Toda España lo vio
Toda España lo vió. El Betis ganaba de manera cómoda aunque engañosa frente al Getafe. Confiamos tan poco en nuestro equipo con un 3-0 en casa no estamos tranquilos. Aún faltaban muchos minutos y en el aire se palpaba que podían pasar muchas cosas. De repente el balón sale por la línea de fondo del rival y el portero corre raudo y veloz a buscarlo porque aún confiaba en la remontada. El recogepelotas se la ofrece pero no se la da. El Pato se cabrea y se la quita por las bravas, dando un pequeño empujoncillo en el pecho al chaval, que cae al suelo desplomado como si le hubiera pegado el mismo Rocky. Acude el médico, la grada vocifera “¡Asesino!”, y mientras el juego sigue parado. El recogepelotas se había salido con la suya, quería ayudar por todos los medios a que su Betis ganara, porque es bético desde la cuna. Se llama Jaime Soto, es mi hijo, perdónenlo…
Toda España lo vió. El Betis ganaba de manera cómoda aunque engañosa frente al Getafe. Confiamos tan poco en nuestro equipo con un 3-0 en casa no estamos tranquilos. Aún faltaban muchos minutos y en el aire se palpaba que podían pasar muchas cosas. De repente el balón sale por la línea de fondo del rival y el portero corre raudo y veloz a buscarlo porque aún confiaba en la remontada. El recogepelotas se la ofrece pero no se la da. El Pato se cabrea y se la quita por las bravas, dando un pequeño empujoncillo en el pecho al chaval, que cae al suelo desplomado como si le hubiera pegado el mismo Rocky. Acude el médico, la grada vocifera “¡Asesino!”, y mientras el juego sigue parado. El recogepelotas se había salido con la suya, quería ayudar por todos los medios a que su Betis ganara, porque es bético desde la cuna. Se llama Jaime Soto, es mi hijo, perdónenlo…
Comentario