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ID:	6575097Si algo tiene el Betis de Calderón en el último mes y medio, más allá de los resultados, es que nunca baja los brazos. Un equipo que no se rinde pese a la complicada situación clasificatoria y que tiene en la intensidad y el orgullo, dos de sus señas de identidad. Eso unido al acierto y a la pegada le valió al cuadro verdiblanco para sumar su primera victoria liguera fuera de casa. Fue ante el Levante de Joaquín Caparrós.

El post-derbi europeo y la derrota contra el Atlético de Madrid dejaban en el aire la incógnita de cómo respondería el cuadro bético y si iba a continuar la mejoría de las últimas semanas. El Betis respondió y, de paso, mantiene vivo el pequeño hilo de esperanza de permanencia. Remontar 7 puntos en 8 jornadas es una gesta muy complicada, pero en el fútbol cuentan los estados de ánimo.
En Valencia, con las adversidades de las lesiones en defensa, los verdiblancos fueron justos vencedores, especialmente por la segunda parte que protagonizaron. Máxima eficacia para anotar tres goles en cuatro llegadas y la aparición de Adán en momentos puntuales con paradas cruciales cuando más incertidumbre había por el resultado. La ventaja de jugar con portero.

También resultaron decisivos los cambios de Calderón en la segunda mitad. Polémicas algunas de las decisiones tácticas o planteamientos del argentino semanas atrás, frente al Levante la entrada de Vadillo y Molina fueron claves para la victoria. Especialmente por el delantero, que anotó el segundo gol y asistió en el tercero. El de Alcoy siempre cumple con la camiseta verdiblanca.
Junto a Molina marcaron Rubén Castro y Salva Sevilla, la vieja guardia del Betis que todavía es de lo más fiable del equipo. El canario apareció poco frente a los valencianos, pero anotó el tercero y ya alcanza los 80 goles como bético. Palabras mayores. Sí tuvo mucho más peso en el encuentro Salva Sevilla, al que ahora una lesión en su muñeca aleja cerca de un mes de los terrenos de juego.
El centrocampista, pese a las críticas que muchas veces recibe, es un futbolista de una tremenda calidad y aporta más de lo que parece. No hay más que compararlo con los jugadores de mediocampo con perfil creativo de la plantilla y sale ganando por rendimiento. Contra el Levante, gol al margen, supo arremolinar al equipo en torno a su figura en la segunda parte para que el Betis disputara sus mejores minutos.

Fue llamativo, por inusual este año, la manera en la que el conjunto bético contemporizó y manejó los tiempos del juego con el 1-2 y 1-3. Un oficio que debe aplicar más a menudo y del que adoleció por ejemplo tras el 0-1. Demasiado alocado por entonces el equipo al que sólo duró 13 minutos la ventaja. Gracias a que en la segunda parte se enmendó, no acabó por lamentarlo.
Como también debe corregir el Betis eso de los goles recibidos desde fuera del área. Si ante el Atlético de Madrid fue Gabi, contra el Levante fue Diop el que anotó desde lejos ante la pasividad y falta de colocación de la zaga. Muy endeble, por ejemplo, Jordi Figueras a la hora de oponer resistencia al disparo del jugador del Levante. Un aspecto del juego sobre el que Calderón debe tomar nota.

Con todo el Betis fue mejor que el Levante y a su habitual entrega e intensidad unió el acierto. Los heliopolitanos no se rinden y sueñan aún con la permanencia. Eso sí, no conviene sacar aún la calculadora y sí aprovechar la inyección moral para buscar el triunfo ante el Málaga. Quizás en dos jornadas, tras la visita a Barcelona, si el equipo está a 5 o 6 puntos será tiempo de echar cuentas.