sin acaparar un símbolo genérico.
—Otra cosa. Sin menospreciar a Rafa González Serna, se había extendido el rumor de que el himno correría a cargo de Alejandro Sanz, un músico de una repercusión mundial.
—Vamos a ver. Primero diré que estamos muy orgullosos de nuestro himno. A partir de ahí le cuento que hay determinados músicos de un estatus que si bien te pueden ceder su imagen e incluso su voz en un momento concreto, no tienen el tiempo para componer un himno y luego apoyarlo con una presencia constante. Esto no quiere decir que Alejandro no pueda cantar el himno del Centenario en un concierto en Sevilla. Se está trabajando para que Alejandro ofrezca ese concierto en aras a la calidad que propugnamos, pues pensamos que es mejor este concierto que muchos de artistas de menor nivel, sin menospreciar a nadie. No se puede adelantar nada más hasta que no haya fecha y sitio y los derechos de ese concierto pertenezcan al Real Betis. Dicho esto, añado que mi ilusión sería que ese concierto lo cerraran Alejandro y Rafa González Serna con un escenario lleno de niños haciendo los coros con camisetas verdiblancas. Si ya se me saltaron las lágrimas cuando escuché el himno en el partido con el Athletic, si consiguiéramos eso yo creo que sería alucinante.
—Otra cuestión: la participación de futbolistas o personajes históricos del Betis en el Centenario. Muchos son reacios por su mala relación con Lopera.
—Repito que en el Centenario estarán los que quieran estar. Yo he iniciado algunas gestiones particulares y últimamente hablé de esto con Jaime Quesada o con Roberto Ríos, y el otro día me encontré con Rogelio, y en principio nadie me ha dicho que no. Nosotros tendemos la mano a todos, y yo creo que si los futbolistas les deben su minuto de gloria al Real Betis, podrían prestar ahora un minuto de su vida para devolver de alguna forma esa gloria que el Betis les brindó. Me parecería una descortesía que alguien rechazara la mano que tiende esta comisión, pero...
—Porque ustedes pretenden...
—Mire: lo que nosotros pretendemos es que el Centenario quede. Porque una canción queda, pero es algo etéreo, no material; y un logo pasa, porque lo que queda es el escudo del club. Nosotros queremos quedarnos en la ciudad, que cada uno de los hitos de la historia del Betis quede representado mediante un monumento. Ésa es una idea que está muy avanzada, en la que está trabajando un gran bético y creo que sería muy bonito. Hemos tenido la suerte de vivir los cien años del Betis y queremos inmortalizarlo.
—Quiere decir que el Centenario dejaría por Sevilla recuerdos de la historia del Betis...
—Esparcidos por la ciudad como monumentos y obras de arte que han de perpetuar un recuerdo. He visto que en otros centenarios no se consiguió vincular el acontecimiento al mobiliario de la ciudad y pretendemos que el nuestro se vincule a Sevilla de esa forma y que dentro de 25 ó 50 años, cuando alguien pase al lado de esos monumentos pueda recordar lo que se hizo, espero que bien.
—¿Y no temen que ese mobiliario sea...?
—Saboteado, ¿no? Sí, hemos pensado en ello y para eso hay un área institucional y están el artista, el Ayuntamiento... Vamos a intentar que la gente entienda el asunto, e igual que no se sabotea el edificio del Ayuntamiento, que es plateresco y una maravilla, pues que esto tampoco sea saboteado.
—Le queda una tarea ardua por delante, pero bonita.
—Tras la presentación del día 11, que era muy importante. el 12 respiré. Y, bueno, ahora vengo del club, donde hemos estado trabajando y hemos comido unas hamburguesas rápidamente mientras rematábamos lo previsto para el 1 de enero. Lógicamente tendremos que hacer cosas antes de esa fecha porque se cierra el concurso para la mascota, tiene que arrancar el proyecto llamado «Betis solidario», haremos presentaciones de los actos a celebrar en la primera semana de enero, etcétera. Tendremos una gran actividad en octubre, noviembre y diciembre y a partir de enero sucederán muchas cosas que quedarán en los corazones de los béticos.
Grouñidos en el desierto verdiblanco
Óscar Arredondo, coordinador de la comisión del Centenario del Real Betis. ABCGERARDO TORRES/SEVILLA
La organización del Centenario del Betis está en marcha. El lema y el logotipo se presentaron el pasado día 12, cuando el club cumplía 99 años, y el himno, aún sin rematar, ya se tararea en el estadio y suena en los teléfonos móviles. Óscar Arredondo coordina el trabajo de la comisión que ha de darle forma a ese Centenario, y con las ideas que maneja se puede adelantar que le queda un año muy duro por delante.
