Por supuesto, que la mayoría de los fichajes no han sido acertados pero creo que el Betis podría superar, si compitiera de verdad, a todos estos equipos.
Tenemos un problema de aptitud, de calidad pero la gran carencia está en la actitud, en el compromiso, en la entrega, en el espíritu de equipo.
El Betis no está compitiendo, sale vencido la mayoría de los partidos y baja los brazos tras el primer gol. Se rinde incomprensiblemente a las primeras de cambio. O lo que es peor, en muchos partidos no sale enchufado, como dirían los entrenadores, y recibe goles en los primeros minutos.
La calidad es fundamental para cualquier equipo pero la conducta de los jugadores sobre el césped es esencial para alcanzar las mínimas metas exigibles a un equipo profesional. La plantilla del Betis ha perdido el rumbo, el carácter y la exigencia y deambula en este campeonato entre la desidia y la más absoluta indolencia. Y no les importa. Ponen esas caras de preocupación fingida, hacen las declaraciones de siempre y a seguir viviendo del cuento.
Por eso, empiezo a pensar que en el vestuario debe existir algún mal que no acaba de salir a la luz pública. Dicen las malas lenguas que el cuarteto catalán (Chica, Figueras, Didac y Verdú) fueron los encargados de hacer la cama a Pepe Mel en el vestuario. Son habladurías difíciles de comprobar pero no suena descabellado pensar en una camarilla de jugadores que fuerzan un pulso para demostrar quiénes son los que mandan en los sótanos del Villamarín.
Y pensando mal, ¿no les suena raro que cuatro futbolistas que no han demostrado nada, sigan siendo de la partida la mayoría de los partidos?¿Ningún entrenador es capaz de dar un banquillazo a Verdú con su triste rendimiento?¿Qué han aportado Figueras o Didac al equipo que no sean errores tras errores?¿Cómo le sentaría a Chica que Mel lo dejará fuera de la competición europea?
Ahora que estamos en carnavales y que el teatro de los ladrillos coloraos de Cádiz está en su máximo apogeo, en la Palmera hay una agrupación que podría participar sin problemas en el concurso gaditano. Ese cuarteto podría llamarse “Los catalanes mandones y sus huevones”, aunque si les gustan las chirigotas podemos optar por la sensación hasta el momento del concurso “Esto si que es una chirigota”.
J.J. Barquín
No tenemos un equipo para aspirar a nada importante, pero desde luego que la calidad de esta plantilla no es para estar en un vergonzoso último lugar y a 10 puntos de la salvación.
a-C-titud. Ahí está la razón del desastre... cuántos partidos hemos empezado con los jugadores tocándose literalmente los cöjones y nos han marcado en el minuto uno o dos?
Cuántos partidos nos hemos puesto por debajo en el marcador y ahí se ha acabado porque no ha habido voluntad para darle la vuelta al marcador?
Por eso decía yo que si había una posibilidad de revertir la situación era trayendo a Serra (no sé si su situación en Mallorca se le permitiría) o alguien de su perfil. Uno que haga sudar sangre a los jugadores. No se ha traído a ese tipo de entrenador y por tanto estamos en segunda.