Jorge Molina durante el partido contra el Recreativo de HuelvaSe sabía que el Betis no iba a estar ni mucho menos solo en el Nuevo Colombino. Pero, al final, resultó que estuvo más acompañado de lo inicialmente esperado, porque además de miles de aficionados que tiñeron los graderíos de verdiblanco, junto al equipo viajó la diosa fortuna, que fue la gran culpable de que los tres puntos pasasen a engrosar el casillero del líder de la categoría.

Porque, de nuevo, los pupilos de Pepe Mel jugaron mal, sin hacer méritos más allá del tanto de Xavi Torres para lograr el triunfo, pero tuvieron la suerte de su lado en momentos clave.

Así, no subió al marcador un gol fantasma del Recreativo, a quien tampoco se le pitó un claro penalti a favor en el tiempo de prolongación. Dos acciones que, por tanto, habrían recortado el botín del cuadro heliopolitano, pero que quedaron en nada para alegría de los visitantes y disgusto de los locales.

Con ello, la escuadra de las trece barras dio otro pasito más hacia Primera, arañando centímetros gracias a los tropiezos de Sporting (que empató frente a Osasuna) y Valladolid (cayó en Albacete), que permitieron al Betis ser más líder, teniendo una renta de tres puntos más el ‘goal average’ respecto al tercero, Las Palmas.

Es decir, que tras sufrir de lo lindo en el Nuevo Colombino, los verdiblancos no sólo lograron la victoria, sino que también se aseguraron seguir en ascenso directo pase lo que pase la próxima jornada.

En consecuencia, el fin de semana salió a pedir de boca pese a que los pupilos de Pepe Mel, vistas sus prestaciones en el campo, no merecieron tanto.

Sin embargo, esta vez apareció para echarles una mano esa suerte que dicen que acompaña siempre a los campeones y que, a priori, debía estar junto a los de La Palmera desde que arrancó la competición, aunque se la echase tantísimo en falta en momentos puntuales como contra la Ponferradina (encajando el empate de penalti en el último suspiro) y el Albacete (con un gol legal anulado a Molina).

Sea como fuere, esta vez justo antes de que viviésemos un nuevo Domingo de Ramos, el santo se puso de cara para el Betis, permitiéndole ganar tres puntos vitales en su camino a Primera, aunque sin prometer que la situación pueda volver a repetirse en otra ocasión si los futbolistas no corren más que el rival.

Por eso, bien haría el vestuario en utilizar estos días para ir corrigiendo errores y subsanando muchos de los problemas que tiene el equipo, ya que la suerte puede acompañar en unas cuantas ocasiones, pero de nada sirve encomendarse a ella siempre.

Y eso, con once finales aún por delante, hay que tenerlo muy en cuenta, sobre todo porque, en la mayoría de los casos, la fortuna no entra en escena si no se la tienta y para ello es fundamental mejorar muchísimo sobre el césped. De lo contrario, sólo cabe la posibilidad de irse distanciando poco a poco de un retorno a Primera que cada vez se ve más cercano.

J. Julián Fernández