Curiosamente, buscando en los foros y prensa del Xerez me encontré con este artículo de un periodista xerezano. Os lo dejo a todos los béticos para que conozcáis un poco más a este equipo, club y afición. Una afición y unos individuos encargados de formentar leyendas urbanas. Dedicadas a todas ellas ahí va el 3-1
La afición pide una victoria en el Villamarín
Quizás los más jóvenes xerecistas se preguntarán la razón de nuestra rivalidad con el Betis. No sé si habrá multitud de causas, pero lo que sí tengo claro es que hay tres fundamentales que un xerecista no olvidará nunca mientras viva.
Si nos remontamos a los xerecistas de antaño, nos situaremos en Junio de 1958. Por aquel entonces nuestro equipo, bajo el nombre de Jerez C. D, se estaba jugando la permanencia en Segunda División junto al At. Ceuta, el desparecido C. D. Málaga y el R. Huelva, más aún cuando en la penúltima jornada de Liga perdíamos en el Estadio Domeçq por 2-3 ante el conjunto malaguista. El Jerez C. D llegó a la última jornada de Liga jugándose el todo por el todo en Sevilla ante el R. Betis, donde con un empate nos podría valer para eludir el descenso directo y tener la posibilidad de mantenernos en Segunda jugando la Promoción de Permanencia. El R. Betis ya era Campeón y estaba en Primera División pasase lo que pasase ese fatídico 1 de Junio de 1958. La primera parte acabó 0-0, pero a los 10 minutos de la segunda, los aficionados béticos empezaron a gritar “¡a Tercera, a Tercera, a Tercera!” Dos minutos después, el mítico Luis del Sol marcó el 1-0 para los béticos, al que le siguió dos goles más que pusieron un 3-0 definitivo que condenaba a nuestra entidad a jugar en Tercera División. Gente joven de la época lloraban desolados en el retorno a nuestra ciudad, no llorando por el fútbol, como ellos te cuentan, no, sino preguntándose por qué había gente que podían querer tan mal para Jerez y al Jerez C. D. Quizás es a partir de entonces cuando nace la “especial simpatía” por el R. Betis.
Pasaron años y nos tenemos que remontar al 1 de Octubre de 1989. Ese día es cuando nos volvíamos a enfrentar desde aquel 1 de Junio de 1958 al R. Betis nuevamente en un partido oficial, esta vez en casa, en un Estadio Municipal de Chapín que llevaba tan sólo un año inaugurado. Ese día nos rindieron visitas multitud de béticos que estaban empobrecidos tras una primera parte genial del equipo xerecista, ya bajo la denominación de Xerez C. D, que se adelantó en el marcador con un gol de Fernando Román. Chapín era una fiesta hasta que los béticos se encargaron de estropearla porque el equipo bético remontó el partido y lo ganó por 1-3, con dos goles del actual técnico bético Pepe Mel. Lo de menos fue el resultado, lo peor fue el destrozo multitudinario premeditado porque los seguidores béticos venían con botes de pintura y vengalas que fueron lanzadas a las pistas que rodeaban al estadio y qu quedaron inutilizadas que realizaron los seguidores béticos en unas instalaciones modernas y nuevas, bajo la curiosidad que meses después, una victoria del Xerez C. D en casa por 3-1 ante el R. C. Deportivo de la Coruña provocó el ascenso bético a Primera División. Curioso verdad, como curioso fue dejarles las instalaciones que destrozaron varias temporadas después, para jugar un partido de destierro ante la S. D. Éibar.