—¿Está satisfecho por cómo ha empezado todo?
—Estamos todos muy satisfechos. El logo está teniendo una gran acogida y tiene una gran proyección a efectos comerciales; el lema engloba cien años de vida e igualmente se refiere al futuro, y el himno me parece que está siendo un bombazo, y eso que sólo tenemos la maqueta. Entiendo que es una canción pegadiza, muy cargada de sentimiento y creo que la crítica ha sido buena.
—¿Con qué filosofía han afrontado esta tarea?
—Podíamos despersonalizar el Centenario contratando a la mejor empresa organizadora de eventos o dejar la organización a esa empresa pero coordinado todo desde una comisión propia, pero el modelo de gestión que hemos escogido era y es el más arriesgado, porque consiste en que lo organicemos nosotros mismos, aunque estemos todos asesorados perfectamente por profesionales. La filosofía es contar con personas jóvenes que rezuman beticismo y que quieren trabajar con mucha ilusión aunque en principio con pocos medios. Poco a poco somos autosuficientes y estamos estableciendo nuestra propia capacidad de acción. A partir de ahí, y con el pilar básico de la afición, hemos ido arrancando. Hay que poner de manifiesto que, por ejemplo, estuvimos muchos años en Tercera y la afición siempre estuvo ahí. Y tenemos que sentirnos orgullosos de la última Copa del Rey, o de haber sido el primer equipo de Sevilla y de Andalucía en jugar la Champions League, pero también de cuando el club tenía, por ejemplo, que rifar una vaca en tiempos de penurias. Todo ha emanado del amor a unos colores y por eso el símbolo del Centenario es la afición, con la que queremos tener una interactividad constante.
—La comisión es autosuficiente. ¿Cómo están funcionando?
—La primera complicación era generar unos mínimos recursos en agosto, y ahí hemos trabajado mucho para conseguir una oficina digna, unos medios dignos y, en fin, que pudiéramos desenvolvernos a expensas de cerrar los patrocinios más fuertes, que están a punto de rematarse. Hablando vulgarmente, había que hacer caja rápidamente para poder empezar a trabajar y ha sido duro.
—¿La predisposición de aquellos que han de aportar esos recursos es buena?
—Sí. Todas las empresas parten del principio de que van a hacer con nosotros lo mismo que hicieron con el otro equipo de la ciudad. Lo que ocurre es que no vamos a organizar las mismas actividades. Nosotros creo que tenemos un contenido de actividades culturales más amplio, con la edición de varios libros, el montaje de una galería pictórica, etcétera, y muchas de ellas pueden tener un patrocinio indirecto, y en ello estamos. Vamos a requerir por otro lado un patrocinio económico puro y duro, para lo cual hemos establecido tres rangos de patrocinadores, oro, plata y bronce; luego están los colaboradores, como los medios de comunicación, que nos ayudarán a cambio de una licencia que les proporcione el Centenario; y los suministradores, que entregarán servicios o bienes a precio de costo a cambio de una publicidad. A partir de todo esto se ha constituido una sociedad filial del Real Betis Balompié y hasta el día de la fecha están respondiendo muy bien los empresarios sevillanos.
—¿Cómo harán para evitar la comparación constante con el Centenario del Sevilla?
—Las comparaciones serán inevitables, pero lo primero que hicimos fue un estudio de lo que organizaron otros clubes, como Real Madrid, Barcelona, Español, Sporting, Sevilla, etcétera, y vimos los actos que podían tener una cierta relevancia y los que no. Nosotros tenemos claro lo que queremos y entre otras cosas vamos a sacar el Centenario de la ciudad, pues es nuestra intención llevar unas jornadas a Madrid y a Barcelona, y esto creo que es una innovación. Pero las comparaciones siempre van a estar ahí.
—Con el himno ya surgió alguna pequeña controversia...
—Me remito a lo dicho por nuestro compositor elegido, Rafa González Serna: en nuestra tierra existe un compás especial, el tres por cuatro, y él no sabe cantar el himno como una jota.
—¿La diferencia con el Centenario del Sevilla puede ser hacerlo menos denso?
—No tenemos que pensar en organizar más o menos actividades, sino en que todo lo que se haga sea de mucha calidad, de un hondo calado y bien organizado. Ya hemos cerrado los actos de enero de 2007 y la primera semana, que aún es Navidad, estará más cargada, pero en las tres siguientes tendremos actos puntuales y dispersos. No queremos saturar el calendario ni acaparar los medios de comunicación con actos que sean vacíos de contenido. Preferimos menos cosas pero de mucha multitud, y no foros, gradas o estadios vacíos.
