El jugador verdiblanco controlando un balónSi el Betis buscaba hacer un partido digno frente al Olympique de Lyon con la mente puesta en lo del Rayo Vallecano, lo logró en Francia.

No era el mejor día para sacar demasiadas conclusiones futbolísticas del equipo que, además, consiguió sellar el pase a la siguiente ronda de la Europa League. Una competición en la que los resultados contrastan con los de la Liga.

Lo habían advertido en la previa los propios futbolistas y Mel que lo que realmente importaba esta semana, con razón, era el partido del domingo. Sí había cierto temor a la imagen que el Betis podía dar en un partido que en cualquier otro momento hubiera sido para el disfrute, por escenario y rival, pero que en esta ocasión incomodaba. Un temor que salvó, eso sí sin grandes alardes.

El Betis fue en Francia un equipo serio, sólido atrás y que a ratos combinó con cierto sentido. Es verdad que el Lyon fue mejor que los verdiblancos que, con todo, tuvieron sus opciones de puntuar. El disparo al palo de Chuli en la segunda parte o el arreón final con varias ocasiones lo atestiguan. Claro que los de Mel una vez más volvieron a adolecer de pegada.

En los ratos en los que el Betis generó fútbol con Verdú, Nono y Salva Sevilla, se echó de menos a un delantero de garantías. La pelea de Chuli es innegable, pero a la hora del desmarque o el control definitivo al onubense le falta. Aún está verde y la carencia de cantidad y calidad del ataque bético incluso propició el debut de Pepelu, un canterano del juvenil de División de Honor.

Por cómo se desarrolló el partido, un Betis con algo más de pegada arriba podría haberle peleado con más autoridad el partido al Lyon, pero ese defecto ya tan cacareado de la falta de gol lo evitó. Atrás esta vez no concedió regalos como hizo en otros partidos. No sólo fue clave en esa tarea la defensa de cuatro, sino la aportación de otros jugadores.

Es el caso Lolo Reyes en mediocampo y la de Andersen en la portería. Una actuación la del meta danés que puede reabrir el debate en la portería. Fueron los dos futbolistas más entonados junto a Cedrick. Extraña la forma en la que el congoleño ha ido perdiendo protagonismo en las alineaciones.

A pesar de la derrota en Lyon y gracias al empate del Vitoria de Guimaraes, el Betis lograba el pase a la siguiente ronda a falta de una jornada. Un hecho meritorio en un grupo en el que inicialmente se apostaba por la pelea entre verdiblancos y portugueses por acompañar a los franceses a la siguiente ronda. Claro que tal y como están los heliopolitanos en la Liga, más de uno puede preguntarse si el seguir en Europa es un premio o una peligrosa distracción.

Javier Carbonero