El Real Betis Balompié ha conseguido esta tarde en Tarragona 3 puntos de Oro puro que tras la derrota del Cartagena y los empates de Real Sociedad y Levante, devuelven la ilusión a la parroquia verdiblanca. Del partido mejor ni hablar. Los béticos deben agarrarse simple y llanamente al resultado, porque las sensaciones no han sido del todo buenas. Empezó el Betis más metido en el partido que su rival. El balón circulaba con rapidez en las botas de los futbolistas del equipo verdiblanco que sin embargo, a la hora de la finalización volvían a dejar claro que a este equipo le falta alma, espíritu competitivo y calidad. El Nastic se limitaba a parar el juego del Betis a base de faltas, el árbitro se lo permitía y dejaba en amarilla una clara roja a Vélez. Pavone, Mehmet o Emaná pudieron adelantar a los verdiblancos pero el partido llegaba con tablas al descanso. El segundo acto empezaba de manera diferente, el Betis parecía más relajado y eso lo aprovechó el equipo local para intentar imponerse. El nerviosismo hacia mella en el Betis, más aun tras los goles de Salamanca y Albacete frente a Cartagena y Levante respectivamente, que hacían la victoria del Betis total y absolutamente necesaria. Poco a poco el Betis fui imponiendo su ritmo, y por fin, en el minuto 79, morán derribaba a Nacho dentro del área catalana y Hernández Hernández decretaba la pena máxima para algarabía del numerosísimo grupo de béticos que se daban cita en el Nou Estadi (Lo de esta afición es impresionante). Emaná convertía la pena máxima y el beticismo respiraba tranquilo, ya que a pesar del dominio bético, no se estaba llegando con peligro. El Gol llegó de la única forma en que parecía que podía llegar a tenor de lo lento y pesado que se había vuelto el encuentro. En fin, así es la segunda, hay que ganar sea como sea, los tres puntos es lo único que vale en este auténtico infierno futbolístico. Pero bien harían estos jugadores en pensar que tienen que dejarse el alma en estos cinco partidos, porque esta afición no se merece sufrir una temporada más la mediocridad de la división de plata. Hoy por hoy el partido frente a la Real se antoja vital, una auténtica final, espero que desde el club se tomen medidas para facilitar un lleno absoluto en Heliópolis. La afición ha de ser clave en esta recta final. El milagro es posible, vamos Betis, vamos!!!

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