—Hay gente que piensa que el Centenario del Betis ha empezado ya...
—No. Arrancará el 1 de enero y durará hasta el 31 de diciembre de 2007, año natural que coge dos temporadas deportivas. Lo que pasa es que el Centenario exige un soporte económico, y en este aspecto el <CF44>merchandising</CF> es muy importante. Hay que vender las camisetas del Centenario, las camisas, la línea de ropa del Centenario, los productos de papelería, etcétera, etcétera, y todo eso requiere una preparación de imagen comercial que había que perfilar urgentemente.
—El dinero que se genere, ¿adónde irá?
—Primero a cubrir el presupuesto del Centenario. Y una vez que la sociedad del Centenario se extinga, los beneficios que pudieran contabilizarse revertirían en el Real Betis, pues esa sociedad es filial del Betis. Hombre, hay acciones que directamente revierten en el club, porque si por ejemplo mejoramos algunas instalaciones del estadio o si personalizamos el autobús para el equipo, eso queda para la entidad.
—El Betis ha aportado un partido con el Milan, pero no recursos económicos. ¿Por qué?
—El Betis aporta algo fundamental: el propio Betis. Aquí no hablamos de dos entidades paralelas, sino que la comisión del Centenario emana del consejo de administración del Real Betis Balompié, que ha puesto a nuestra disposición sus activos patrimoniales y materiales y la colaboración es total, sin injerencias ni nada reprochable.
—¿El «modus operandi» de la comisión avanza una modernización del Betis y un cambio de la imagen que ha deproyectarse del club?
—Me encantaría que así fuera, pero lo que pretendemos es que todo lo que se haga esté perfectamente organizado y que tenga la máxima calidad.
—Según algunos discursos parece que el Betis echó a andar en 1992. Ustedes, sin embargo, evocan toda la historia...
—Es que la realidad del Betis son cien años. Hay un punto de inflexión importante que es 1992, un rubicón que si no se pasa el club no existiría hoy, o no sería como es. Ahí apareció la figura de Manuel Ruiz de Lopera y ese momento tendrá su sitio en el Centenario, por supuesto. Hay algo incuestionable, que es que en 1992 el Betis pasa a ser una sociedad con una estabilidad económica y deportiva, a pesar del tropiezo del año 2000. No obstante, todo va a ser recordado, pues nada se nos ha impuesto. Sólo se nos ha exigido profesionalidad, y quien no está es porque no ha querido y quien no esté en el futuro será porque no quiera.
—Es una buena oportunidad para recuperar la idiosincrasia del Betis, ¿no?
—Sí. Hay mucha gente que no entiende el manque pierda, que no es el grito del perdedor, sino del que se levanta tras caerse. Y es importante que el bético más joven conozca quiénes fuimos para saber quiénes queremos ser y reafirmarnos en nuestro futuro. De ahí el lema.
—Ya han adelantado ustedes algunos actos, y aunque no se pueda anunciar mucho más, hay puntos concretos de los que hablar. Por ejemplo, habrá un partido de fútbol con el Milan...
—Habrá dos partidos. Primero el de la afición y luego el del Centenario. El de la afición queremos que sea con el Celtic de Glasgow en el contexto de unas jornadas de hermanamiento con equipos verdiblancos. Los aficionados del Celtic ya invadieron esta ciudad cuando jugaron la final de la UEFA, son muy fieles, muy parecidos a los béticos, y celebran encuentros anuales en los que se reúnen unas 30.000 personas. Además, queremos traernos a las instituciones de Glasgow y a los equipos que comparten color. Ese sería el homenaje a la afición, presumiblemente en el mes de junio. El partido del Centenario lo encajaríamos en agosto, siempre y cuando Betis y Milan no estén jugando eliminatoria previa de Liga de Campeones, lo cual nos haría modificar el calendario.
—La Feria. ¿Por qué han rechazado la portada?
—Porque es un símbolo de la ciudad y no debemos apropiarnos de esas cosas, que son de todos los sevillanos. Entendemos que basta con coronar esa portada con la bandera del Centenario o con la primera bandera del Real Betis Balompié, que aún no está decidido, y vestir toda la Feria de verde y blanco con los farolillos. También hemos solicitado que las lonas de las casetas del Ayuntamiento y de los distritos sean verdiblancas, y vamos a tener nuestra propia caseta del Centenario, no sólo en la Feria de Sevilla, sino en todas las de la provincia, en las que también pretendemos que los farolillos y las casetas consistoriales sean verdiblancas, lo cual es un trabajo tremendo que se está coordinando desde la Federación de Peñas. Todo esto lo tenemos avanzado y se está canalizando a través de la Diputación.