Ingredientes había ya suficiente para tener “simpatía” a ésta entidad, “simpatía” agravada el verano pasado, cuando presuntamente, según la voz de la calle, el Sr. Nuchera pasó una serie de documentación a la entidad bética tras su simulacro de intento de comprar el Xerez C. D bajo una cuenta corriente con infinitos e irónicos ceros, y nos intentaron amargar la post-fiesta de nuestro primer ascenso a Primera División. Pero claro, escocía ver al Xerez C. D en la Liga de las Estrellas y al equipo bético en una categoría inferior. Fue una denuncia sin fundamento bajo la batuta de un abogado madrileño, presuntamente contratado por Lopera, que daba a entender que al no estar inscrita la ampliación de capital del Xerez C. D de 2002 realizaba bajo el mando del Sr. Gil Silgado, no se cumplía la exigencia de capital mínimo prevista en el Real Decreto 1251/1999, de 16 de Julio, sobre S. A. D., por lo que debíamos ser descendidos a Segunda administrativamente después de haber conseguido el ascenso más largo de la historia bajo la batuta de Esteban Vigo. Ver para creer. Ese señor, del que nada se sabe hoy día, soltó aquello, el R. Betis, supuestamente le tomó la palabra, probablemente contratado por esta entidad, y tuvimos un mes de Julio de los más movidito que no hizo más que agrandar la “especial simpatía” de los xerecistas hacia los béticos.
En fin, creo que éstas son las tres razones más fundamentales que han podido provocar nuestra rivalidad con el R. Betis, gracias a directivos y aficionados. Lo curioso de todo es que hoy día tenemos muchas cosas en común, no sólo porque los dos equipos jugamos en la misma categoría, sino especialmente por la “crónica de una venta interminable” o supuestas ventas simuladas y no creíbles, con una entidad sin rumbo y sin mandato, con ex consejeros delegados que han huido y han dejado el barco a la deriva pero actuando detrás de la mata, con la sombra de una ley concursal que debe poner en regla el desastre administrativo que han sido ambas entidades en los últimos años, con ex directivos azulinos intentando meterse a toda costa en las cuentas béticas con no se qué que intenciones. En fin, un desastre institucional parejo que sólo puede ser resuelto por los propios aficionados, esos que siempre estarán con la entidad independientemente de la categoría que estén, esos que velaran para que no se lleven el dinero, esos que amaran a su equipo por encima de todo.
En la actualidad, béticos y xerecistas, independientemente que tengan sus diferencias, salvables claro está como andaluces que somos, deben luchar por algo en común, que no se rían más de nosotros, tomando el mando, en un futuro no muy lejano, de unas entidades castigadas por gente que lo único que les importa es cómo hacerse rico a costa de un sentimiento.
X E R E Z M A N I A . C O M
pd: Pido perdón si esto va en otra parte, pero de este modo podrán leerlo más béticos como yo.
La afición pide una victoria en el Villamarín
Quizás los más jóvenes xerecistas se preguntarán la razón de nuestra rivalidad con el Betis. No sé si habrá multitud de causas, pero lo que sí tengo claro es que hay tres fundamentales que un xerecista no olvidará nunca mientras viva.
Si nos remontamos a los xerecistas de antaño, nos situaremos en Junio de 1958. Por aquel entonces nuestro equipo, bajo el nombre de Jerez C. D, se estaba jugando la permanencia en Segunda División junto al At. Ceuta, el desparecido C. D. Málaga y el R. Huelva, más aún cuando en la penúltima jornada de Liga perdíamos en el Estadio Domeçq por 2-3 ante el conjunto malaguista. El Jerez C. D llegó a la última jornada de Liga jugándose el todo por el todo en Sevilla ante el R. Betis, donde con un empate nos podría valer para eludir el descenso directo y tener la posibilidad de mantenernos en Segunda jugando la Promoción de Permanencia. El R. Betis ya era Campeón y estaba en Primera División pasase lo que pasase ese fatídico 1 de Junio de 1958. La primera parte acabó 0-0, pero a los 10 minutos de la segunda, los aficionados béticos empezaron a gritar “¡a Tercera, a Tercera, a Tercera!” Dos minutos después, el mítico Luis del Sol marcó el 1-0 para los béticos, al que le siguió dos goles más que pusieron un 3-0 definitivo que condenaba a nuestra entidad a jugar en Tercera División. Gente joven de la época lloraban desolados en el retorno a nuestra ciudad, no llorando por el fútbol, como ellos te cuentan, no, sino preguntándose por qué había gente que podían querer tan mal para Jerez y al Jerez C. D. Quizás es a partir de entonces cuando nace la “especial simpatía” por el R. Betis.
