Nada, que no hay manera, que a este Betis siempre le entra el miedo cuando tiene la oportunidad de mirar las cosas desde mitad de la clasificación hacia arriba. Ante el Levante, volvió a aparecer ese bloqueo tan conocido en Heliópolis, en el que el equipo puede tener el balón todo el tiempo del mundo sin generar nunca excesivo peligro y encajando goles cada vez que el rival se acercaba a sus dominios. Y así, es imposible pensar en algo más que en la permanencia.
Incluso en esta Liga devaluada y en la que, desengañémonos ya a estas alturas, van a lograr plaza europea no los mejores, sino, simplemente, los menos malos. La pena es que sobre el Ciutat de Valencia, los pupilos de Pepe Mel demostraron que aún no están preparados para entrar en ese grupo, puesto que el vértigo les atenaza cada vez que tienen la oportunidad de dar un zarpazo. Porque era la ocasión de oro, más allá de pensar en la zona alta de la clasificación, de decir adiós casi de manera definitiva al descenso, pero, una vez más, se ha desaprovechado.
La suerte es que sigue habiendo seis puntos de colchón y que, salvo sorpresa, Zaragoza, Sporting y Racing van derechitos a Segunda. Aunque el calendario verdiblanco no permite muchas relajaciones. Primero, ante un Real Madrid que camina de un modo imperial hacia el título de Liga. Después, frente a un Rayo Vallecano instalado cómodamente entre los diez primeros y que querrá cerrar su permanencia en la máxima categoría cuanto antes.
Cierto es que, desde siempre, el Betis ha sabido dar la cara cuando peor lo tenía. Incluso esta temporada, imponiéndose a rivales de tronío como el Athletic, el Atlético o el Valencia e, incluso, plantando cara al mismísimo Barcelona en el Camp Nou. Pero la posibilidad de lograr algo positivo frente al líder este sábado parece bastante remota, por lo que si los resultados no acompañasen, la opción de verse de nuevo a tres de los ‘bajos fondos’ y tener que volver a empezar una vez más no es ni mucho menos remota.
Porque el momento de liberarse de todos los miedos era el pasado lunes, en casa del Levante. Allí el equipo debía demostrar que la calculadora este año sobraba. Pero no fue así. Cayó con toda justicia frente a un rival que apenas hizo nada. Tan sólo lo justo y necesario para llevarse los tres puntos y continuar soñando con pasearse el próximo curso por el ‘Viejo Continente’ ¡Qué envidia más grande!
Ojalá la competición no obligue a recordar este tropiezo al final de temporada. Pasos se han dado más que suficientes a estas alturas para que así sea, aunque el Betis es experto en complicarse la vida cuando más fácil lo tiene. Y es que el azúcar no le sienta nada bien. Cuando lo recibe, se le pican las ideas y cambia diametralmente su imagen de la noche a la mañana. Tiempo y margen quedan por delante para lograr sin agobios el objetivo. Sólo queda esperar que cuando la Liga dicte sentencia, esos tres puntos que volaron en Valencia no hagan ninguna falta.
J. Julián Fernández
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#1mortimer comentó06/03/12, 17:55:23Editar un comentarioLlevas bastante razón pero además creo que el equipo esta en el puesto mejor que puede estar este año. aun así hay que estar contentos. al menos esta siendo acorde a la idisincracia betica, capaz de lo mejor y lo peor. Por eso tengo esperanzas incluso para este domingo. este es nuestro Betis. Viva el Betsi
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