—Dicen que han buscado algo más difícil de «boicotear»...
—(Risas). Hombre, no pensamos en eso, sino en la manera de estar representados diariamente en toda la Feria sin acaparar un símbolo genérico.
—Otra cosa. Sin menospreciar a Rafa González Serna, se había extendido el rumor de que el himno correría a cargo de Alejandro Sanz, un músico de una repercusión mundial.
—Vamos a ver. Primero diré que estamos muy orgullosos de nuestro himno. A partir de ahí le cuento que hay determinados músicos de un estatus que si bien te pueden ceder su imagen e incluso su voz en un momento concreto, no tienen el tiempo para componer un himno y luego apoyarlo con una presencia constante. Esto no quiere decir que Alejandro no pueda cantar el himno del Centenario en un concierto en Sevilla. Se está trabajando para que Alejandro ofrezca ese concierto en aras a la calidad que propugnamos, pues pensamos que es mejor este concierto que muchos de artistas de menor nivel, sin menospreciar a nadie. No se puede adelantar nada más hasta que no haya fecha y sitio y los derechos de ese concierto pertenezcan al Real Betis. Dicho esto, añado que mi ilusión sería que ese concierto lo cerraran Alejandro y Rafa González Serna con un escenario lleno de niños haciendo los coros con camisetas verdiblancas. Si ya se me saltaron las lágrimas cuando escuché el himno en el partido con el Athletic, si consiguiéramos eso yo creo que sería alucinante.
—Otra cuestión: la participación de futbolistas o personajes históricos del Betis en el Centenario. Muchos son reacios por su mala relación con Lopera.
—Repito que en el Centenario estarán los que quieran estar. Yo he iniciado algunas gestiones particulares y últimamente hablé de esto con Jaime Quesada o con Roberto Ríos, y el otro día me encontré con Rogelio, y en principio nadie me ha dicho que no. Nosotros tendemos la mano a todos, y yo creo que si los futbolistas les deben su minuto de gloria al Real Betis, podrían prestar ahora un minuto de su vida para devolver de alguna forma esa gloria que el Betis les brindó. Me parecería una descortesía que alguien rechazara la mano que tiende esta comisión, pero...
—Porque ustedes pretenden...
—Mire: lo que nosotros pretendemos es que el Centenario quede. Porque una canción queda, pero es algo etéreo, no material; y un logo pasa, porque lo que queda es el escudo del club. Nosotros queremos quedarnos en la ciudad, que cada uno de los hitos de la historia del Betis quede representado mediante un monumento. Ésa es una idea que está muy avanzada, en la que está trabajando un gran bético y creo que sería muy bonito. Hemos tenido la suerte de vivir los cien años del Betis y queremos inmortalizarlo.
—Quiere decir que el Centenario dejaría por Sevilla recuerdos de la historia del Betis...
—Esparcidos por la ciudad como monumentos y obras de arte que han de perpetuar un recuerdo. He visto que en otros centenarios no se consiguió vincular el acontecimiento al mobiliario de la ciudad y pretendemos que el nuestro se vincule a Sevilla de esa forma y que dentro de 25 ó 50 años, cuando alguien pase al lado de esos monumentos pueda recordar lo que se hizo, espero que bien.
—¿Y no temen que ese mobiliario sea...?
—Saboteado, ¿no? Sí, hemos pensado en ello y para eso hay un área institucional y están el artista, el Ayuntamiento... Vamos a intentar que la gente entienda el asunto, e igual que no se sabotea el edificio del Ayuntamiento, que es plateresco y una maravilla, pues que esto tampoco sea saboteado.
—Le queda una tarea ardua por delante, pero bonita.
—Tras la presentación del día 11, que era muy importante. el 12 respiré. Y, bueno, ahora vengo del club, donde hemos estado trabajando y hemos comido unas hamburguesas rápidamente mientras rematábamos lo previsto para el 1 de enero. Lógicamente tendremos que hacer cosas antes de esa fecha porque se cierra el concurso para la mascota, tiene que arrancar el proyecto llamado «Betis solidario», haremos presentaciones de los actos a celebrar en la primera semana de enero, etcétera. Tendremos una gran actividad en octubre, noviembre y diciembre y a partir de enero sucederán muchas cosas que quedarán en los corazones de los béticos.
Grouñidos en el desierto verdiblanco
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