Pasaron años y nos tenemos que remontar al 1 de Octubre de 1989. Ese día es cuando nos volvíamos a enfrentar desde aquel 1 de Junio de 1958 al R. Betis nuevamente en un partido oficial, esta vez en casa, en un Estadio Municipal de Chapín que llevaba tan sólo un año inaugurado. Ese día nos rindieron visitas multitud de béticos que estaban empobrecidos tras una primera parte genial del equipo xerecista, ya bajo la denominación de Xerez C. D, que se adelantó en el marcador con un gol de Fernando Román. Chapín era una fiesta hasta que los béticos se encargaron de estropearla porque el equipo bético remontó el partido y lo ganó por 1-3, con dos goles del actual técnico bético Pepe Mel. Lo de menos fue el resultado, lo peor fue el destrozo multitudinario premeditado porque los seguidores béticos venían con botes de pintura y vengalas que fueron lanzadas a las pistas que rodeaban al estadio y qu quedaron inutilizadas que realizaron los seguidores béticos en unas instalaciones modernas y nuevas, bajo la curiosidad que meses después, una victoria del Xerez C. D en casa por 3-1 ante el R. C. Deportivo de la Coruña provocó el ascenso bético a Primera División. Curioso verdad, como curioso fue dejarles las instalaciones que destrozaron varias temporadas después, para jugar un partido de destierro ante la S. D. Éibar.
Ingredientes había ya suficiente para tener “simpatía” a ésta entidad, “simpatía” agravada el verano pasado, cuando presuntamente, según la voz de la calle, el Sr. Nuchera pasó una serie de documentación a la entidad bética tras su simulacro de intento de comprar el Xerez C. D bajo una cuenta corriente con infinitos e irónicos ceros, y nos intentaron amargar la post-fiesta de nuestro primer ascenso a Primera División. Pero claro, escocía ver al Xerez C. D en la Liga de las Estrellas y al equipo bético en una categoría inferior. Fue una denuncia sin fundamento bajo la batuta de un abogado madrileño, presuntamente contratado por Lopera, que daba a entender que al no estar inscrita la ampliación de capital del Xerez C. D de 2002 realizaba bajo el mando del Sr. Gil Silgado, no se cumplía la exigencia de capital mínimo prevista en el Real Decreto 1251/1999, de 16 de Julio, sobre S. A. D., por lo que debíamos ser descendidos a Segunda administrativamente después de haber conseguido el ascenso más largo de la historia bajo la batuta de Esteban Vigo. Ver para creer. Ese señor, del que nada se sabe hoy día, soltó aquello, el R. Betis, supuestamente le tomó la palabra, probablemente contratado por esta entidad, y tuvimos un mes de Julio de los más movidito que no hizo más que agrandar la “especial simpatía” de los xerecistas hacia los béticos.
En fin, creo que éstas son las tres razones más fundamentales que han podido provocar nuestra rivalidad con el R. Betis, gracias a directivos y aficionados. Lo curioso de todo es que hoy día tenemos muchas cosas en común, no sólo porque los dos equipos jugamos en la misma categoría, sino especialmente por la “crónica de una venta interminable” o supuestas ventas simuladas y no creíbles, con una entidad sin rumbo y sin mandato, con ex consejeros delegados que han huido y han dejado el barco a la deriva pero actuando detrás de la mata, con la sombra de una ley concursal que debe poner en regla el desastre administrativo que han sido ambas entidades en los últimos años, con ex directivos azulinos intentando meterse a toda costa en las cuentas béticas con no se qué que intenciones. En fin, un desastre institucional parejo que sólo puede ser resuelto por los propios aficionados, esos que siempre estarán con la entidad independientemente de la categoría que estén, esos que velaran para que no se lleven el dinero, esos que amaran a su equipo por encima de todo.
En la actualidad, béticos y xerecistas, independientemente que tengan sus diferencias, salvables claro está como andaluces que somos, deben luchar por algo en común, que no se rían más de nosotros, tomando el mando, en un futuro no muy lejano, de unas entidades castigadas por gente que lo único que les importa es cómo hacerse rico a costa de un sentimiento.
X E R E Z M A N I A . C O M
pd: Pido perdón si esto va en otra parte, pero de este modo podrán leerlo más béticos como yo.
Comentario