El jugador verdiblanco disputando el balón con un malaguistaLa derrota del Betis en Málaga deja una doble lectura posible sobre la situación verdiblanca. De un lado, la de un equipo que en la Rosaleda mejoró su imagen respecto a partidos atrás y que ofreció señales esperanzadoras. De otra, un equipo con una peligrosa inercia perdedora tal y como quedó demostrado con el tanto final de Samu en el 3-2.

A perro flaco todo le vuelven pulgas. Lesiones, malos resultados e infortunio en algunas fases persiguen al Betis en los últimos partidos. Sin embargo, también hay mucho de futbolístico en lo que ocurrió en Málaga, donde los heliopolitanos merecieron algo más.

Por ejemplo errores de bulto que siguen haciendo daño a un equipo que en estos momentos está cogido con pinzas.

La fragilidad defensiva quedó evidenciada en el primer tanto. Mal Jordi Figueras al tirar el fuera de juego en el origen de la jugada, pero peor la manera de defender de Nacho, Andersen y el propio Jordi en el doble remate de cabeza de Santa Cruz. Otro ejemplo fue el tercer tanto, en el que una pérdida de balón evitable de Steinhöfer originó la contra del 3-2 en el tiempo de descuento.

Mala suerte sí, pero también aderezada con situaciones futbolísticas que debe mejorar el Betis si quiere salir de los puestos bajos de la tabla.

Claro que en el lado positivo también en Málaga el equipo lanzó algunos guiños de mejoría. Dejó de ser ese conjunto sin alma ni ideas que se vio en partidos como ante el Getafe, Elche o Atlético Madrid, y sí se asemejó más al del Levante.

Los nervios pesan en el Betis por la situación tal y como se vio tras el primer gol del Málaga. No obstante, los de Mel supieron reaccionar por dos veces para igualar el partido. Significativo. Los dos tantos llegaron a balón parado, algo que se está convirtiendo en una de las armas principales de los béticos. Detalle de calidad de Verdú en la falta del primero, buen remate de cabeza de Jordi Figueras tras el centro de Juan Carlos en el segundo.

El juego ofensivo también mostró alguna mejora, especialmente gracias a Vadillo que tiró del equipo en la segunda mitad. Gran noticia el crecimiento del extremo que jugó con personalidad y descaro. Otro canterano, Nono, secundó al de Puerto Real. Verdú, con su gol, también aportó. Nombres a los que el Betis debe aferrarse para crecer en las próximas jornadas.

Cuestiones arbitrales al margen -tras el gol legal anulado ante el Levante, en Málaga el colegiado no señaló un claro penalti de Sergio Sánchez sobre Vadillo-, el Betis tiene mucho que mejorar aún para romper una dinámica perdedora que provoca nervios en el equipo. Es cierto que la plantilla tiene limitaciones, pero también que por potencial no debe ser la antepenúltima como decreta la clasificación.

Javier Carbonero